En un nuevo tablero de ajedrez fiscal, Santa Fe decidió mover primero y adelantarse a la Nación en el debate que se viene. Mientras el gobierno nacional insiste con la idea de eliminar el impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), la provincia presentó su ley tributaria 2026 y se enfocó en ofrecer alivio y estímulos puntuales a los empresarios que tributan y producen en el territorio provincial, pero sin tocar la base del tributo que sostiene su recaudación.
No fue la única. Córdoba tomó un camino similar y la Unicameral le dio esta semana media sanción a un proyecto orientado a aliviar la carga de IIBB a distintos rubros.
La movida es económica y política. En un contexto donde varias actividades están sintiendo el impacto del programa económico de Javier Milei, Santa Fe eligió acompañar a los sectores más golpeados y, al mismo tiempo, correr del centro de la escena la demonización de un impuesto que representa para el universo de las provincias argentinas más del 80 % de sus recursos propios y al que el gobierno nacional tiene en la mira. También sumó alivió la carga del resto de los impuestos (inmobiliario, sellos y patente), pero buscando mecanismos que impidan violar los acuerdos de armonización tributaria con otras provincias.
“Hacemos un poco de trumpismo (proteccionismo de Donald Trump) favoreciendo con herramientas que tenemos a quienes localizan su producción en Santa Fe”, aseguraron desde el equipo económico.
Accionar con beneficios puntuales para los usuarios de la EPE va en ese sentido, ya que es la proveedora de energía de la provincia.
¿Tregua con Mercado Libre?
A priori el gobierno de Maximiliano Pullaro aseguró que los cambios en la ley tributaria 2026, que tiene un costo fiscal de 80 mil millones de pesos, son parte de “una agenda propia de baja de impuestos” y no están atados a la discusión que quiere dar la Nación en torno a una reforma tributaria. Y, aunque en rigor es así, con estas modificaciones la provincia logra obturar varios frentes de conflicto, entre ellos el que tuvo con Mercado Libre, la plataforma de Marcos Galperín, con quien terminó duramente enfrentado a mitad de año justamente por este tema y, además sumar adhesiones empresarias.
Al subir la base imponible de IIBB del 20 % al 25 % e incluir a los proveedores de servicio de pago (PSP) —o billeteras virtuales— en los beneficios que antes sólo tenían los bancos siempre que cumplan con determinados requisitos (asistencia financiera a pymes, emprendedores, al sector público en todos los niveles, entre otras), Santa Fe mete una tregua en un conflicto que había escalado fuerte a nivel nacional y que tenía enfrente a un empresario mediático, exitoso y alineado con Milei.

Un pulmotor para la industria
Pero además, con esta nueva ley tributaria inyecta algo de combustible a los sectores productivos que vienen muy golpeados por el modelo económico libertario como la industria, el comercio o algunos servicios, y también le da algo de aire al mercado de trabajo, al permitir a las empresas deducir de ingresos brutos el 100 % de los salarios de los nuevos empleados que contraten, con un tope de 1,5 millón de pesos por cada sueldo.
De paso, patea para adelante la discusión sobre una reforma que si bien requiere un nuevo consenso fiscal, Milei parece dispuesto a dar, mucho más tras el espaldarazo que recibió en las urnas.
“El camino que se tomó con esta nueva ley tributaria 2026 me gusta”, dijo Jorge Simón, ex secretario de Finanzas e Ingresos Públicos de Santa Fe durante la gestión provincial anterior, y aseguró que si bien “no es suficiente” lleva a redefinir el impuesto a los Ingresos Brutos como un “incipiente símil IVA”, por el esquema de deducciones, créditos fiscales y otros mecanismos similares que contempla.
“Es un primer paso porque empiezan a permitir deducciones como el costo de la energía, de los salarios de nuevos empleados, lo que se paga de inmobiliario o patentes”, agregó y “si se continúa en ese camino estamos ante la presencia de un IVA, donde yo vendo, genero un crédito fiscal y voy descontando lo que compré”, explicó el también autor del libro Sustitución del impuesto sobre los ingresos Brutos. Trade off entre eficiencia económica y autoridades provinciales.
Un poco para todos
La nueva ley tributaria, que el oficialismo prevé aprobar en la Legislatura antes de fin de año, establece que industria, comercio y servicios, construcción, transporte y hotelería, podrán descontar del pago de IIBB el sueldo de los nuevos empleados que amplíen la planta de trabajadores.
Además los sectores industrial, comercial y de hotelería podrán descontar, hasta un 30 % del pago del mismo tributo, el importe abonado por energía eléctrica contratada con la EPE o las cooperativas eléctricas provinciales.
También reconoce como industria la actividad de fasón, que podrá acceder a las exenciones previstas para actividades industriales. Además, comercio y servicios podrán deducir hasta el 100 % del impuesto Inmobiliario en Ingresos Brutos del inmueble propietario o en alquiler y quedan eximidos de pagar Sellos los contratos de locaciones de inmuebles destinados a esas actividades.
En el caso de los bancos y PSP (billeteras virtuales) podrá deducir de su base imponible de IIBB el 100 % de los intereses de préstamos a pymes con límite del 25 % de la base.

El Ejecutivo envía la ley tributaria todos los años junto al Presupuesto pero “la de 2026 es fundamental por los beneficios que se dan”, dijo el diputado provincial del Partido Socialista Mariano Cuvertino y señaló puntualmente las deducciones en el pago de la energía y los nuevos empleados. “Apuntan a actividades que vienen sufriendo las consecuencias del plan económico de Milei”, dijo.
Por otra parte, “con estas deducciones beneficias a los tuyos, a los que pagan la energía, el inmobiliario o la patente en la provincia”, agregó Simón, quien participó del equipo económico que asesoró al senador Marcelo Lewandowski durante su campaña a gobernador en 2023, y propuso algo similar para financiar un ambicioso plan de viviendas con un régimen de promoción de deducciones en IIBB para esas inversiones.
Los industriales santafesinos avalaron los cambios, especialmente porque mantiene una alícuota del 0 % para el 65 % del sector y un 32 % pagará el 1,05 %.
“Esta medida consolida un escenario de estabilidad fiscal indispensable para planificar en un momento en que la industria atraviesa una situación compleja”, dijo la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) en un comunicado y destacó la incorporación de una deducción del 10 % de la base imponible por intereses de préstamos destinados a proveedores y clientes.
“Esta es una agenda propia porque se armó antes de que se den a conocer las reformas tributarias nacionales que, según conocemos, serían en febrero de 2026”, agregó Cuvertino para plantear la iniciativa política de Pullaro.
Un debate de fondo
De todos modos, el resto de los gobernadores vienen abriendo el paraguas ante la estocada nacional contra IIBB, al que la Nación pretende reemplazar por un IVA dual, al estilo del que se aplica en Brasil, que sumaría 8 puntos al actual y que cobrarían las propias provincias.
Para Cuvertino eso es “irrealizable” si el gobierno nacional no sienta “a todas las provincias y actores subnacionales en una mesa de discusión”, porque “ingresos brutos es un impuesto que representa entre el 80 % y 90 % de los ingresos propios de las provincias, es clave para la matriz tributaria”, agregó.
En eso coincidió Simón, para quien “el gobierno nacional debe llamar a un nuevo consenso fiscal”, porque “la eliminación de impuestos es un proceso progresivo”, dijo.
Otra matriz
Pero aunque Brasil pueda ser el espejo a la hora de redefinir cómo se pagan tributos ligados a la actividad económica, lo concreto es que el país vecino acaba de aprobar una reforma tributaria de carácter redistributivo donde eliminó el impuesto a la renta a quienes ganan hasta unos 950 dólares y lo compensó con un incremento a los ingresos más altos que representan el 0,1 % de la población, sin hacer recortes en áreas como salud o educación.
En Argentina en cambio, la poda continúa y recae sobre áreas muy sensibles. Según datos del Centro de Economía Política (Cepa), en los primeros once meses de 2025, “el recorte de gasto total fue del orden 32 % respecto a 2023”. Si se mira caso por caso, en salud fue del 100 % en programas críticos; 32 % en el Conicet; 83 % en investigación; 100 % en Conectar Igualdad y 78 % en becas. Además, la reducción del gasto para comedores fue del 64 %, del 90 % para programas de primera infancia; de 75 % a 100 % para obras de infraestructura y se recortaron hasta un 100 % las transferencias a provincias y municipios.
“Si eliminás IIBB y no decís cómo lo reemplazás es una falacia, porque representa la destrucción del concepto institucional de provincia tal como lo conocemos”, agregó Cuvertino. De lo contrario “se seguirá trasladando el costo del ajuste a las provincias”, advirtió.
Por eso Pullaro muestra una ley tributaria con sello propio que se anticipe a la reforma tributaria nacional y enfocada en conservar los puestos de trabajo y la producción santafesina, y así resguardar la primera trinchera de su capital político.



































