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Sociedad

“No creo en una política social que genere dependencia, creo en una política social que genere autonomía”

La ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) María Migliore estuvo en Rosario justo el día en que cumplía un año la ley de Integración Productiva, su as de espada para el cambio de estructura en las urbanizaciones de asentamientos. Habló con todas las alas de Juntos por el Cambio y evitó etiquetas. Cree profundamente en el modelo social que gestiona la administración de Horacio Rodríguez Larreta y rompe lanza con dos cimientos: el punto de partida y la audacia. Y entiende que las experiencias de transformación logradas en Caba se pueden aplicar en Rosario o en cualquier punto del país.

Se define como hija política del aciago 2001, fatigó territorio desde su temprana edad, servicio que abrevó en su formación católica, por los caminos que trazaba el por entonces Jorge Bergoglio. Tiene 37 años, es licenciada en Ciencias Políticas y con cuatro menos fue gerenta general del Instituto de Vivienda, desde donde “construimos varios de los procesos de integración socio urbana de la ciudad”, explica. Y define desarrollo humano como “dar la posibilidad para que las personas puedan salir adelante”.

Claro que esa posibilidad tiene contexto y, en estos momentos, de los más duros. “Argentina tiene 40 por ciento de la población bajo la línea de pobreza, obviamente si la macroeconomía no se ordena y si no tenemos un proceso de crecimiento sostenido, es imposible resolver las cuestiones estructurales de pobreza, pero, como digo yo, sin la macro no se puede y con eso sólo no alcanza”, argumentó. Y concluyó: “es necesario diseñar políticas que acompañen los procesos de crecimiento para que existan más oportunidades y capacidades de salir adelante”.


El modelo


En un país que presume de su capacidad de alimentar al mundo, ¿por qué existe la pobreza estructural?

“Tenemos un problema que viene desde hace varios años, una de las prioridades que tenemos es encontrar un rumbo de desarrollo estructural, tener claro para dónde queremos ir, estabilizar la economía y tener un plan de crecimiento que pueda sostenerse a lo largo del tiempo”, respondió. Y enfatizó en el qué y el cómo lograrlo.

“Desde 1983 a la fecha, en promedio tenemos un 36 por ciento de pobreza sostenida, por lo cual después de tantos años el problema tomó otras dimensiones, no es sólo una cuestión de ingresos, hay otras cuestiones más estructurales en las que trabajar y atender”, explicó; mientras las noticias traían desde Buenos Aires un corte en la autopista a Ezeiza por un reclamo de un sector popular.

¿Tienen otra forma de hacerse visibles?

“Por supuesto que sí, pero eso depende de la capacidad del Estado de estar a disposición de estos sectores y dar soluciones concretas, no reproducir asistencia, sino transformar. Por eso a mí me gusta lo que plantea siempre Rodríguez Larreta, que la política social no tiene que ser sólo asistencial, sino romper los ciclos estructurales de pobreza, por eso trabajo con él hace tantos años en estos proyectos”, explicó.

“En Argentina tenemos un problema de exclusión grande, cinco millones de personas que viven sin acceso a uno o dos servicios básicos, en el modelo que pusimos en marcha nivelamos el punto de partida: si no tenés agua ni luz, si cada vez que llueve perdés todo, si cinco personas comparten una habitación, el desarrollo es más difícil. Lo que tenemos que hacer es una inversión en la que el Estado genere condiciones y garantice las cosas que están dadas en otros lugares”, dijo y citó; abrir calles, mejorar las condiciones de las casas, iluminar, más espacios públicos y escuelas.

“Creo que el Gobierno nacional hoy no tiene rumbo y que el modelo de política social que está planteando es obsoleto y no está dando ningún resultado”, definió. Y apostó a la necesidad de “construir otra cosa, a pensar un modelo de política social que vaya de la mano de la política económica y que empodere. Y cuando nos dicen que es imposible, respondo con los ejemplos de la ciudad de Buenos Aires”.

Así, citó los resultados obtenidos en el Barrio 31 (Villa 31), donde había un problema de isneguridad grande. “Lo primero que hicimos fue intervenir con el Ministerio de Seguridad en el lugar más peligroso, un bunker narco. Tomamos ese lugar, que hoy es un Centro de Desarrollo Laboral, donde más del 70 por ciento de la gente que está en condiciones de trabajar en el barrio pasó por alguna capacitación. Del 2016 hasta hoy bajaron en más de 60 por ciento los homicidios dolosos”, detalló. Según Migliore, las mejoras son tangibles y sobre todo posibles, pero se requiere un “liderazgo político con visión estratégica y mucha audacia para plantear un cambio diferente. Eso es lo que creo que tiene Rodríguez Larreta”.

¿Cómo caracteriza un plan que pivotea sobre el punto de partida y la audacia en términos de factibilidad? “El punto de partida implica una inversión que permita romper la pobreza estructural, y considerar un problema de informalidad grave: todos los días cinco millones de personas trabajan de manera informal, y con la inflación no llegan ni a la semana. Hay que encontrar la manera de que ese trabajo que realizan se integre a las cadenas formales de valor de cada región y en paralelo mejorar las condiciones de empleabilidad, enfocar la oferta de formación en los sectores que vayan a crecer en los próximos años”, detalló.


Migliore junto a Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín

La política económica debe dar respuestas


Para Migliore, la política más progresista que se puede tomar hoy es parar la inflación, y para eso hay que ordenar la economía. “Estamos acostumbrados a considerar que la política económica y la social no tienen nada que ver, pero son partes del mismo proceso, hay que pensarlas juntas. Un 8 por ciento de inflación mensual implica que no se pueden cubrir cosas muy básicas, necesitamos ordenar eso para que sea nuestra condición de posibilidad, tenemos que diseñar políticas sociales de modo tal que cuando la macro se ordene, ya puedan acompañar el proceso de crecimiento”, consideró, en medio de uno de los más profundos escenarios de desigualdad que está viviendo el país, con islas de consumo y fondo de canastas básicas insatisfechas.

“Estoy muy convencida que la política social que venimos llevando adelante es transformadora y única en Argentina, hoy me contaban los problemas que hay en Rosario con el narcotráfico y la respuesta es que el Estado tiene que volver a tomar control de las fuerzas de seguridad, con un plan de seguridad que sea agresivo y bien potente, y con su contracara, un plan de integración sociourbano”, enfatizó y citó a Medellín (Colombia) como un ejemplo concreto que logró reducir la tasa de violencia.


El Estado liderando y la cancha bien marcada


¿En manos de quien tiene que estar la asistencia que brinda el Estado?

”No creo en la intermediación, hoy lo que está en discusión en Argentina es el plan Potenciar Trabajo, a este programa hay que desintermediarlo”, respondió. Y aseguró que el Estado tiene que tener la capacidad de ejecutar su política social y todas sus políticas, la responsabilidad es del Estado de manera directa, con criterios claros, tiene que haber condicionalidades y temporalidad, “ser de alguna manera un puente”.

“Estoy en contra del Estado que delega su política social sin criterio en organizaciones de la sociedad civil sin auditar ni marcar el rumbo, creo que si tiene control y rumbo claro, puede llamar a distintos actores a ser ejecutores de estas políticas, que pueden ser organizaciones del Tercer Sector, iglesias, empresas, entre otras”, describió. Y destacó el aniversario de una de las intervenciones con mayor capacidad de inclusión en los barrios populosos. .

“Hoy se cumple un año que sancionamos la ley de Integración Productiva, se trabaja con los emprendedores locales para que puedan acceder a las mismas herramientas a las que accede un empresario formal, créditos, capacitaciones, y también trabajamos con distintas empresas para que se instalen en los barrios, supermercados, farmacias, librerías, panaderías, Bancos, y de Seguros, porque cuando una empresa se instala genera puestos de trabajo en el barrio”, detalló. Y dijo que ya se instalaron más de 50 empresas en los barrios Rodrigo Bueno, Chacarita, La 31 y Barrio 20 (Lugano).

¿Cómo articula este trabajo territorial con discursos estigmatizantes de su propio espacio político?

“Lo importante es transformar, eso es lo que nos encuentra a todos en Juntos por el Cambio, en construir una agenda de transformación, yo vengo trabajando con Rodríguez Larreta que es el jefe de gobierno que más ha invertido en seguridad social en CABA, y que tiene una mirada muy audaz para resolver los problemas con caminos nuevos”, respondió Migliore, que entiende la acción como compromiso social, “en tanto transformación de la realidad material, pero que la fuerza está en cada uno de nosotros”.


Migliore en una recorrida con Rodríguez Larreta

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