Algún desprevenido se puede pasar de largo por la ruta 11, si espera ver algo vinculado al mundo de la televisión que le indique dónde parar. Como ya no está el cartel que decía 5RTV, el viejo edificio de estilo californiano parece otra dependencia más de las que advertían a los conductores durante demasiados años: “Prohibido detenerse, el centinela abrirá fuego”.
El letrero de la televisión pública santafesina, que parecía de acero, tenía una estrellita en la erre del tipo de las que tanto les gustaban a las administraciones del Frente Progresista y que, ciertamente, desentonaba con el resto del conjunto arquitectónico que, hasta 2009, usaban los militares.
Aquel “5RTV” de seguro ha perdido su buena estrella. Las letras de molde respondían a esa construcción tan típica del primer peronismo que nunca fue usada para su fin inicial. El enorme edificio de una planta comenzó a ser levantado antes de 1950 e Iba a ser un hogar de ancianos modelo, pero tras el golpe de Estado del 55 cuando las obras se terminaron hubo otro destino: un centro para pacientes tuberculosos que, superado el aislamiento como forma de tratar aquel mal, pasó a ser la sede del Liceo Militar Belgrano hasta su traslado hace doce años.
Tras su traspaso a la provincia, allí se instalaron la Escuela de la Policía y el ahora ex Nodo Santa Fe, cuyo inútil cartel curiosamente todavía sigue allí.
Desde el centro de la capital provincial, en media hora, por la Avenida de Circunvalación Oeste, se llega hasta la ciudad de Recreo donde están los estudios de la empresa Radio y Televisión Santafesina, que hasta el sábado 1° de mayo se llamó 5RTV pero ya luce su nuevo nombre: Santa Fe Canal.
Será un giro importante —perfectamente habilitado por la ley vigente— que significará modificar lo que en la jerga del medio llaman el “combo estético”, que va desde el sitio de internet hasta los correos electrónicos pasando por la sigla de cada uno de los micrófonos, las cámaras y las computadoras. ¿Cambiarán también el logo de la notebook que dice 5RTV y está en el área de la Secretaría de Comunicación Social? Con otro equipo bastante más valioso, que también de Recreo fue a parar a la Casa Gris, no hará falta.
Cambiar la identidad de un medio, además de volver a cero en cada espectador, implica hacerlo en el respectivo registro de marcas. Se desconoce el costo de borrar las fallidas regiones y sus nodos derogados (que pocos pobladores del interior extrañan) pero está claro que hoy ha terminado la idea de dividir por cinco la realidad santafesina.
La nueva imagen de la Televisión santafesina del Estado santafesino ya está contratada. Y de su diseño se encarga una consultora cordobesa.
Ni Encuentro ni 6,7,8
La empresa de radio y TV nació a fines de 2013, durante la gestión de Antonio Bonfatti y para periodistas, técnicos y productores significó una enorme oportunidad laboral, con empleos bien pagos que cumplen los convenios de prensa. La ley tiende además a producir la televisión que poco se ve en Santa Fe, al obligar a los contenidos locales.
Para cuando se acercaba el gobierno de Miguel Lifschitz, puertas adentro el ingeniero no estaba muy convencido del proyecto que le había dejado el médico. Pero lo aceptó.
Hubo en aquella transición un debate sobre el nuevo medio estatal. La pregunta que lo resumía era si sería una señal de adulación al gobierno y condena a la oposición, como 6,7,8, o un avance en la promoción de contenidos culturales y educativos, como Encuentro. La respuesta es que no fue lo uno ni lo otro. Y que no hubo quejas de la oposición justicialista por tener menos aire que el oficialismo de entonces.
Volver
Hoy el canal público de Santa Fe se parece más a un Volver de nostalgia fallida, porque se repiten demasiados contenidos estrenados hace pocos años.
El 60 por ciento de la programación del canal del Estado provincial, se llame como se llame, debe ser de producción completamente local. El artículo 8 de la ley 13.394 dice que de esa porción los informativos y noticieros deben como mínimo ocupar un 30 por ciento y hasta un máximo del 50 por ciento. Es decir que de todo lo que ofrece la TV pública santafesina un tercio puede sostenerse con el staff permanente de periodistas, técnicos y productores de informativos y programas de actualidad (más económicos); lo demás debe privilegiar los contenidos propios, la “producción local independiente” o asociada con empresas y productores santafesinos (con no menos de dos años de residencia en la provincia).
Eso se cumple, pero en su mayoría con lo hecho antes de la pandemia. Sus urgencias disimulan el incumplimiento de las exigencias legales que promueven los contenidos santafesinos. Los trabajadores de piso lo saben de sobra: no hay más horas extra, ni chances de hacer más televisión que la que se vincula con la actualidad periodística, sobre la que se han renovado conductores.
No es una política de reducción de gastos, es la consecuencia de la paralización de una estructura diseñada para la producción propia que se ha detenido. Parecen tener ahora más interés para el canal los actos de gobierno.
Hay en lugar de nuevos productos, una constante presencia de ciclos elaborados hace ya más de dos años. Es, por ejemplo, la oportunidad de aprender de una buena vez las recetas típicas de cada pueblo santafesino según el turismo culinario que propone “Detective de Recetas” o de saber en qué andaban los músicos de rock de otras ciudades de la bota hasta que llegó el Covid…
Hay excepciones. Se apostó a producir programas para niños y adolescentes (Educactiva), y se emite también un ciclo que, para superar el aislamiento, ha hecho en la actual gestión el Ministerio de Cultura con músicos que se difunden por redes y también en el canal.
Ahorro
Casi sin producción propia, hubo ahorros importantes que a fines de 2020 sirvieron para comprar nuevos equipos (aunque no todos quedan allí).
Además, entre los puntos a favor de la gestión actual también debe decirse que la modalidad de contratos por unos meses ha dado lugar a otros anuales, en el caso de algunos empleados que no están aún en planta.
En el canal se ve poco a las autoridades del Directorio que encabeza Luis “El Piojo” Pfeiffer (1), quien junto a Leilen Bouchet (2), fueron designados por el gobernador Omar Perotti. Del directorio anterior terminará su mandato a fin de año Marcelo Garrido, quien últimamente solo va una vez por semana al canal y desde que asumió ha continuado con su labor periodística en otros medios. Fue electo por el radicalismo en la legislatura.
Televisadísimo
Mucho antes de las redes, del streaming, de la TV digital, cuando recién había aparecido el cable y todavía ni se hablaba de los blogs o las plataformas virtuales, se instaló el show de “Musicalísimo” como uno de los programas más vistos en la televisión por aire de Santa Fe.
Su creador y conductor, Roberto Rivero, recuperó ese producto que hoy además de Canal 13 (Telefé) también pasa 5RTV. El zapping del sábado a la noche se cruza dos veces con cumbia santafesina y los trajes de luces de “El Pipi”. Lo mismo aparece en las dos señales, la pública y la privada.
El launch (lanzamiento) de Musicalísimo es de Aire Show, una productora rafaelina de Leandro Arietto, quien encabezó el primer directorio de la AM LT28 de la ciudad de Rafaela, en 2014, al lograr la adjudicación de ese medio la Fundación Siglo XXI (luego de una justificada pero extensa intervención de la ex AFSCA).
La única radio rafaelina de amplitud modulada está en poder de una Fundación que tiene vasos comunicantes y nombres que se repiten entre sus autoridades y los equipos de Omar Perotti en sus años de intendente o legislador nacional.
Mirar a los ojos del espectador
En los exámenes por zoom los profesores han aprendido a leer las caras de sus víctimas: pueden saber cuándo están usando el monitor de sus computadoras para leer apuntes, además de conectarse en una mesa examinadora virtual.
Del mismo modo, los televidentes no caen en engaños cuando el locutor no logra mirarlos fijo, a los ojos y se les nota que están leyendo. Salvo que la magia de la televisión use el teleprompter.
El dispositivo se inventó en la década del 50 (para cuando se construía el edificio donde hoy está el canal) y logra que para leer un texto se mire directamente al foco de la cámara. Es el sueño de cualquier dirigente político. Poder hablarle a los ojos a su electorado y al mismo tiempo contar con un apunte invisible o con un texto a repetir.
El canal compró uno, entre otros muy valiosos equipos que ponen a su estudio entre uno de los mejores de la provincia, por comodidad e instalaciones, pero no fue allí sino que quedó en comodato en la Secretaría de Comunicaciones del Poder Ejecutivo.
Contar costillas
Es probable que por estos días, en la Cámara de Diputados, donde tiene la mayoría, el Frente Progresista defina a quien propone para el Directorio de la empresa. El directorio de Radio y Televisión Santafesina conduce una empresa cuya persona jurídica es del derecho privado, aunque es propiedad del Estado.
La auditoría general de la Nación revisó los números de la gestión anterior y no encontró nada raro. Cuando el justicialismo volvió a la Casa Gris, al canal lo puso en una lista más extensa de las cuentas a revisar y así se hizo, sin sorpresas. Ahora los diputados que lidera Miguel Lifischitz han pensado en algo similar.
Todavía no es oficial, pero se dice que propondrán a Soledad Álvarez, una contadora que tiene experiencia en el ámbito cultural y de las comunicaciones porque trabajó con el desaparecido Ministerio de Innovación y Cultura y en la Municipalidad de Santa Fe en esos campos.
En la Cámara baja el tema es a quién le corresponde la minoría: si el bloque unipersonal de Oscar Cachi Martínez no se suma a la bancada del PJ, su titular Leandro Busatto tendrá problemas para mantener ese lugar. Los legisladores de Cambiemos miran de reojo.
En el Senado, mientras tanto, el peronismo tiene 12 de las 19 bancas, pero no un interbloque. Dividido en 6 del Nes, 4 de Lealtad y 2 unipersonales e innominados puede contar menos que el radicalismo que, dividido en 5 y 2, sí está nucleado en un interbloque. Tal como está hoy ese mapa, sería un director a proponer desde la UCR que encabeza Felipe Michlig (San Cristóbal) y otro por el Nes que lidera Armando Traferri (San Lorenzo).
En los bloques se sabe que el tema estará en la agenda legislativa de la primera mitad del año.
Por otra parte, hasta ahora no hubo un director obrero en ese organismo. Los periodistas se rigen por el convenio de prensa y los técnicos por el del SAT. En el primer caso están representados por dos entidades sindicales del sur y el centro norte santafesino y en el segundo por un gremio nacional que tiene filiales en el interior.