Acuciados por la inminente reforma laboral que promueve el gobierno de Javier Milei, la CGT Rosario anunció que se encamina hacia un proceso de normalización tras más de 15 años de acefalía. En un cónclave que tuvo lugar este lunes en la sede de Luz y Fuerza, una centena de gremios se reunieron con la misión de avanzar en un camino de unidad que les permita dotar de músculo político al sindicalismo rosarino y recuperar la iniciativa frente a la nueva mayoría conformada por La Libertad Avanza y sus aliados en el Congreso para revisar la totalidad de la legislación laboral argentina.
La recuperación del oficialismo tras el resultado de las elecciones del 26 de octubre aceleró los tiempos y en sintonía con la renovación de autoridades a nivel nacional, la regional Rosario aventuró la fecha del 20 de noviembre para la realización del congreso en el que puede surgir el nombre del próximo secretario general. A diferencia de la conducción nacional organizada de manera tripartita, a nivel local se baraja la posibilidad de que sea un solo representante gremial el que asuma la responsabilidad con el respaldo de la mayoría de los sectores que integran la central obrera. Para eso se facultó a una “comisión normalizadora” que será la encargada de ordenar el panorama y definir las propuestas que serán puestas a consideración de la mayoría.
Hay quienes sugieren que la llegada al triunvirato nacional del santafesino Jorge Sola, secretario del Sindicato del Seguro y oriundo de la ciudad de Venado Tuerto, contribuyó en la confluencia de las distintas vertientes del sindicalismo local. Otro dato a tener en cuenta es la presencia de un rosarino en el nuevo organigrama también de la CGT nacional: José Alberto Fantini, titular del Sindicato de la Carne, quien asumió como vocal titular en la nueva estructura. De concretarse la reactivación, marcaría un hito entre las distintas tribus que alguna vez integraron el Movimiento Obrero Rosarino (MOR), y la Intersindical Rosario, conformada por algunos sectores que reportan a la CGT y otros a la CTA.
No obstante, hay quienes relativizan estos argumentos y sostienen que previo al recambio de autoridades en el orden nacional, los gremios locales ya habían comenzado a reunirse para trabajar en una estrategia que permita el reagrupamiento de los sindicatos. “Con Fantini, Aladio y otros gremios estamos hablando desde antes que se elija la conducción de la CGT. Acá no hay un solo responsable de que esto se lleve adelante, esto se fue agigantando y fuimos viendo cómo encontrar los mejores caminos sin lastimar a nadie, sin herir a nadie, juntar a todos los gremios que se pueda y demostrar que va a ser una CGT con impronta en el movimiento obrero”, explicó Antonio Donello, titular de la UOM Rosario.
Alberto Botto, secretario general de Luz y Fuerza, destacó que la normalización de la CGT avanza con “mucha generosidad” entre los distintos sectores, impulsada por la necesidad de estar unidos frente al contexto económico y político. “Estamos muy cerca de lograrlo. El momento difícil que atraviesa el país nos obliga a dejar atrás diferencias y reconstruir una herramienta potente como la CGT”, aseguró. Además confirmó que las entidades que forman parte de la Intersindical participan activamente en la reunificación, aunque señaló que eso no puede estar limitado a una discusión de nombres. “Tiene que haber un acuerdo programático”, sentenció.
La cumbre del último lunes también permitió la convivencia en el mismo espacio de los dos sectores que representan a los camioneros en la provincia de Santa Fe como es el caso de Juan Chulich y Sergio Aladio.
En diálogo con Suma Política, Aladio dijo que las dificultades para alcanzar la unidad en años anteriores fueron provocadas por “intromisiones de Buenos Aires” en la designación de las conducciones locales: “Entendíamos que esto lo teníamos que hacer con identidad propia, con la necesidad que tenga Rosario, sus trabajadores y sus dirigentes sindicales”. Además, señaló que el recambio a nivel nacional abre la posibilidad de “un juego distinto”, con mayor autonomía para las regionales del interior del país.
La última vez que la CGT Rosario intentó elegir formalmente a sus autoridades fue en el año 2010 cuando Rubén López, secretario general del Sindicato de Camioneros en ese entonces, resultó electo para encabezar la conducción de la filial local. Sin embargo, Néstor Ferraza, del gremio de los trabajadores municipales, cuestionó la legitimidad de los comicios, desconoció los resultados y solicitó la intervención de Hugo Moyano, titular del espacio a nivel nacional. Pese a los intentos por llegar a buen puerto, la discusión quedó empantanada y nunca se resolvió la disputa.
Además, el caso de la regional Rosario es paradigmático. Previo al recambio de autoridades nacionales, la Secretaría del Interior de la CGT a cargo de Abel Furlán de la UOM llevó adelante un proceso de normalización en las 82 delegaciones de la entidad sindical en todo el país, a excepción de la regional local. Para esa tarea había sido designado Horacio Otero, quien justificó la falta de acuerdo diciendo que los dirigentes gremiales rosarinos “son todos narcotraficantes”, declaración que fue calificada como un exabrupto por sus pares sindicales.
Unidos contra la reforma
En el comunicado emitido por los gremios que participaron de la cumbre en Luz y Fuerza, la nueva CGT reconoce que la discusión por la reforma laboral “alertó fuertemente a sectores políticos, gremiales y sociales de todo el país” y aceleró el proceso de renovación de autoridades. Aunque el gobierno nacional todavía no presentó formalmente su proyecto, algunos borradores anticipan una revisión integral de los convenios colectivos de trabajo, la extensión del horario laboral hasta 12 horas, el pago de indemnizaciones en cuotas, acuerdos de trabajo por empresa y aumentos por productividad.
Al respecto, Alberto Botto expresó que ningún trabajador puede aceptar “que se dividan las vacaciones, que se extiendan las jornadas a doce horas o que se eliminen las horas extras”. El dirigente de Luz y Fuerza esgrimió que la defensa de los derechos laborales será la base sobre la cual debe consolidarse esta nueva etapa de la CGT Rosario. Para Sergio Aladio de Camioneros, “hay que hablar de modernización, no de reforma. Tenemos que actualizar los convenios colectivos, adaptarlos a las nuevas modalidades laborales, pero siempre en defensa de los trabajadores”.
Por su parte, la flamante conducción tripartita de la CGT nacional también plantó posición en los últimos días. Cristian Jerónimo, titular del Sindicato del Vidrio y uno de los cotitulares de la central obrera señaló que “rechazarán de plano” cualquier reforma “que avasalle derechos” y puntualizó que “el problema no es la reforma laboral, sino que la actividad económica está totalmente en recesión”. Jorge Sola, otro de los secretarios generales, expresó que “es tiempo de la modernización en el mundo laboral”, aunque advirtió que si el proyecto vuelve sobre las reformas planteadas en el mega decreto 70/2023, frenado por un amparo judicial, “vamos a tener los mismos resultados”.



































