Sukerman y Corach, los zagueros de Perotti para el “diálogo” y las reformas


Daniel Abba
“No soy un talibán, vengo a mejorar el diálogo”. Las primeras frases del flamante ministro de Gobierno de la provincia Roberto Sukerman crean expectativa, pero rápidamente marcan la cancha. “La Legislatura también va a tener que rendir cuentas de lo que hace”, anticipa, y anuncia un proyecto para obligar a los legisladores a detallar su situación patrimonial, como la que tienen los miembros del Ejecutivo.
Con las designaciones de Sukerman en Gobierno y de Marcos Corach en el ministerio de Gestión Pública, el gobernador Omar Perotti armó una dupla de zagueros centrales para que no le lleguen todas las pelotas al arco. “Intentaremos sacarle temas de encima”, admite Sukerman, quien tendrá el vínculo más formal con la Legislatura, aunque promete que ambos van a trabajar en tándem.
“La idea es que tengamos todo el gobierno en la cabeza y llevar una coordinación conjunta del gabinete y ser un puente con el gobernador, porque todos los temas son transversales”, explica el ex concejal rosarino.
Sukerman destaca que no lo conocía de antes a Marcos Corach, que ya trabajó con la gestión de Jorge Obeid y después con Perotti en Rafaela. “Pero nos llevamos como si fuéramos amigos de toda la vida”, celebra.

Si no hay reforma, habrá cambios
Avanzando sobre los temas que va a impulsar, Sukerman asegura que la reforma de la Constitución provincial “no es una prioridad” para el gobierno de Omar Perotti, pero sostiene que “una hipotética reforma constitucional siempre tiene que estar en carpeta y, si no podemos avanzar, que algunos cambios salgan por ley, como la autonomía de los municipios”.
En este punto Sukerman anticipa que el gobierno va a convocar a todos los municipios y comunas para que opinen sobre estos temas y les va a proponer trabajar por la autonomía, unificando algunos proyectos de ley que ya están presentados, incluso por él mismo cuando era concejal.
“No puede ser que porque no salga una reforma no se pueda cambiar nada. Perfecto, si no hay consenso para reformar la Constitución y ponerla a tono con la nacional, iremos avanzando con leyes que pongan en marcha cuestiones que ya no pueden seguir demoradas”, reveló.
Sobre el proyecto para saber cuál es el patrimonio de diputados y senadores, el nuevo ministro de Gobierno anticipa que se enviará en breve, y sostiene que no es contra nadie, sino que tiene el sentido de cumplir con lo que Omar Perotti dijo en su primer discurso en la Legislatura, a favor de la honestidad y la transparencia.
Reiteró sus expresiones de que “a veces, la Legislatura le da la espalda a la voluntad popular”. “Eso pasa -ejemplificó- cuando transversalmente dicen que no a una investigación penal de uno de sus miembros o cuando la oposición en la Legislatura trabaja en contra del Ejecutivo y no sanciona las leyes que quiere el gobierno”.
Aclara que “nadie está pidiendo una escribanía”, pero reprocha “cuando dicen que falta diálogo pero se niegan a que el ministro Marcelo Sain vaya a la Legislatura a explicar las leyes de seguridad, o se frena la ley de conectividad que tanta falta hace”.
“La Legislatura tiene que comprender que hay un plan de gobierno. Asumimos nuestras responsabilidades y hacemos autocrítica”, expresó y recordó como un ejemplo, que podría servir para lo que viene, cuando le tocó como ministro de Trabajo negociar la adhesión a la ley de ART. “Tuve diálogo y buena receptividad y salió una aprobación transversal”.
“Pero en muchos casos la Legislatura no representa la voluntad de la población -reiteró-. Queremos trabajar en conjunto, pero todos van a tener que rendir cuentas de lo que hacen, para que todo no quede en un debate oculto dentro de la Legislatura”.
Sobre la reforma de la Constitución señaló que no es una prioridad, especialmente “si el vínculo que tenemos para este tipo de consenso está todavía muy lejano y frío”, pero a la vez sostuvo que no se opone a una consulta popular para saber qué piensa el electorado. “Nunca está de más”, expresó, especialmente existiendo un año electoral como el 2021.

Equipo que gana no se toca
Sukerman confirmó a todos los secretarios del ministerio de Gobierno que quedaron después de la renuncia de Esteban Borgonovo. “Los que están, quedan”, dijo refiriéndose a Gabriel Somaglia en Justicia, Lucila Puyol en Derechos Humanos y Diversidad, y Walter Gálvez en Servicio Penitenciario. “No va a haber modificaciones en las secretarías”, precisó.
Sobre sus colaboradores en la cartera de Trabajo opinó que “equipo que gana no se toca. Y creo que a mí me ascendieron a un super ministerio como es Gobierno y a Juan Manuel Pusineri también al ponerlo de uno. Los dos aprobamos, por eso no vamos a tocar a nadie del equipo de ese ministerio”.
No obstante abrió las puertas a algunos cambios en el organigrama no sólo del ministerio de Gobierno, sino también del resto de la estructura del gabinete provincial.
“Asumiremos y veremos que hay para modificar en los organigramas: unificar, separar o crear alguna secretaría”, adelantó.
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