Bajo la consigna “La vida está en riesgo ¡Basta! A los closets no volvemos nunca más”, una marea humana se movilizó este sábado desde la plaza San Martín en Rosario hasta el Monumento Nacional a la bandera para repudiar los dichos del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos en el que vinculó a la homosexualidad con la pedofilia, negó la brecha salarial entre varones y mujeres, y arremetió contra el ambientalismo y la inmigración.
Desde las 17, la comunidad LGTBIQ+ acompañada por organizaciones feministas, de derechos humanos, sindicatos, partidos políticos e independientes, dieron inicio a la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista, cuyo epicentro tuvo lugar en la Capital Federal con más de 800 mil asistentes que se movilizaron desde el Congreso a Casa Rosada. A nivel país, al menos 160 ciudades tuvieron sus propias convocatorias y hubo réplicas en Alemania, España, Portugal, Inglaterra, Chile, El Salvador, México y Uruguay.
En el documento consensuado entre las organizaciones que participaron de la convocatoria y leído sobre el final del acto en el Parque Nacional a la Bandera señalaron que “el ataque de este gobierno no es sólo discursivo, sino que viene implementando un brutal ajuste hacia el conjunto de les trabajadores, sectores populares, juventud, medioambiente, salud, educación y cultura”. También remarcaron que las declaraciones del presidente “no solo son inaceptables sino que representan un grave retroceso en la protección de nuestro derechos”.
Además, denunciaron que desde la llegada de Milei al gobierno se registró un aumento en la cantidad de detenciones injustificadas por apariencia física, problemas en el acceso a los tratamientos con antirretrovirales, escasez de hormonas para las personas travestis-trans y el desmantelamiento de los programas de asistencia hacia el colectivo de la diversidad sexual. Otro de los puntos destacados fue el pedido de no eliminar la Educación Sexual Integral. “El 70% de los casos de abuso fueron denunciados después de una clase de ESI”, dijeron.
Según confirmaron integrantes de la comisión organizadora, la caravana de manifestantes ocupó al menos 12 cuadras y, además de los espacios LGTBIQ+, se contaban entre sus asistentes a sectores sindicales como la CTA (Central de Trabajadores Argentinos); ATE, Amsafe y Sadop; y partidos políticos como el Partido Justicialista, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda.
Homofobia de Estado
“El Estado argentino entró en la fase definitiva del homoodio oficial. Plan de exterminio mileísta antes los ojos del mundo”. Con esas palabras el periodista y activista LGTBIQ+ Franco Torchia alertó tempranamente sobre el discurso de Milei en Davos y encendió una llama que se multiplicó velozmente entre activistas de la diversidad sexual, a la que se sumaron progresivamente dirigentes del arco político opositor, artistas e intelectuales.
Después de una nutrida asamblea que reunió a más de 5 mil personas en el Parque Lezama de la Ciudad de Buenos Aires, se decidió la realización de una marcha del orgullo federal: “No hace falta que sea LGTBIQ+ para marchar. Es clave unirnos todes”, decía la invitación enviada al resto del país. En Rosario, la plaza Sandra Cabrera ubicada detrás de la Terminal de Ómnibus fue el punto de encuentro para la militancia rosarina encargada de organizar la convocatoria local.
“Ya no quedan dudas, Milei nos odia fuerte y nuestras existencias y derechos están en el centro de su guerra contra la justicia social del pueblo argentino. Pero nuestra comunidad es fuerte y no va a ceder lo conquistado sin pelear, hemos resistido situaciones mucho peores. Es momento de redoblar nuestra organización y lucha y demostrarles que no les tenemos miedo y acá estamos”, señalaron desde la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo Rosario.
Por su parte, la poeta y militante travesti rosarina, Morena García, sentenció: “El gobierno llama viejos meados a los jubilados, zurdos de mierda a quienes no piensen como ellos, casta a los trabajadores y pedófilos a las disidencias. ¿Te das cuenta que el discurso de odio no es solo contra nosotras?”. Entusiasmada con la convocatoria, la periodista Adriana Carrasco aseguró que “en enero del 2025 el movimiento LGTBIQ de la Argentina pasó cualitativamente y cuantitativamente a ser un movimiento de masas”.
En tanto, y pese al letargo de algunos sectores políticos en pronunciarse, en el transcurso de la semana aparecieron las primeras reacciones de la oposición; tal fue el caso de la ex presidenta Cristina Kirchner, quien a través de un extenso posteo en la red social X cuestionó al presidente y le pidió que “deje que cada uno sea feliz y tenga la familia que quiera o pueda”. Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, también se diferenció de Milei y declaró: “Amo la diversidad que representa la Ciudad de Buenos Aires y amo todas las diversidades”.

Lo que dijo Milei y los planes del gobierno
Frente a un auditorio de empresarios, líderes políticos y jefes de Estado, el presidente Javier Milei dedicó gran parte de su presentación en el Foro Económico Mundial de Davos a hablar sobre la “ideología wooke” a la que definió como “un régimen de pensamiento único” en la que “feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género son cabezas de una misma criatura cuyo fin es justificar el avance del Estado mediante la apropiación y distorsión de causas nobles”.
Con una euforia belicosa creciente, el libertario ensayó su ataque hacia la agenda progresista apoyado en la línea marcada por el presidente de los EEUU, Donald Trump, quien durante la toma de posesión en el Capitolio a la que asistió Milei señaló que “la política gubernamental de EEUU es que hay solo dos géneros: masculino y femenino”. Después firmó una resolución ejecutiva para prohibir la participación de transexuales en el ejército.
En esta tónica, el argentino ensalzó a los presidentes de la extrema derecha mundial como Víktor Orbán de Hungría; Nayib Bukele de El Salvador; Benjamin Netanyahu de Israel; y Georgia Meloni, a la que calificó como la “feroz dama italiana”. También dedicó unas líneas al empresario y flamante ministro de Trump, Elon Musk, y a todos los definió como “compañeros en esta pelea por las ideas de la libertad en todos los rincones del planeta”.
El eje discursivo no sorprendió: desde su llegada al poder, Milei se dedicó a cuestionar las políticas de género y diversidad implementadas durante los años del peronismo, y una de sus primeras medidas fue la disolución del Ministerio de las Mujeres y el desfinanciamiento de programas de asistencia a las víctimas por violencia de género. También el gobierno prepara un proyecto de “igualdad ante la ley” para suprimir la discriminación positiva transitoria en el Estado.
Según adelantaron fuentes oficiales, el objetivo será eliminar los cupos trans y de representación de género en las listas electorales y la Ley de Identidad de Género. En la misma línea, buscarán terminar con la figura penal que reconoce el femicidio. Se trata de la Ley 26.791 sancionada en el 2012 a través de la cual se reformó el artículo 80 del código penal para criminalizar de modo agravado los homicidios vinculados a la violencia por motivos de género.
Asimismo, en la mira del gobierno libertario se encuentra el decreto 476/2021 firmado por el ex presidente Alberto Fernández a través del cual se creó el DNI no binario habilitando la nomenclatura X para quienes no se sientan identificados por el binomio masculino-femenino. Otro de los puntos sensibles será la derogación de la Ley Micaela, que establece la capacitación obligatoria en temas de género para todos los agentes de la administración pública en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
Una batalla contra las maricas
“Javier Milei eligió mal: se metió con las maricas” declaró el diputado nacional Esteban Paulón tras el discurso de Milei en Davos. El legislador del Partido Socialista y reconocido militante de la comunidad LGTBIQ+ fue el primero en presentar una denuncia penal contra el presidente en la que pide que se investigue la posible comisión del delito de incitación al odio, amenazas, intimidación pública, incitación a la violencia colectiva, abuso de autoridad y contravención por discriminación.
Además, el dirigente santafesino indicó que el mandatario “busca individualizar a determinados grupos sociales para que sean víctimas y perseguidos de las jaurías vinculadas al gobierno nacional tanto en redes sociales como en la vida cotidiana”. Sus palabras resuenan tras el ataque a una familia de lesbianas en la localidad bonaerense de Cañuelas en la que un hombre incendió la vivienda en la que vivía la pareja con su hija y se dio a la fuga.
El caso tomó estado público tras los dichos de Milei y se suman al largo historial de agresiones y violencias que sufren las personas del colectivo de la diversidad sexual. Sin ir más lejos, a principios del 2024 se produjo un triple lesbicidio en el barrio porteño de Barracas en el que un hombre atacó con una bomba molotov la habitación de una pensión en la que vivían dos matrimonios de lesbianas.
La primera denuncia contra el presidente en el interior del país fue realizada por la concejala Norma López, quien se presentó en los Tribunales Federales de Rosario y lo acusó en los mismos términos que el diputado Paulón. Respaldada por un grupo de organizaciones feministas y LGTBIQ+, la edila consideró que “es de una gravedad absoluta el compromiso público internacional que tomó el presidente de persecusión y hostigamiento hacia las mujeres, personas trans, migrantes y parejas homosexuales”.
Control de daños
Tras la escalada del conflicto en la opinión pública, el gobierno buscó recalibrar el discurso del presidente con un intento de aclaración que llegó desde la cuenta del propio jefe de Estado. “Todos se montaron a una campaña de indignación frente a supuestas cosas que nunca dijimos”, deslizó en un texto en el que aprovechó a defender otra vez a Elon Musk y sugirió que su cruzada es “contra quienes pretenden imponer desde el Estado un trato desigual frente a la ley”.
Sin embargo, las alarmas en Casa Rosada se encendieron tras analizar las reacciones del episodio en redes sociales, un territorio preciado para el oficialismo. La conversación digital arrojó que el presidente obtuvo un 51% de menciones asociadas al concepto de ideología de género, con un rechazo que llegó al 61% de los usuarios si se tienen en cuenta solo los comentarios en castellano.
