La sorpresa formó parte del anuncio y seguirá siendo una regla en el funcionamiento del nuevo frente que por ahora integran cinco gobernadores –de Santa Fe, Córdoba, Chubut, Jujuy y Santa Cruz- y que emerge como un grito federal que se quiere hacer oír entre las voces que ejecutan libertarios y kirchneristas.
Al gobernador Maximiliano Pullaro le preguntaron si quería que la reunión después de la cual se anunció el nuevo espacio político nacional se hiciera en la Casa de Santa Fe en Capital Federal. Dijo que no, y lo justificó con una idea que pretende marcar un estilo en la acción del naciente bloque.
Nadie tenía que salir beneficiado del acuerdo, por lo que no era lo más conveniente que fuera una provincia grande la que se ofreciera como sede. Fueron descartadas por eso Santa Fe y Córdoba, que por peso propio se erigen como los dos territorios más potentes de la liga. “Está bien que sea Chubut”, coincidieron rápidamente todos.
Deliberadamente no hubo anuncios previos. Nadie supo que se hacía. El encuentro de gobernadores empezó a trascender, pero no llamó la atención que se juntaran en tiempos donde se aprobaron dos leyes gestadas por los gobiernos federales para recuperar la distribución de fondos que fueron suspendidos por el gobierno de Javier Milei y que ahora pretenden ser vetadas.
Intencionalmente dejaron correr el rumor de que se habían reunido para avanzar en una estrategia que se opusiera al rechazo que el gobierno nacional pretende para las dos leyes que intentan recuperar recursos para las provincias provenientes del tesoro nacional, en un caso, y de los que se recaudan a través del consumo de combustibles en todo el país, en el otro.
Cuando hicieron el anuncio a los medios, el tema fue otro y creció: se trataba de la formación de un bloque que se propone cambiar el mapa político del país. Ese tono de sorpresa es el que van a sostener en sus nuevas apariciones, que probablemente sean también con la difusión de un comunicado.
Por el momento, los gobernadores no van a dar notas sobre el tema a los medios, en un casi forzado perfil bajo. Tampoco definieron los nuevos encuentros ni los temas nuevos. Por ahora tienen asuntos sobre los que trabajar.

Qué pasa con Buenos Aires
A futuro se pueden sumar otras provincias, aunque reconocen que es “un tema a resolver” la posible integración de representantes de CABA y provincia de Buenos Aires.
Lo que los gobernadores que dieron nacimiento a este nuevo frente tienen claro es que no se trata de sumar voces demasiado enfrentadas con el presidente actual. Parecen descartados Facundo Manes y Martín Lousteau, por ejemplo, a pesar de tener sintonía política con algunos de los mandatarios radicales.
“La idea es que sean hombres de gestión que representen al sector productivo. Ser un eje de futuro y no ser una oposición dura”, explican a quienes intentan discernir los límites del encuadre político. Lo que está suficientemente claro es que ninguno simpatiza con la mirada populista del kirchnerismo ni tampoco se conforman sólo con que haya orden en la macroeconomía. Quieren representar la sensibilidad del campo y el sector productivo a los objetivos nacionales.
Desacomodó al gobierno
El sorpresivo armado y anuncio del nuevo espacio político sorprendió al gobierno nacional. Al día siguiente seguía el desconcierto en Balcarce 50, según coincidieron en señalar distintas fuentes. Al principio esa no reacción parecía ser una estrategia para ningunear el anuncio. Pero no fue así.
Así lo reflejan los intentos que hubo por revertir el frente de gobernadores. Varios referentes de la Casa Rosada buscaron interlocutores para hablar. Se invirtió por algunas horas la dirección de interés: hasta ese momento eran los gobernadores los que sondeaban a interlocutores del gobierno para resolver sus inquietudes.
“Este gobierno de Milei prometió mucho y no cumplió. Y vemos que no va a cambiar nada, porque tiene un problema de gestión, de saber cómo relacionarse, de entender los problemas del país real, los del interior productivo”, recitan desde las provincias.
Conocidas las primeras repercusiones del lanzamiento federal, los gobernadores comenzaron a corregir algunas interpretaciones: “No subestimen la mirada, esto no es para las elecciones de octubre”. Se refieren a que ninguno de los gobernadores involucrados necesita de este bloque para mejorar su performance electoral en sus provincias. Cada uno tiene espalda suficiente para no sentirse debilitado y necesitar el respaldo de otras provincias.
“La intención es no dejar al azar toda otra interpretación que no quiera volver al pasado y no esté satisfecha por el gobierno actual. El eje es el campo, la energía, el litio”, dicen para graficar en una mirada que piensa más en el 2027 que en el corto plazo.
Una primera consecuencia doméstica de este acuerdo entre gobernadores se verá en las listas de diputados que se inscribirán el 17 de este mes en Santa Fe. El sector de Juan Schiaretti, denominado Hacemos, estará representado en las boletas de Unidos y no en las del PJ.

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Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la UNR. Ex jefe de Redacción de La Capital. Twitter: @DanielAbba_
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