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Fotografía: Joaquín Ramallo | Gobierno de Entre Ríos
Fotografía: Joaquín Ramallo | Gobierno de Entre Ríos

Informe

Glifosato: un arroyo entrerriano es el más contaminado de Sudamérica

Un informe presentado en el reciente Congreso de Salud Socioambiental realizado en Rosario demostró que un arroyo entrerriano tiene el mayor índice de contaminación por glifosato de Sudamérica. Se trata del curso de agua Las Conchas, afluente del río Paraná, cuyos barros contienen 5002 microgramos (μg/kg) por kilo. La revista Water Environment Research dio a conocer el trabajo en simultáneo con su presentación en el marco del encuentro realizado del 10 al 12 de junio en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El presidente del Congreso, Damián Verzeñassi, calificó con dureza la normativa que legisló Entre Ríos y que permite fumigar en forma manual a cinco metros de las viviendas.

“Un hecho muy trascendente del congreso fue la presentación pública, en primicia, de los resultados del último trabajo de investigación del doctor en Ciencias Naturales y Licenciado en Biodiversidad Rafael Lajmanovich y su equipo, que demostró las concentraciones de agrotóxicos que son efluentes del río Paraná, en territorio entrerriano, con niveles récord”, explicó Verzeñassi, médico y docente, portavoz del Instituto de Salud Socioambiental, convocante del Congreso. 

Además destacó la rigurosidad del trabajo que caracteriza al investigador y que pone en evidencia que “el discurso de las buenas prácticas agrícolas es una falacia, porque la presencia de esos niveles de agrotóxicos en los cursos de agua demuestran claramente que no hay manera de evitar que los venenos que se producen y venden, se transporten a través del territorio por el agua, el aire y la tierra”, argumentó. 

Verzeñassi también destacó que los cursos de agua contaminados son afluentes del Paraná, que es el que provee el agua que se consume. “No hay, y esto también se demostró a través de otro trabajo del congreso, método de potabilización de agua que pueda eliminar la presencia de agrotóxicos, ahí tenemos un gravísimo problema”, enfatizó. Y destacó que la presentación en sociedad del trabajo de Lajmanovich haya sido en el marco del congreso, cuyo lema “El rol de las ciencias ante la crisis climática”, operó como eje que vertebró una decena de mesas y más de 30 presentaciones, lo cual “nos da un gran respaldo para poder seguir sosteniendo este espacio en una universidad pública”.

“El trabajo de Lajmanovich constituye una advertencia clara a los legisladores entrerrianos que, de una manera absolutamente irresponsable, hace menos de seis meses votaron en las cámaras de Diputados y Senadores una ley que permite que se fumigue hasta cinco metros de las viviendas, a eso le llaman ley de buenas prácticas, si se hace en forma manual”, enfatizó Verzeñassi. Y rotuló la situación: “Claramente en beneficio de las corporaciones y los agronegocios violando el derecho a la salud, la integridad física, a un ambiente sano de las personas que lo habitan”. 

“Para los senadores y diputados de Entre Ríos, que votaron esa ley, hay ciudadanos de primera, de segunda y descartables, lamentablemente esto sucede en una provincia que supo ser un ejemplo en las luchas y cuidados por el derecho a una vida saludable”, remarcó. “Fuimos y hablamos con los senadores, les acercamos herramientas y evidencias científicas duras, respecto de la peligrosidad de estos productos, no sólo nosotros, también otros profesionales de la agricultura que demostraron que se puede producir de otra manera, pero aún con toda la evidencia, tuvieron una actitud negacionista”, enfatizó. 


Rafael Lajmanovich, director de la investigación de los arroyos entrerrianos

Arroyos y agrotóxicos


Con su trabajo “Impacto ecotoxicológico de la agroindustra en los arroyos de una cuenca sudamericana: renacuajos anfibios como indicadores de salud ambiental”, Lajmanovich posicionó el tema a nivel internacional a través de su publicación en Water Environment Research. El investigador y su equipo interdisciplinario desde hace años estudian desde la ecotoxicología los cuerpos de agua de los arroyos Las Conchas, Espinillo, Crespo y Las Tunas, afluentes del río Paraná. Los procesos de altos niveles de contaminación detectados fueron configurando los interrogantes de la rigurosa investigación que dieron a conocer en el Congreso de Salud Socioambiental. 

Hacia el río Paraná drena una amplia cuenca del centro del país, cuyo perfil productivo explica la contaminación, sobre la que ya fatigaron decenas de estudios; la confluencia citada opera como transporte y acumulación de sedimentos, entre los que descuella el glifosato en el caso del arroyo Las Conchas, pero que también incluye desechos de distintos procesos de contaminación urbana como agroindustrial, constituyendo ambientes letales para la vida de esos hábitat, respuestas ecotoxicológicas que se pueden medir en organismos como los renacuajos expuestos en los ensayos realizados, que murieron en 24 horas. 

Química, biología, microbiología, entre otras disciplinas, laboratorios y organismos científicos, confluyeron en una acción interdisciplinaria para profundizar el supuesto que lleva años: la contaminación no es inocua y forma cócteles contaminantes variopintos que sedimentan en los barros de los arroyos estudiados, oficiando de alerta sobre los acelerados procesos de degradación ambiental. La cara oculta de prácticas urbanas, agrícolas e industriales. 


Campamentos sanitarios


Para Verzeñassi, el Congreso que funge como vidriera del quehacer científico, va en concordancia “con lo que creemos que tiene que ser la universidad pública, estar al servicio de los pueblos como lo que hicimos en Bigand”. Se refiere a los campamentos sanitarios, como el realizado en la localidad de Bigand, cuando en 2012 estudiaron su perfil epidemiológico. “Ahora, esa comunidad tiene una advertencia muy importante por parte de un grupo de mujeres respecto del avance de cáncer que llevaron a la muerte a varias mujeres jóvenes, eso encendió una alarma y nos volvieron a convocar, asistimos a una reunión de la que participaron todos los candidatos electorales, para pensar juntos una estrategia frente al problema”. 



Trabajos presentados


El interrogante “El rol de la ciencias ante la crisis climática” vertebró unos 30 trabajos del país e internacionales, poniendo en discusión el accionar actual del sistema científico y la posibilidad de resolverlo. Entre los papers hubo temas como: la importancia de la participación de la comunidad en procesos de reparación de ecosistemas dañados , el impacto en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas de los humos generados en incendios en las islas, trigo sin necesidad de agrotóxicos, impacto de basurales, calidad de agua comparados con internacionales, datos cuantitativos sobre contaminación por gas metano, contaminación por microplásticos, los efectos legales y el Derecho Ambiental, entre otros. 


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