La visita de Javier Milei para el 141º aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario fue un calco a la del año pasado: llegó con el acto iniciado, no hubo anuncios para el sector agropecuario y tampoco mantuvo reuniones con las autoridades locales. Su ingreso se dio en medio de un fuerte operativo de seguridad que blindó el edificio a varias cuadras de distancia, ante una ruidosa movilización que tuvo como protagonista a los gremios de la ciudad. Solo hubo una diferencia: que esta vez sí se acordó de saludar a la entidad bursátil por su aniversario. También, un silencio que hizo ruido, porque nada se dijo sobre el escándalo por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) que salpica al entorno presidencial.
Fue una jornada que arrancó movida. La ciudad amaneció con una serie de pasacalles colgados en los accesos que buscaban darle la “malvenida” a Milei. Una acción de gremios, organizaciones sociales y sectores que se sienten perjudicados por el modelo económico del gobierno. “Milei persona no grata en Rosario”, decían la mayoría de las pancartas, que también se ubicaron en la zona céntrica.
Las organizaciones concentraron en plaza Sarmiento y cerca de las seis de la tarde comenzaron a marchar por calle Corrientes. Pero apenas pudieron hacer dos cuadras hasta toparse con un primer vallado en calle Rioja, custodiado por oficiales de Gendarmería. El operativo de seguridad cortó las calles dos cuadras a la redonda de la Bolsa de Comercio y generó un caos de tránsito en todo el centro. Esta vez, los vecinos parecían más enojados con el vallado que con la protesta. “Que venga en helicóptero”, gritó una vecina desentendida de la llegada del presidente, molesta porque le negaron el permiso para pasar con su bicicleta.
Rosario no pareciera traerle buena suerte al presidente. El año pasado, su visita se dio luego del rechazo en Diputados del DNU que buscaba habilitar 100 millones de pesos en carácter reservado a la Side. Aquella movida había desencadenado el alejamiento de la diputada Lourdes Arrieta del bloque libertario, en el marco de una discusión que había tenido como protagonista a los legisladores santafesinos Nicolás Mayoraz y Rocío Bonacci. Esta visita tampoco se da en el mejor de los escenarios: en el horizonte asoma un grave caso de corrupción donde se investigan posibles pedidos de coimas en la Andis.
El hecho se desató esta semana y escaló de forma rápida. Primero se conocieron audios atribuidos a Diego Spagnuolo, el exdirector de la Andis, de vínculo cercano al presidente, donde se le escucha decir que funcionarios de alto rango cobraban coimas por la compra de medicamentos. Los audios filtrados dan cuenta que la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, y Eduardo “Lule” Menem, secretario de la misma área, se beneficiaban de un esquema que recaudaba millones de pesos.
La Justicia –cada tanto pasa– actuó rápido. El juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi iniciaron una investigación por presunto cohecho. En ese marco, este viernes se dispusieron distintos allanamientos que incluyeron a la sede de la Andis y la droguería Suizo Argentina. La empresa tiene contratos por más de 100.000 millones de pesos con diversas áreas del Estado. Entre las maniobras sospechadas aparecen compras directas. También allanaron la casa de Spagnuolo, a quien le secuestraron el celular con la intención de obtener más pruebas y esclarecer la causa. La clave está en determinar la veracidad de los audios y, llegado el caso, comprobar si la maniobra forma parte de un entramado sistémico dentro del gobierno.
Previo al inicio del acto, el gobernador Maximiliano Pullaro habló con la prensa, donde fue consultado por el hecho que marca la agenda informativa del día. Pero el mandatario provincial no tira a traición y solo muestra su costado más opositor cuando se trata del sector productivo. Le reprochó el apartamiento de las obras en el aeropuerto de Rosario, que ahora deberá costear la provincia, pero pateó la pelota sobre las sospechas de coimas en la Andis: “No queremos emitir opiniones políticas sobre el funcionamiento de la Justicia”.


Pegan pero no duele
El encargado de abrir el acto fue el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Miguel Simioni, que tuvo elogios hacia la gestión provincial por poner en marcha un plan de infraestructura vial que significa mejorar el acceso a los puertos. “Se lo presentamos al gobernador Pullaro en los primeros días de su mandato y lo validó rápidamente. Hoy ya vemos las máquinas trabajando en la autopista Rosario–Santa Fe”, expresó y agregó: “En el corto plazo nos darán un salto real de competitividad. Estos son los acuerdos que construyen consenso y ponen en práctica la articulación público-privada”.
Por su parte, el intendente Pablo Javkin se mostró crítico del favoritismo del gobierno central por lo que sucede en el Área Metropolitana de Buenos Aires, por sobre el resto del país. “La Argentina necesita dejar atrás la porteñocracia, no podemos seguir viviendo al ritmo de quienes arrancan a las 10 de la mañana”, cuestionó. “Empieza el camino para hacer de Rosario la orgullosa capital del interior productivo argentino. Vamos a ser el corazón agroindustrial y biotecnológico de la Argentina”, añadió.
A su turno, Pullaro osciló entre la crítica al pasado “populista” y los cuestionamientos matizados al gobierno actual, que sostiene el equilibrio fiscal, aunque sin respaldar a los sectores productivos. “En 20 meses demostramos que en Santa Fe se puede hacer obra pública sin sospecha de corrupción”, dijo el gobernador. Para luego apuntar contra la política parlamentaria de La Libertad Avanza: “Lo que necesitamos son votos para hacer las grandes reformas que tienen que venir, y no vetos que terminan limitando la voluntad de los legisladores. Vienen reformas importantes que debemos encarar juntos, con sensatez, trabajo en común y diálogo político”.
Masterclass
Finalizado el discurso de Pullaro, el conductor del evento dio aviso que el presidente ya estaba en el edificio. Unos minutos después, el mandatario se hizo presente en el escenario. En primera fila lo acompañaba su comitiva: el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo; el vocero presidencial, Manuel Adorni, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. A su lado, la diputada nacional Romina Diez no se perdió la “masterclass” presidencial.
Lo primero que hizo Javier Milei fue subsanar un error que quedó pendiente: saludar a la Bolsa de Comercio de Rosario por su nuevo aniversario. En su anterior visita, al enojo por la falta de anuncios destinado al sector agropecuario –en aquel entonces reclamaban la eliminación de retenciones– se sumó la desconsideración de casi no nombrar a la entidad. En esta oportunidad el saludo se dio al inicio, cosa de no olvidarse, aunque los anuncios para el sector siguen sin aparecer.
Pasados los saludos protocolares, el presidente anticipó que vendría un discurso técnico para el auditorio, vinculado a la volatilidad de la tasa de interés. Durante casi una hora, Milei pareció sentirse más profesor que presidente. Algo que en algún momento se le atribuyó a Alberto Fernández con sus recordadas filminas, explicando la situación sanitaria y las medidas vigentes en el país. En su exposición, Milei usó una pizarra electrónica donde escribía fórmulas económicas, que se reproducían en una pantalla gigante. Pero las ecuaciones se sintetizaban en una oración: el riesgo kuka.
“Está claro que la tasa de interés se tiene que ir a las nubes porque los sodomitas del capital, los kukas, están del otro lado”, dijo en relación al proceso electoral que se avecina. Luego, pronosticó que la inflación seguiría a la baja, aunque no en un ritmo inmediato. “Por algo les gusta tanto a los políticos. Impacta entre un año y medio y dos años después, votan cualquier estupidez y lo paga cualquier otro salame de acá a dos años”, evaluó y completó: “A mitad del año que viene, la inflación será solo una pesadilla que pasó”.
No hubo mucho más. En realidad, lo más destacado de la visita de Milei a Rosario fue lo que no dijo. Fue su primera aparición pública después de que se desatara un posible caso de corrupción del que se desconoce el alcance, pero parece repercutir en su entorno cercano. Algo similar al escándalo Libra, que con las semanas se fue desdibujando. Por lo pronto, el presidente evitó pronunciarse. Tampoco hubo posibilidad de preguntarle.

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Periodista. Licenciado en Periodismo (UNR). Conductor y productor en radio Aire Libre (91.3). En Twitter: @NachoCagliero
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