Una reunión técnica en Vialidad para resolver cómo se traspasa una ruta nacional a la provincia (si es para reparaciones o una cesión definitiva de tramos), un encuentro con gobernadores aliados y el jefe de Gabinete, y un mano a mano con el ministro que maneja los fondos de la Nación, para que se empiecen a ver señales concretas de lo que se le debe a Santa Fe. El gobernador Maximiliano Pullaro y un equipo integrado por tres de sus ministros hicieron un raid de gestiones ante el gobierno nacional.
Se trajeron moderados anuncios, entre ellos un aval para la gestión de créditos internacionales que ya están preacordados para grandes obras de infraestructura, sobre todo viales, energéticas y de gasoductos, y que serían pagados por la provincia pero que necesitan la garantía soberana del gobierno nacional.
Del mismo modo consiguieron el respaldo político para empezar a avanzar con una idea que quiere llevar adelante el gobierno provincial: un sistema único de acceso a los puertos de la zona del Gran Rosario, que permita mediante concesiones hacer obras y garantizar su mantenimiento. Este tema se venía hablando en niveles inferiores del gobierno, pero por primera vez fue conversado cara a cara con Caputo, de quien depende esa decisión. Dijo estar de acuerdo.
El clima de las reuniones estuvo enmarcado en la necesidad de que la Nación empiece a dar respuestas con algunos gestos concretos a una provincia que exige trato diferencial, entre otras cosas porque es una de las mayores acreedoras entre sus pares del gobierno nacional. “Los recursos que tienen que venir son los que corresponden, no más que eso”, enfatizaron.
Pullaro promociona un dato que otras provincias no pueden mostrar: “Santa Fe es la provincia menos endeudada de la República Argentina. Lo que debemos a 30 años es lo que tenemos en caja en los cierres de cada mes”, ejemplificó.
“Santa Fe no se para ante la Nación a mendigar o a pedir cosas prestadas, porque la Nación nos debe muchos recursos”, dijo sin vueltas a su regreso el ministro de Desarrollo Productivo, Gustavo Puccini.
En tono moderado, Pullaro se mostró conforme y evaluó favorablemente las gestiones. Valoró que poco a poco la provincia va avanzando en sus objetivos, sin pelearse pero sin resignar nada. “Siempre sirve poner en la agenda nacional los temas de la provincia”, contesta cuando le preguntan por los resultados. “Lo hicimos con mucho respeto, pero también con mucha responsabilidad reclamamos los fondos que son de Santa Fe”, contó a la vuelta.
Ahora esperan algunas señales de que empiecen a concretarse las voluntades expresadas en las reuniones. Como resultado de los últimos reclamos esperan tres cosas:
1. que los equipos técnicos avancen rápidamente en la aprobación de esos créditos con organismos multilaterales;
2. que se redacten de una vez los proyectos para ceder a Santa Fe la jurisdicción que le permita hacerse cargo de tramos de rutas nacionales que pasan por la provincia para posibilitar reparaciones y obras (están al caer los decretos, precisaron),
3. y que se aceleren algunos de los contratos con empresas que tenían a su cargo obras viales que había encarado la Nación y que quedaron paralizadas cuando se suspendió la obra pública. Entre ellas las que corresponden a reparaciones en las rutas 11 y 34 y al puente carretero Santa Fe-Santo Tomé. Le pidieron mayor celeridad en la renovación de los contratos para seguir con esas obras.
Al día siguiente de ese raid de pedidos ante Nación, el ministro de Obras Públicas Lisandro Enrico le dio precisiones a la licitación del tercer carril de la autopista, en el tramo más transitado, los 16 kilómetros que van de Rosario a San Lorenzo. Es una obra que se hará con financiamiento del sector privado, a través de bonos y la intervención de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En la lista de cosas positivas anotan que lograron insistir con temas de agenda de la provincia, como la deuda de la Caja de Jubilaciones (aunque no tuvieron respuestas y seguirá el camino de la Corte) o los subsidios al transporte. En este punto les desmintieron lo que los medios estaban informando sobre más desembolsos en favor del AMBA y en detrimento del interior. Les mostraron números para verificar que eso no era real. Igual volvieron a reclamar que Nación haga algún aporte al sistema de transporte público del interior.
En la agenda de relaciones que van construyendo desde la provincia, también celebraron haber podido agregar otros asuntos, como la necesidad de hacer una obra de readecuación en la pista del aeropuerto de Rosario.
Entre los problemas que se encuentran a la hora de negociar con el gobierno nacional citan centralmente la cerrada decisión de mantener el equilibrio fiscal financiero, que provoca que no haya liquidez, una cuestión que afecta sensiblemente al campo. “Ese resultado del gobierno es a costa de la deuda que la Nación tiene con provincias como Santa Fe”, dijo en el tono más alto de sus reproches Pullaro.
Otro inconveniente que dificulta la resolución de problemas es el cambio constante de funcionarios que advierten en algunas áreas como Vialidad Nacional. “Hablamos con un administrador que está en funciones hace semanas, y veníamos tocando los temas con equipos, que algunos siguen, pero otros ya no están”, se quejaron. Recientemente el gobierno nacional cambió al director nacional y a todos los jefes de distrito de Vialidad, y eso incide en que no se estén cumpliendo los contratos para reparar rutas nacionales en la provincia.

El pescado sin vender
Por primera vez después de firmar hace casi un mes el Pacto de Mayo en Tucumán, ocho de los gobernadores de provincias aliadas al gobierno nacional volvieron el primer día de agosto a verse en una reunión con representantes del gobierno de Javier Milei.
La mayoría salió del encuentro de más de dos horas con el jefe de Gabinete Guillermo Francos en silencio o confirmando en off que fue más o menos lo de siempre: “Te atienden bien, hasta te dan la razón, prometen que van a trasladar los reclamos, pero el pescado sigue sin vender”.
Esta vez, los gobernadores pidieron algún trato preferencial, que deje en claro que son diferentes a los mandatarios de provincias opositoras al gobierno. “Que se note en algo, en algún pago podría ser”, propusieron.
El santafesino Maximiliano Pullaro consiguió algo más que el resto. Además del encuentro con Francos tenía agendada una reunión mano a mano con el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, donde suelen desembocar la mayoría de los pedidos que los gobernadores hacen por otras vías.
No necesitó decir nada el gobernador de Santa Fe; fue el propio Caputo el que salió a mostrar cómo lo impactó ese encuentro, utilizando un término que no suele ser frecuente en sus redes: “excelente”. “Otra provincia con superávit financiero y numerosos proyectos de inversión. Cambio de época”, escribió más eufórico de lo habitual el ministro, refiriéndose a Santa Fe y a la reunión con Pullaro.
A la hora de interpretar ese pequeño gesto, desde la provincia sostienen que puede haber impactado que no se trató de un encuentro formal más, de un gobernador que visita a un ministro. Esta vez lo acompañó un equipo de tres ministros detallando proyectos.
“Al gobierno nacional le va quedando claro que Santa Fe es una provincia que gestiona, que no mendiga y que también propone”, opinó Puccini, uno de los tres ministros que acompañaron a Pullaro. Los otros dos fueron el de Economía, Pablo Olivares, y el de Obras Públicas, Lisandro Enrico.
Para fortalecer ante Nación ese perfil de provincia pujante, aprovecharon para invitar a Caputo a que venga a Rosario en setiembre cuando Santa Fe congregará en un foro a 200 compradores de 38 países, en una visita para conocer industrias santafesinas. “Quedaron sorprendidos”, aseguran.
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Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la UNR. Ex jefe de Redacción de La Capital. Twitter: @DanielAbba_
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