Hace solo unos meses, Juan Pablo Poletti, el médico que le habló tantas veces a los santafesinos durante la pandemia, era el director del hospital Cullen, donde se trataron los enfermos de Covid-19. Su voz ya era conocida para los vecinos de la capital provincial, como su rostro y el prestigio de su nombre como profesional comprometido con la salud pública.
Su campaña comenzó hace unos tres meses. Unos carteles bien confeccionados jugaron con la canción de María Elena Walsh y ciertamente fue casi una brujería de Bulubú el haber ganado las Paso en tan poco tiempo, a un precandidato tan instalado como el intendente en funciones Emilio Jatón.
Ninguna encuesta daba ganador al Dr. Poletti, ni siquiera en una pelea con Jatón. Unas lo hacían con más votos que la candidata de otra línea radical, Adriana Chuchi Molinas, y otras con menos cruces en la boleta única que la dirigente del sector de José Corral, aliado a Maximiliano Pullaro. Los pronósticos eran Molinas y Poletti pescan en el mismo electorado y Jatón los aventaja. Nada de eso. El panorama era que no había margen para las sorpresas, pero lo hubo.
Con más de 45 mil votos, Poletti le sacó más de diez mil votos a Jatón, que sumó apenas 35.000. Es algo más de un tercio de lo que había logrado cuando los santafesinos lo hicieron intendente hace cuatro años, cuando orilló los 90 mil.
Tanto hay que reconocer el demérito en la estrategia de campaña de Jatón, que parece haber puesto pocos esfuerzos para las Paso, que el mérito del médico que ahora es el gran candidato a conducir la ciudad. Tras ganar la interna, Poletti sabe que la suma de los dos candidatos del peronismo en Juntos Avancemos no llega a 12 mil votos y hay otros 4 mil entre los justicialistas que fueron por fuera de ese espacio. Su rival del PJ se llama Ignacio Martínez Kerz y es la tercera vez que busca llegar a ese cargo esquivo. Habrá que ver si consigue más apoyos esta vez y —sobre todo— si logra llevar al ex director del Cullen al terreno del debate sobre la ciudad, que el concejal conoce a la perfección.
Alguien podrá decir que Jatón, que llegó del periodismo televisivo a la política, primero como senador por La Capital y luego como intendente, debió ahora tomar “de su propia medicina”, porque alguien ajeno a este terreno lo desplazó de la candidatura a un nuevo mandato. Pero lo cierto es que el jefe del Departamento Ejecutivo Municipal dedicó la mayoría de sus apariciones de propaganda (no tanto en las entrevistas) a fortalecer a los candidatos de su propio espacio. Nacía el jatonismo, “pero entonces llegó el doctor”. Y no fue solo Molinas quien lo sufrió sino el propio titular de la sede municipal de calle Salta.
Barletta celebra
Un enfrentamiento puramente doméstico, el de los ex intendentes José Corral y Mario Barletta, generó en parte el fenómeno Poletti.
El ex embajador argentino en Uruguay, junto al diputado provincial Julián Galdeano, son los radicales hacedores de la candidatura de Carolina Losada en 2021 que la llevó a ser la número tres de la Cámara de Senadores de la Nación. Tercera en la línea sucesoria presidencial. Ahora no tuvo la elección que se esperaba frente a Pullaro pero entre las personas que estuvieron junto a ella en la foto está la cara regordeta y simpática del médico.
En grupos de Whatsapp de santafesinos alejados de la política hubo un texto que circuló bastante en la semana previa a las elecciones. Decía que Poletti era “el único que alguna vez laburó”. El juego de la no política, que alguna vez benefició a Jatón, cambiaba de lado. Pero ni las encuestas, ni quienes rodean al intendente lo advirtieron a tiempo. Tampoco la diáspora del socialismo y sus desprendimientos, que han perdido presencia militante.
Para Barletta, presente en el búnker de Poletti, fue una noche de celebración especial. Su candidata a gobernadora tampoco logró una buena elección en la capital provincial, pero el hombre del guardapolvo blanco superó a todos los candidatos de las demás categorías electorales. El ahora aspirante a la intendencia por Unidos por Santa Fe tuvo más votos que Pullaro, que Losada y más del doble que Corral en la boleta de diputados provinciales.
Noche fría para Jatón
Entre las 18 y las 22 fueron horas largas en el oficialismo municipal santafesino, había pocas mesas escrutadas de forma provisoria, poco representativas, y Jatón siempre figuraba debajo de Poletti. Parecía una rareza a revertir, pero “la Matanza” nunca entró.
Las dos horas siguientes, hasta que se contaron unos 15 puntos del total de locales de votación, la tendencia comenzó a ser algo más clara y para Jatón ya era cuestión de tiempo cuándo salir a reconocer la derrota.
Lo hizo bastante más tarde que la felicitación de Losada a Pullaro. Pero para las 22 los votos ingresados al sistema se contaban por unos pocos miles.
Creer en las encuestas
El intendente había recibido números esta semana. Los mejores le daban una ventaja de hasta 14 puntos, los peores una distancia cómoda de 7. Sobre todo si se piensa en que la campaña del jefe del Ejecutivo de la capital provincial se enfocó especialmente en que su figura hiciera fuertes a sus precandidatos para el Concejo Municipal y para la Cámara de Senadores. Poco y nada de su propia gestión.
“Creíamos que la elección fuerte venía después de las Paso. Ese fue nuestro error”, confió un colaborador cercano que ahora asegura que habrá total colaboración con el ganador de la interna.
