El Ministerio de Defensa adelantó que pondrá en funcionamiento el olvidado edificio de Sarmiento y 9 de Julio, donde operó el Segundo Cuerpo del Ejército, para volver a darle uso militar. En líneas generales la novedad fue tomada como un avance para la ciudad teniendo en cuenta que se revitalizará un espacio abandonado. Pero también aparecen cuestionamientos sobre el uso que se le pretende dar al inmueble histórico que además ocupa un lugar estratégico.
“Le vamos a dar la función que tuvo durante mucho tiempo, que es la de una unidad militar”, aseguró el ministro de Defensa Agustín Rossi a Suma Política, consultado sobre el futuro del edificio donde funcionó la primera sede del Banco Municipal de Rosario. El inmueble pasó por distintas dependencias nacionales hasta el año pasado, cuando volvió a estar en manos de la cartera militar. Tras 16 años de abandono se busca que en 2022 vuelva a estar operativa.
Entre las alternativas se baraja la posibilidad de que el edificio albergue al Comando Fluvial de la Armada, que funciona actualmente en la localidad bonaerense de Zárate, o la Primera División del Ejército “Teniente General Juan Carlos Sánchez”, con base en la ciudad correntina de Curuzú Cuatiá. Pero también se analiza poder alojar otras reparticiones que pertenecen a la cartera, como la Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, que hoy no cuentan con locales propios y significarían un alivio para el presupuesto del Ministerio.
Desde el Municipio señalaron que aún no hubo ninguna notificación al respecto y entienden que, al tratarse de una potestad del Ministerio de Defensa, no está en el radar de trabajo del gobierno local, por lo menos en esta instancia. Entre los principales espacios políticos las opiniones se dividen: si bien prima una mirada optimista respecto a la puesta en valor de un inmueble ocioso hay cuestionamientos sobre el uso que se le pretende dar. En cuanto a lo urbanístico, algunos empresarios destacan la posible “redinamización del área urbana” que se pueda generar en la zona, mientras que otros no ven con buenos ojos la intervención del Estado y son más partidarios de una participación del sector privado, como ocurrirá con el edificio de La Favorita, tras la salida de Falabella del país.
Una cuestión de seguridad
La concejala del Frente de Todos Norma López celebró la noticia de que el edificio vuelva a cobrar vida. “Me parece indispensable que se recupere ese espacio que, por falta de resolución o toma de decisiones, hace años que está sin uso”, expresó. También recordó que años atrás ese lugar había sido sondeado por el Ministerio Público de la Acusación, aunque en ese momento el inmueble pertenecía al Ministerio de Hacienda que pretendía unir las dos sedes que tiene la AFIP en la ciudad.
“Creo que hay que darle un uso y ponerlo en valor porque es necesario. Ahora pasó a manos nuevamente del Ministerio de Defensa y será quien defina. Lo que no puede suceder es que siga sin ningún tipo de mantenimiento porque es un espacio de los rosarinos y que tiene un enclave céntrico”, señaló la concejala. En cuanto al uso que se le pretende dar recordó que Defensa tiene “una mirada democrática en lo que significa la construcción de las Fuerzas Armadas” en la Argentina: “Me parece muy importante que ese lugar tenga un destino”.
Desde Juntos por el Cambio, Alejandro Rosselló también destacó la iniciativa. Para el dirigente la presencia de las fuerzas armadas en la ciudad puede tener un impacto beneficioso en la seguridad de la ciudad. “Rosario está alcanzando casi un muerto cada 30 horas y no hay ningún indicio de que eso se revierta. Todo lo contrario, va en aumento. Y en esta situación difícil que vive la ciudad creo que se hace más necesario que nunca que el Estado nacional tenga presencia en Rosario”, explicó.
En ese sentido el concejal calificó como “un error” que ese lugar haya pasado tantos años abandonado y pidió que la propuesta de Nación se concrete, tras varios intentos fallidos por encontrarle un fin a ese espacio: “Bienvenida sea la reutilización de ese edificio porque le hace bien a la ciudad, pero sobre todo esto tiene que ser una respuesta gestual del gobierno nacional a la grave crisis de inseguridad que tenemos”.
Por su parte, Roy López Molina, concejal de Cambiemos, coincidió en la necesidad de invertir en las áreas de Defensa que hoy están “en un nivel de precariedad y desmantelamiento preocupante”. No obstante cuestionó que invertir “en más oficinas” sirva para cumplir ese objetivo: “Tratándose de un edificio histórico hay que pensarlo en términos de cuál es el aporte al presente y al futuro de las Fuerzas Armadas y cuál es el aporte para la ciudad”.
Para el edil ninguna de las opciones que se barajan desde el Ministerio de Defensa termina de ser beneficiosa, reclamó que se abra el debate respecto a qué destino debe tener ese inmueble del centro rosarino y sugirió que unificar las distintas reparticiones del Ministerio de Desarrollo Social podría ser un destino viable: “No solamente se recuperaría su valor histórico sino que se concentrarían en un solo edificio todos esos trámites que son muy demandados en la ciudad de Rosario. E incluso también se correría esa locación del microcentro de la ciudad en donde muchas protestas y reclamos que se hacen contra estas reparticiones terminan afectando enormemente el tránsito de zonas con arterias y régimen de carril exclusivo”.
“Que no se defina en Buenos Aires”
El diputado provincial Joaquín Blanco, del Frente Progresista Cívico y Social, señaló que es “una gran noticia” que se busque revalorizar ese inmueble abandonado pero consideró que su uso debe definirse en conjunto con Rosario y la provincia de Santa Fe. En 2019 el legislador mantuvo reuniones con funcionarios de la Agencia de Administración de Bienes del Estado en las que manifestó su preocupación por el estado de abandono de ese y otros inmuebles de peso histórico en Rosario.
El planteo de Blanco fue que, en función de la deuda histórica que Nación mantiene con la provincia de Santa Fe por coparticipación, se ceda el edificio donde funcionó el Segundo Cuerpo del Ejército para que lo utilicen los rosarinos. Al reclamo se agregó la Casona ubicada en Laprida y Santa Fe, donde hasta 2015 funcionó la sede del Senasa y que desde entonces permanece en estado ocioso, en pleno casco histórico de la ciudad y a solo metros del Monumento a la Bandera.
Para el dirigente socialista se debe pensar estratégicamente el uso del espacio para que pueda tener un impacto social para la ciudad y un efecto económico para el barrio:. “Lo más importante es que la decisión no se tome en una oficina en Buenos Aires, sino que el destino de ese edificio se defina en la propia ciudad en el marco de un plan integral de cómo poner en valor el centro”, sintetizó.
Optimizar los recursos del Estado
Dentro del ámbito empresarial las miradas también son distintas y las posturas varían de acuerdo a las visiones urbanísticas o cuando se piensa a los actores que tienen que tomar protagonismo en el asunto. Para el empresario de la construcción Norberto Speciale el edificio está abandonado “por culpa de los políticos rosarinos” y es un inmueble que nunca debería haber sido vendido a Nación.
En ese marco, el ex presidente de Rosario Central consideró que la propuesta del gobierno nacional solo servirá para “ahondar el gasto público” en un momento de crisis. Por eso planteó que la Municipalidad de Rosario debería acordar con Nación la recuperación de ese edificio y ahí trabajar en conjunto con emprendimientos privados, clubes, asociaciones, cámaras, e incluso el mismo Banco Municipal, para pensar la mejor propuesta posible: “Puede haber mucha gente dispuesta a colaborar para poner en valor el edificio”.
Speciale también cuestionó que se le quiera dar un uso militar y consideró que el inmueble debe tener un fin cultural por el valor histórico que representa para la ciudad. “El uso se lo tendría que dar la ciudad de Rosario a través de convenios que se puedan hacer con el sector privado, convenios que se puedan hacer con asociaciones culturales o con clubes”, evaluó.
Por su parte, Gabriel Redolfi, presidente de la constructora MSR Inversiones y Desarrollos, recibió con aplausos la posibilidad de que se reactive un sector deprimido del centro rosarino. “En términos generales yo apoyo cualquier tipo de iniciativa que implique la revitalización de un área que hoy está deteriorándose y echándose a perder a lo largo del tiempo”, manifestó el arquitecto, que además destacó la impronta y el valor histórico que tiene el edificio para la ciudad. La empresa cuenta con experiencia en la puesta en valor de inmuebles patrimoniales de Rosario, como fue la restauración del edificio Baker, de Rioja al 1500, donde funcionaba tiempo atrás un call center de Telecom y hoy es la principal sede donde centraliza sus operaciones la firma constructora.
“Cada edificio que hoy está abandonado genera un deterioro de todo su entorno urbano. En el caso del Comando, hoy no hay focos de actividad importantes en esa cuadra, entonces celebro dos cosas: uno que se vaya a restaurar el edificio histórico, y otro que vaya a haber una actividad que colabore con la redinamización del área urbana”, explicó.
Si bien desde el Ministerio de Defensa adelantaron que se realizará una inversión fuerte, el empresario entiende que mantener instalaciones que no son propias también demanda un gasto importante que, a la larga, puede terminar siendo menos productivo. En ese sentido recordó lo que fue la mudanza de la Jefatura de Policía, donde hoy funciona la sede de gobernación, a los terrenos que había dejado vacante la ex Fábrica Militar de Armas “Domingo Matheu” en la zona sur de la ciudad. “No estoy en los números finos como para saber si eso fue eficiente o no, pero sin dudas le dimos un uso a un predio que estaba prácticamente abandonado”, señaló.
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