“La Unidad III debería tener los días contados”

En medio de una nueva ola de violencia desatada en las calles de Rosario, el pasado viernes se escucharon disparos dentro de la Unidad Penitenciaria III de Ricchieri y Zeballos y los vecinos del barrio difundieron en redes sociales el sonido de los disparos en el silencio de otra noche de cuarentena.
Al parecer, una pelea entre internos “subió de tono” y requirió de la intervención del Servicio Penitenciario provincial, cuyos agentes efectuaron disparos con posta de goma para disuadir la situación.
“El reciente tiroteo dentro de la Unidad III vuelve a poner en evidencia la desidia del Estado para dar respuesta a un tema que mantiene en vilo hace años a los vecinos”, señaló el diputado y presidente del Interbloque Juntos por el Cambio, Julián Galdeano, en relación a los incidentes acontecidos dentro del “Sector A” del penal ubicado en la intersección de las calles Ricchieri y Zeballos.
El diputado recalcó que ya en 2012 presentó un proyecto de ley para la reconversión urbanística de la zona, que incluía la relocalización de la unidad penitenciaria a través de la construcción de un nuevo penal en otra ubicación a convenir, pero que como tantas otras iniciativas valiosas, cayó en saco roto.
“La reconversión urbanística de la zona donde actualmente está emplazada la Unidad III es una asignatura pendiente para los estados provincial y municipal, e incluso figura en el Plan Estratégico de la ciudad. La falta de resoluciones muestra una vez más la poca velocidad del Estado para abordar situaciones que requieren de una respuesta”, expresó.
“El centenario edificio que se encuentra en crítica situación edilicia representa, no sólo un alto costo de mantenimiento para el Estado, sino que pone trabas al desarrollo y renovación de esa zona de la ciudad por su escala, altura, opacidad y destino, proponiendo una barrera física, funcional y expresivamente negadora de urbanidad. Además, continúa presentando un riesgo crónico para vecinos debido a la actividad propia del establecimiento, que tiene en su haber más de un intento de fuga y hechos violentos en los últimos años”, amplió.
Remarcando estas causas, el proyecto presentado por Galdeano subraya la pertinencia de su desafectación y traslado, permitiendo la construcción de un complejo carcelario dotado de la infraestructura necesaria y con los recursos tecnológicos a la orden del día para cumplir con sus objetivos. A su vez, el proyecto contempla que la totalidad de las obras de construcción y la de los costos asociados a los proyectos, sea asumida por inversores privados en forma exclusiva, previa aprobación de los proyectos y con la directa fiscalización de la Autoridad Pública.
“Es imperativo que se acerquen alternativas para que desde la Municipalidad y la Provincia se ponga en marcha un proceso de reciclaje de estos espacios con fines habitacionales, más aún en momento donde también esto está en crisis. La reactivación de los programas de créditos hipotecarios nos tiene que encontrar con alternativas para los ciudadanos que sueñan con un techo propio”, cerró.
En sintonía
El vicepresidente primero del Concejo Municipal de Rosario, Roy López Molina, también insistió con el cierre de la Unidad III tras la balacera que se registró el viernes pasado por una gresca entre detenidos y adelantó que pedirá a la Municipalidad que envíe una propuesta para iniciar un debate sobre el futuro del predio.
“La pelea de internos, el intento de motín y el consecuente temor de los vecinos que por largos minutos escucharon decenas de disparos es apenas una muestra más de la necesidad de trasladar el funcionamiento a un espacio con mejores condiciones para los internos, los trabajadores y el entorno. Vamos a insistir para que el gobernador Omar Perotti impulse su cierre definitivo”, señaló el titular del bloque Cambiemos.
López Molina recordó que un nuevo destino a la manzana, anunciado en distintas oportunidades, fue postergado por la superpoblación de la Unidad de Piñero, la demora en la ampliación de otras instalaciones y la necesidad de alojar a presos federales en Santa Fe, entre otros inconvenientes carcelarios.
Sin embargo, recordó que el pasado 20 de mayo se registró un episodio similar al del viernes, pidió “no tapar un problema con otro” y “planificar la ciudad a futuro”.
“La cárcel, construida en 1888, quedó en el macrocentro de la ciudad de Rosario y eso es un problema tanto para los habitantes de la zona como de infraestructura para el normal funcionamiento del Servicio Penitenciario y los internos. También, para el valor de las viviendas que la rodean”, amplió el ex candidato a intendente.
“Solicitaremos al Departamento Ejecutivo que envíe al Concejo Municipal la propuesta para fijar indicadores urbanísticos”, adelantó López Molina. “Retomaremos la idea del entonces concejal Pablo Javkin de promover un concurso público para definir un destino en el que convivan viviendas, espacios verdes y actividad comercial”, concluyó.
La pelea de internos, los disparos y el consecuente temor de vecinos de la cárcel de Zeballos al 2900 son una muestra más de la necesidad de trasladar esa Unidad Penitenciaria III: vamos a insistir para que el gobernador @omarperotti impulse su cierre definitivo. pic.twitter.com/hviCOH2Gzz
— Roy López Molina (@RoyLopezMolina) September 14, 2020