Por qué alguien que hace once años es senador provincial y podría renovar su banca en 2023 por otros cuatro más sin sobresaltos, de repente se anota en una precandidatura a gobernador de Santa Fe casi en soledad, sin respaldos que lo potencien ni un conocimiento popular por fuera del departamento que representa, Iriondo.
Para sumar incertidumbre, Hugo Rasetto se presenta como Jesús, como algunos cercanos lo llaman, el mismo nombre que aparece en segundo lugar en su DNI, pero que hasta ahora no había usado en su carrera política. Dice que es un tardío homenaje a su madre que eligió ponérselo en medio de una promesa. Ahora quiere que ese sea el sello de su campaña para aspirar a la Casa Gris.
Jura que su postulación no tiene que ver con una estrategia electoral ni es un lanzamiento oportunista ante la posibilidad de que Carolina Losada no sea finalmente candidata para la Gobernación, ni se debe a que el otro senador nacional por la provincia, Dionisio Scarpin, haya sido recientemente bendecido por Mauricio Macri, también para ser gobernador. Acepta que con el único que habló antes de hacer pública su decisión fue con el armador de Juntos por el Cambio en la provincia, el diputado Julián Galdeano, aunque éste no se pronunció públicamente sobre el tema.
“Alguien tiene que representar al espacio”, le contesta a Suma Política, mientras se pone a reparo de la posibilidad de que a último momento la estrella de la última elección santafesina decida privilegiar sus preferencias por Buenos Aires, cumpliendo con su mandato de senadora por Santa Fe hasta el 2027 o jugar en alguna candidatura nacional, y dejar a la oposición en la provincia sin una carta supuestamente ganadora.
No es un dato menor que más que planes de recorrida por los pueblos de Santa Fe, Losada tendrá que ocuparse de organizar su casamiento con el senador formoseño Luis Naidenoff para el próximo mes de abril. Y que además está entre los nombres que se barajan para alguna de las fórmulas presidenciales de su sector político.
“No tiene que ver con lo que le pasó a Carolina con su hermana (la polémica por la designación de Georgina Losada en el Senado), que afectó su imagen, ni con que Scarpin se va con Macri”, comenta como desentendido Rasetto. “Hace un tiempo largo que tomé esta decisión. Carolina puede decidir más cerca de las elecciones, pero yo no puedo esperar”, asegura consciente del trabajo de instalación que tiene por delante.
Sin el carisma de la senadora ni su alta popularidad televisiva, el senador provincial ostenta el haber hecho la escuelita de la política: fue miembro de la comisión comunal de su pueblo, Salto Grande, en 1991, después presidió esa comuna por tres períodos, de 1993 a 1999, fue candidato a senador por su departamento tres veces, en 1999, 2003 y 2007 —siempre perdió con el histórico dirigente radical hoy fallecido Norberto Betique—, y recién obtuvo una banca en 2011. Ahora va por su tercer mandato y todo indica que no tendría problemas en ser reelecto.
Rasetto ingresó al Senado provincial por el Frente Progresista, pero en 2018 fue separado, según algunos de sus colegas, o según él se alejó del bloque que compartía con otros senadores de la UCR ya que fue el único legislador que no apoyó el rechazo a la eliminación del fondo sojero, al recorte al subsidio al transporte y a la eliminación de la tarifa social energética. Ya había planteado su pertenencia a Cambiemos y defendía las políticas del entonces presidente Mauricio Macri.
Actualmente preside un bloque unipersonal y se jacta de ser el único senador que tiene Cambiemos en la provincia. El resto ingresó cuando ya se había formado Juntos por el Cambio.
Un anuncio sorpresivo
El martes 11 el senador convocó a los periodistas a la Casa del Senado en Cañada de Gómez, cabecera de su departamento, para una conferencia de prensa. El anuncio venía precedido de expectativa por la circulación previa de una placa por WhatsApp con tres palabras, una debajo de la otra, cada vez con menor cuerpo de letra: “Jesús Rasetto Gobernador”.

En su cuenta de Twitter de 700 seguidores no fue tan explícito. Escribió recién al día siguiente del anuncio: “Con la esperanza inquebrantable, comenzamos la marcha para resolver los problemas de y con cada uno de los santafesinos”.
Los periodistas que lo conocen no salían de su asombro, tal vez por eso la insistencia en preguntas con las que intentaron que explique la decisión y que sea creíble. El diálogo fue un ejemplo de cómo preguntar y repreguntar, en medio de una pequeña sala repleta, con el senador de pie, y una mesa con empanadas, sandwichitos de miga y gaseosas.
A los principales interrogantes contestó con modestia y pocas precisiones:
—¿Por qué lo hace?: Es un deseo personal y político irrefrenable. Hay una falta de generación de empatía con la ciudadanía, de andar por el llano, de entender y comprender cuales son los problemas cotidianos de los ciudadanos. Hay un espacio limpio y transparente que nadie cultiva.
—¿Cómo va a hacerse conocido en el resto de la provincia?: No tengo encuestas, me largo a recorrer cada rincón con el cuerpo y el alma. Empiezo por San Genaro y Las Rosas.
—¿Esta precandidatura implica su renuncia a ser senador a partir de 2023?: Iremos viendo cómo vamos construyendo el camino de este largo recorrido de esperanza.
—¿Tiene compañero de fórmula?: No, estamos recién comenzando. Para eso habrá tiempo.
—¿Quien lo apoya?: Los apoyos fundamentales son de la ciudadanía. La alianza tiene que ser con los santafesinos.
—¿Con quiénes va a trabajar en los otros departamentos?: En el camino se van a ir construyendo las representaciones que van a legitimar a cada departamento.
—¿Cuál es su propuesta de campaña?: Lo más relevante es tener contacto personal con cada santafesino.
Al margen de estas definiciones, algo que sorprendió de esta presentación sorpresiva del senador Rasetto fue que no dedicó ni una frase a criticar al actual gobierno de Omar Perotti, contra el que se lanza a competir. “No es mi estilo”, “Para eso habrá tiempo” y “No parto en función de otros”, fueron las frases que utilizó para esquivar el tema.

A la hora de identificar modelos de gobernador no se quedó corto: dijo estar honrado de que lo comparen con el estilo de gestión de Miguel Lifschitz, a quien eligió junto a Carlos Sylvestre Begnis como los dos mejores gobernadores que tuvo esta provincia. Con este último por ahora sólo lo une el lugar de nacimiento, Salto Grande.
Una especie de libre pensador en la política santafesina, a Rasetto nadie le baja el perfil. “Ingenuo no es, y si vio el hueco para mandarse, después verá qué hacer y para qué le da”, comentan algunos de sus colegas de Legislatura, que afirman que su postulación no es por plata, ya que pertenece a una familia poseedora de muchas hectáreas de campo.
Una anécdota que define su carácter visceral lo sitúa dentro de un auto oficial viajando junto a un gobernador socialista, yendo a un acto. Antes de llegar se armó una discusión y el senador se tiró del vehículo en movimiento. Llegó más tarde a la ceremonia cubierto de tierra.
En la provincia, Rasetto escaló a nivel periodístico dos veces: la primera en 2016 cuando un abogado de Cañada de Gómez lo denunció por el presunto delito de desviación de fondos de subsidios del Senado hacia una fundación que estaba fuera de su departamento, en Villa Gobernador Gálvez. Según el abogado se trataba de una fundación inexistente porque en el lugar declarado había un taller mecánico.
Más recientemente, su par en el Senado y también radical Lisandro Enrico denunció que un abogado del capitalista de juego clandestino Leonardo Peiti extorsionó a Rasetto, quien había advertido la actividad de casinos clandestinos en el departamento Iriondo. El abogado le habría pedido 70 mil dólares para bajar una denuncia en su contra.
Hace unos meses, cuando desde Cañada de Gómez se repuso el servicio de trenes a Rosario, Rasetto no lo celebró. Reclamó obras de mayor relevancia para la zona como acueductos, gasoductos y rutas, más acordes a la millonaria recaudación por retenciones que el gobierno nacional recibe de la región. “Por lo que se llevan, tendrían que inaugurar el tren bala”, sentenció.

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Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la UNR. Ex jefe de Redacción de La Capital. Twitter: @DanielAbba_
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