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Política

La sucesión de Javkin, una batalla para el 2027 que ya empezó

Todo puede cambiar. Porque faltan dos años para que ocurra. Pero a priori la elección que va a definir quién releva a Pablo Javkin al frente de la Intendencia de Rosario aparece como la de mayor atracción política en los comicios de 2027. 

La batalla por Rosario tiene numerosos condimentos y promete la aparición en escena de varios postulantes por la alianza oficialista de Unidos. Enfrente esperan el ganador de los comicios para concejal, Juan Monteverde, al frente de una alianza con el peronismo, y la ya estrenada figura de La Libertad Avanza Juan Pedro Aleart. Resta saber quién será el postulante oficial, y la novedad es que no será uno sino que esa candidatura surgirá de una interna que promete al menos tres candidatos.

La idea de Unidos es que se presenten todos los que quieran, para contener dentro del frente a las diversas variantes políticas que forman esa unidad. Los guía la convicción de que el ganador de esa contienda interna, a través de una elección en primarias, contendrá después en la general al resto de los postulantes y retendrá a sus votantes. El plan es que no haya una disputa agresiva, sino una que sume al conjunto.

Quien larga con mejores chances en esa carrera es la actual presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, porque parece tener más completo el casillero de requisitos para ponerse al frente de una Municipalidad de primera categoría como Rosario.



En principio ostenta en su favor el mayor grado de rosarinidad en sangre comparada con el resto de los posibles candidatos que puedan aparecer en el espacio. Nacida y criada en Rosario, con actividad en los clubes de la ciudad y militancia política radical de 30 años, se formó en la gestión pública durante el gobierno de Miguel Lifschitz y demostró cintura política a la hora de conciliar los dispares intereses de partidos que deliberan dentro del Palacio Vasallo. La votaron tres veces como presidenta del Concejo rosarino ediles de los más diversos bloques.

A diferencia de otros tiempos, no se conocen escándalos y pudieron contenerse dentro del recinto las rivalidades discursivas de otros momentos. “Eso es mérito de Mariú”, admiten desde las otras fuerzas políticas dentro del Concejo.

Schmuck estuvo a punto de postularse para la Intendencia cuando Pablo Javkin dudaba en ir por la reelección o lanzarse a la Gobernación de Santa Fe. Postergó esa vez, alineada con el equipo donde decidió jugar, pero siente que ahora le llega la hora.

Javkin ya avisó que no se postulará para un tercer mandato, repite que ser intendente fue lo mejor que le pasó en su vida política, y desliza que servirá a la coalición que lo llevó a la Municipalidad desde el lugar que sea. Una candidatura legislativa no sorprendería dentro de dos años.

La presidenta del Concejo tiene el reconocimiento del gobernador Maximiliano Pullaro, a quien conoce de muchos años, y también del intendente Javkin, con quien compartió militancia universitaria y trabajó en tándem el último tiempo. Pero también es consciente que puede no ser la candidata única a la que postulen ambos. Si eso termina siendo así, como suele decirse de la ciudad de Rosario, deberá forjarse su propio destino.

No la tiene fácil. Deberá construir una alternativa frente a quienes serán los otros candidatos “oficiales”, pero confía en que los números finalmente terminarán por inclinar la balanza a su favor.

Cuando le preguntan a Javkin por su sucesor menciona a Schmuck, pero en una lista con otros nombres, donde se supone está el candidato al que le va a levantar finalmente la mano para que lo represente. Una posibilidad es que repita su predilección por Carolina Labayru, quien encabezó la lista de candidatos a concejales en las últimas elecciones. Algunos secretarios de su gabinete podrían ser otras opciones para ocupar ese lugar si la primera alternativa no prospera.

Parece descartado en esa competencia Ciro Seisas, quien emergió como una figura novedosa que había elegido Javkin. Ganó en su primera elección para concejal y después repitió para senador provincial, aunque este año el experimento empezó a fallar y perdió como convencional por el departamento Rosario. Ahora no parece estar en la primera línea, aunque en el sube y baja de la política no habría que descartarlo del todo. Otro que podría ser de la partida es el ex concejal y actual secretario general de la Municipalidad, Miguel Angel Tessandori, que no sorprendería si se postula en la interna para intendente con el fin de sumarle votos a la coalición.

A quién apoyará el gobernador es por ahora una incógnita. Se sabe que quiere tomar las riendas electorales de Rosario, una ciudad que no se puede permitir perder a manos de la oposición, en la que su sector político viene gobernando y en la que la gestión provincial que encabeza invirtió muchos fondos para obras, como nunca antes.

El cambio rotundo en las políticas de seguridad le devolvió a la ciudad la calma perdida, la gente ganó la calle y hoy se vive un clima de recuperación impensado dos años atrás. Nadie quiere perderse este momento de Rosario, que además será por primera vez en su historia autónoma.

Dos condiciones definió el gobernador Maximiliano Pullaro que deberá tener quien sea su candidato a intendente de Rosario: haber dado muestras de buena gestión y estar alineado con la política de seguridad del gobierno provincial.

No lo dice todavía, porque es algo en lo que se empezará a trabajar una vez que pasen las elecciones de diputados nacionales del 26 de octubre, pero con esos requisitos piensa sólo en alguno de sus ministros.

El más probable es el de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini, nacido en Labordeboy y con presente rosarino. También se mencionó varias veces al de Educación, José Goity. Hay otros con mayor y menor grado de sentimiento e identidad rosarina.

Habrá que ver si en la apuesta del gobernador prima por sobre todas las cosas ganar con el mejor candidato, o posicionar a alguien con mayor afinidad a su gestión.

Por fuera de Schmuck y, eventualmente, del o los candidatos propios de Javkin y Pullaro, podría haber otras representaciones políticas del conglomerado Unidos. Quizás alguien del socialismo oficial, o tal vez del sector interno que representó el ex gobernador Antonio Bonfatti.

Otro nombre en carrera, que al principio de la gestión de Pullaro apareció seguido en las fotos es Federico Lifschitz, aunque después de un impulso inicial por instalarse pareciera haber perdido fuerza. Pero podría formar parte de la grilla de postulantes que sume a Unidos.

Esta semana hubo una foto que puede ser premonitoria: el intendente Javkin entregó frente al Monumento a la Bandera el proyecto de ordenanza de autonomía municipal de Rosario que ahora tratará el Concejo. Lo recibió María Eugenia Schmuck como presidenta, pero la imagen podría contener un dato cifrado, el de una posta, aunque no haya sido eso lo que se pretendió mostrar.

Esta disputa por la Intendencia se pone en marcha dos años antes. Después del 26, habrá señales.


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