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Política

El gobierno pretende “borrar” el voto peronista en diez provincias

Las trampas a la democracia del gobierno de Milei ya son moneda corriente, sobre todo en el Congreso, donde inventó el método sistémico de los DNU, el veto a las leyes que propone y aprueba la oposición, convirtiendo el debate político en una calesita interminable: congelar, trabar, alterar todas las tradiciones políticas administrativas, con el objetivo de ganar tiempo y evitar sea materializado lo evidente, las sucesivas derrotas de una minoría declinante. 

La llegada de un momento decisivo, las elecciones nacionales de medio término del próximo domingo 26, no podía estar fuera de esa lógica para la Casa Rosada: se viene un conteo amañado de los votos el domingo por la noche, presentando un número de votos de un total nacional y desconociendo aquello que efectivamente se votará, provincia por provincia.

El domingo se eligen diputados (127 en los 24 distritos) y senadores (24, en ocho) pero los aportarán cada uno de los 24 distritos, con candidatos y listas que empiezan y terminan en los límites de cada territorio provincial. No habrá una elección nacional a distrito único, como las presidenciales que se suceden cada cuatro años.

Sin embargo, LLA vio el filón de una posible maniobra: el partido violeta es el único que a nivel nacional se presenta con ese nombre en la totalidad de las provincias, aunque en 16 lo haga con distintas alianzas, y sólo en ocho en soledad. En cambio, el peronismo, la fuerza que podría ganar en la mayoría de las provincias argentinas, se presenta con el nombre “Fuerza Patria” en 14 jurisdicciones (PBA, Caba, Santa Fe, Córdoba, Tierra del Fuego, Catamarca, Corrientes, Santiago del Estero, Misiones, Río Negro, Salta, Jujuy, Neuquén y Chaco) y en otros 10 con denominaciones afines (por caso, Formosa “Frente para la Victoria”, La Pampa “Defendemos La Pampa”, Mendoza con “Fuerza justicialista Mendoza”, Tucumán y La Rioja, entre otros, donde también el peronismo fue inscripto con nombres provinciales).

No es razonable leer esas inscripciones peronistas con nombres provinciales como formaciones que adversen contra la marca “Fuerza Patria” de la provincia de al lado, tampoco que los diputados y senadores que surjan electos en esas provincias luego no integren los bloques unificados del peronismo en ambas cámaras, como ya lo vienen haciendo en la actualidad.

Menos podría leerse que esas representaciones peronistas, a partir del lunes 27 de octubre, proyecten un candidato presidencial para 2027, distinto del que surja del PJ, y de Fuerza Patria y su sistema de alianzas.

En la mañana de este lunes, los partidos que integran la alianza Fuerza Patria le solicitaron, formalmente, a la Cámara Nacional Electoral (CNE) que el Gobierno nacional difunda los resultados de las próximas elecciones por provincias y no falseando un distrito único inexistente en la elección intermedia.

Fuerza Patria y las otras listas peronistas, que se proyectan con alta chance ganadora ante La Libertad Avanza (LLA), pretenden que la Dirección Nacional Electoral (DINE) informe el escrutinio de votos por cada distrito electoral, dado que anunciar los resultados a nivel nacional “carece de fundamento jurídico” y se puede caer en lecturas equívocas del proceso electoral que se llevará a cabo el 26 de octubre.

Asimismo, presentaron amparos ante la Justicia Federal, con competencia electoral en doce provincias y, además, algunas indican que podría agregarse una denuncia penal contra la titular de la DINE, María Luz Landívar.

Un anuncio de resultados globales de la DINE aportaría confusiones en la ciudadanía, y le quitaría transparencia al proceso electoral.

En la provincia de Santa Fe, como caso testigo, en las últimas legislativas de junio pasado, el gobierno provincial de manera correcta no presentó resultados globales, sino distrito por distrito. Las cuentas globales corren por cuenta de los analistas políticos y del periodismo.

También es cierto, y el fenómeno se agudiza en ocasión de elecciones legislativas, que a los partidos y alianzas grandes que disputan el poder real les surgen listas “chicas”, con personajes solitarios que de todos modos se dicen peronistas (a Fuerza Patria le sucede en media docena de provincias); son listas “por afuera”, que efectivamente adversan a la propuesta troncal del partido mayoritario. Por caso Fernando Gray (intendente peronista de Esteban Echeverría, un muy poblado partido del GBA) viene jugando su propia suerte y siempre por afuera, y también lo hará el próximo 26 disputando la candidatura de Jorge Taiana. No correspondería sumar a los votos de Gray —por pocos que sean— a la cosecha nacional del peronismo. A la LLA, en la provincia de Santa Fe, también le surgió una lista por afuera, que hace ruido y tuvo consecuencias jurídicas en estas horas. Se trata del actual diputado Gabriel Chumpitaz, que se quedó afuera de la lista de LLA y también de la lista del PRO (integrado a Provincias Unidas), y se jugó con una propia donde busca deliberadamente confundir al electorado libertario y captarlo.

Patricia Bullrich, su mentora original, salió públicamente a cruzarlo, a exigirle (algo un tanto imposible) que “retire la cartelería de toda la provincia”, además de sugerir, la ministra de Seguridad, que esa cartelería saldría de una lista muy interesada en que Chumpitaz divida el voto libertario, Provincias Unidas. “Es raro que Chumpitaz tenga tanto dinero para esa campaña, alguien se la financió”, apuntó Bullrich a Pullaro, aunque sin nombrarlo.

Los pronósticos para el 26 de octubre no son buenos para LLA, excepto en un puñado de distritos donde tendría el resultado favorable casi con seguridad: Caba, Mendoza y con menos certeza, Entre Ríos, en alianza con gobernadores con origen en el PRO o la UCR. También podría pelear con chances la provincia del Chaco, y con chances menores, pero chances al fin, Tierra del Fuego (a propósito de listas menores desprendidas del peronismo, que le quitarían fuerza a los candidatos de Fuerza Patria que presenta el gobernador) y con alguna chance en Salta, uno de los distritos  con final abierto.

El peronismo cuenta a PBA como punta de lanza donde proyecta volver a ganar como ya lo hizo el 7 de septiembre; también suman a Formosa, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca, Tucumán y La Pampa. En un escalón más bajo de certeza, la pieza clave de Santa Fe, Río Negro, Tierra del Fuego, y más peleadas pero ganables Chaco, Chubut e incluso San Luis —a pesar de que allí el peronismo se presenta con divisiones pero asoma bien posicionada Fuerza Pueblo puntana—. En San Juan se espera un triunfo del partido provincial del gobernador (PRO, pero por fuera de LLA) Marcelo Orrego, aunque el peronismo con Fuerza San Juan aparece competitivo y desplazando a LLA a una tercera posición.

Entre las provincias más flojas para el peronismo se destacan Jujuy (PJ intervenido), Misiones (misma situación, con gran parte del antiguo PJ integrado a la fuerza provincial favorita a ganar el próximo domingo) y, una de las cuatro grandes, Córdoba, donde Fuerza Patria no lograría los dos dígitos, y no colocaría a su candidato ingresando a Diputados.

Córdoba, se sabe, muy adversa al peronismo, cooptada por el peronismo derechizado macrista-mileísta de Juan Schiaretti-, sin embargo, ofrecerá una opción opositora al gobierno nacional —la actual diputada que no votó ninguna de las leyes clave de LLA en 2024— de cuño peronista, Natalia de la Sota, con chances de hacer una elección aceptable y renovar su banca en el Congreso. Si bien la hija del ex gobernador José Manuel de la Sota no tiene puentes formales con el kirchnerismo sí los tiene con Sergio Massa. Con todo, no es imaginable, por ahora, contarla en un eventual bloque de FP a partir del 10 de diciembre de 2025.

Las fuerzas provincialistas, además de la mencionada San Juan, tendrán fuerza electoral con triunfos asegurados en Corrientes (de origen radical, cercano al eje Córdoba-Santa Fe), Misiones, más próximos a la tradición peronista, y desde ya Córdoba, el único distrito relevante por la presunta tercera vía que las Provincias Unidas podrían exhibir el domingo por la noche. También la gran incógnita por Santa Fe, donde Provincias Unidas de Pullaro estará en la pelea hasta el final. En ese listado se podría agregar a Río Negro (Alberto Weretilneck da pelea en su provincia), Nacho Torres en la vecina Chubut y con mejor posición para ganar Vidal en Santa Cruz, que también tendrá disputa con el peronismo por un lado y con LLA por el otro.

Los provincialismos de centro derecha, no peronistas, aunque tampoco integrados electoralmente en este turno con LLA (sin descartar luego acuerdos parlamentarios como ya existen en la actualidad, y desde ya, compartir con los libertarios el mismo punto de acumulación política presidencial como ya ocurrió en 2023, en el balotaje), no se visualizan para el próximo domingo como un espacio que pueda entrar en la discusión grande de la Argentina, que llegue incluso a un modesto alcance electoral de dos cifras. Esas manifestaciones políticas no tendrán en el Congreso una representación uniforme (mismo bloque, votar siempre todos sus miembros en igual sentido), como ya sucede en la actualidad. Y además, la pregunta del millón, ¿por qué, por caso, el gobernador de Corrientes o de Chubut, podrían tener a un cordobés a un santafesino —ganen o pierdan, y hagan elección en el orden de los 30 puntos— como candidato a presidente en 2027?, ¿o viceversa?. No cierra.

Más que un plan político consistente, el de Provincias Unidas parece un plan B pergeñado por un sector de los dueños económicos de la Argentina, o directamente un plan B de Washington, que ve con pánico cómo se derrumba Milei, su aliado estratégico del cono sur. “La Argentina no tiene un peso, se están muriendo de hambre”, dijo insólitamente Trump, en las últimas horas, creyendo que de ese modo ayuda a Milei.

Las conjeturas pre electorales, desde la letra periodística, suelen tomar el modelo “escenario 1”, gana FP por unos 4 puntos, “escenario 2” empate o pierde LLA por muy poco, y “escenario 3” gana LLA. El problema de predecir “escenarios”, desde el periodismo, es que podría ser una forma elegante de no predecir nada, o predecir cualquier resultado, de manera que la letra que queda escrita no resulte luego incómoda si el domingo a la noche queda fuera de la realidad.

Desde esta columna, y si de pronósticos se habla, se propone que la LLA, que obtuvo 14,5 millones de votos en noviembre del 2023 en todo el país, podría pasar al 60 por ciento de ese guarismo, o incluso la mitad (en el orden de los ocho millones de votos), el próximo domingo, ganando entre tres y cinco provincias si fuera que hace una elección aceptable. Es cierto que la concurrencia de votantes en aquel noviembre (casi 27 millones de votos positivos) fue mayor a la que se presentará el próximo 26 de octubre. La Libertad Avanza, aún con una elección aceptable, no conseguirá el famoso número del tercio de bloqueo en Diputados (87 miembros), pero se descuenta que ahí irán en ayuda —como ha sucedido hasta acá— los diputados de las Provincias Unidas, en muchos casos hundidas financieramente.

Por el lado del peronismo, la expectativa de máxima sería volver a juntar los votos del balotaje de Massa en el 23, más de 12 millones de votos. Es un número algo quimérico, habrá menos concurrencia, y también más fragmentación, al cabo se trata de una elección legislativa. Si no son 12 millones, todo lo que sea dos cifras, por arriba de los 10 millones, será considerado una gran elección por el peronismo kirchnerista. Las provincias donde el peronismo (FP más los partidos afines que van con denominaciones similares) podría ganar, totalizan entre 12 y hasta 15; para mantener o incluso ampliar su representación en Diputados (hoy de 98 miembros, que podrían subir por encima de 100) y ver declinar en un 10 por ciento su representación en el Senado (actual 34 miembros), un retroceso inevitable porque se van los que ingresaron en 2019, cuando había otra realidad electoral en el país.

Las provincias donde podría ocurrir un triunfo no peronista, entre 9 y 12, el reparto entre los provincialismos y la LLA podría ser por partes iguales, o incluso algunas más para los provincialismos que para LLA. 


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