El empresario bursátil Claudio Iglesias concretó en cinco cuotas el pago de 160 mil dólares para que el juez federal Marcelo Bailaque desactivara la causa penal por lavado de activos que se había armado en su contra. El cobrador de ese dinero fue el empresario financiero Fernando Whpei. En su declaración como imputado colaborador Whpei contó ante cinco fiscales las ocasiones en que él mismo entregó el dinero al ex juez federal de Rosario. Aseguró que una vez fue en una mesa del restaurante Pampa mientras ambos almorzaban un viernes a mediodía. El financista dijo que puso 45 mil dólares adentro del estuche de cartón de un vino y se lo pasó al ex magistrado.
En otra oportunidad, según quedó en el registro audiovisual de la declaración de Whpei, fue adentro de su camioneta Mercedes Benz, con su chofer como testigo. Sostuvo que ocurrió el día de su cumpleaños, el 23 de mayo de 2023, frente al restaurante del Colegio de Escribanos, donde se organizó el festejo al cual el juez estaba invitado. Comentó que él mismo le extendió el dinero a Bailaque, que estaba sentado en el asiento de atrás del vehículo. Aseguró que antes le había pedido al chofer que contara 25 mil dólares y los pusiera en un sobre.
¿Puede ser esta declaración una falsedad de una persona que busca un beneficio, abrumado a tal punto por la evidencia en su contra que acepta confesar? Puede ser. Pero también es un riesgo enorme si lo encuentran en un falso testimonio. Primero porque en este caso Whpei puede ser condenado por un nuevo delito. Pero además porque de haberlo hecho pierde el favor que la ley otorga a un arrepentido y quedaría expuesto a la sentencia más rigurosa.
Eso le hicieron saber a Fernando Whpei antes de que éste revelara cómo se concretó el chantaje contra los empresarios bursátiles Claudio Iglesias y Jorge Oneto. Lo que se gestó fue una causa penal en el juzgado de Bailaque contra ambos por lavar dinero del narcotráfico a raíz de una denuncia anónima. La causa se inició con un informe fiscal desfavorable a los empresarios generado por el ex director regional de AFIP Carlos Vaudagna. El rol de Bailaque fue impulsar la causa, concentrar él mismo la investigación sin delegar a los fiscales y luego desincriminar a los dos acusados. El de Whpei fue cobrarle a Iglesias el dinero para congelar la causa. Por estos delitos los tres implicados tienen una causa penal en marcha.
Whpei contó con detalles cómo se armaría la maniobra, cómo le explicó Bailaque en su casa la evolución que tendría la causa y cómo se debía trasladar el dinero a percibir. También reveló cómo él le hizo saber a Iglesias que debería pagar para que la causa en su contra no avanzara.
El 1º de noviembre de 2019 fueron a almorzar Whpei y Bailaque al restaurante Pampa de Moreno y 9 de Julio. Al terminar de comer, allí mismo Whpei le pasó a Bailaque 45 mil dólares cobrados a Iglesias dentro de un estuche de cartón de una botella de vino. “Me dijo que acababa de hacer allanamientos a Iglesias y que no iba a cambiar nada de lo sustancialmente hablado”, reveló Whpei que le dijo el ex magistrado. La intención, aclaró, era llevar tranquilidad a Iglesias en el sentido de que el trámite penal en su contra no avanzaría.
En septiembre de 2021, en el Museo de la Democracia —Santa Fe y Sarmiento—, Iglesias entregó a Whpei 85 mil dólares que el financista dijo se llevó a su casa. Unos días después se encontró con el juez. “Fuimos a comer a Pampa y de ahí fuimos a mi casa”, dijo Whpei.
“Quedaba un saldo de 25 mil que Iglesias me entrega en 2022. Cuando yo lo voy a entregar Bailaque me dice: Quedátelos vos porque estoy siendo investigado por los fiscales Edery y Schiappa Pietra y tengo miedo que me allanen”.

Hubo otro pago la noche del festejo de un cumpleaños de Fernando Whpei. “El 24 de mayo de 2023 en el Colegio de Escribanos en Córdoba al 1800. Me dice en un encuentro llevame a tu cumpleaños el saldo que quedó pendiente. Tengo un chofer que me acompaña de toda la vida llevándome a mí y a la familia. Había dos invitados de Buenos Aires que íbamos a buscar en Puerto Norte en una camioneta Mercedes”.
“Le dije a mi chofer: En la gaveta de la puerta del conductor hay 25 mil dólares. Contalos si está bien y después te digo qué hacemos. Andá a buscar a dos amigos a Puerto Norte mientras me pego una ducha y vamos a buscar a Bailaque a la casa”.
Siguió el relato de Whpei ante los fiscales federales. “Vamos entonces al Colegio de Escribanos y paramos en doble fila porque no había lugar para estacionar. Les pido a mis dos amigos que vayan entrando. Cuando bajan del auto le digo a Alfonso: Alcanzame el sobre que tenés ahí… Yo estaba sentado de acompañante del conductor y él (Bailaque) estaba sentado atrás mío. Le doy el sobre hacia el asiento de atrás y él se lo guarda en su abrigo. Bajamos los dos hacia el cumpleaños. Alfonso siguió para estacionar. Él es testigo del hecho”.
Whpei recordó que ese dinero cedido antes de la fiesta lo había cobrado un año antes, pero que el juez Bailaque le había pedido expresamente que lo retuviera y no se lo diera. “Quedaba un saldo de 25 mil dólares que Iglesias me entrega en 2022. Cuando yo lo voy a entregar Bailaque me dice: Quedátelos vos porque estoy siendo investigado y tengo miedo de que me allanen”.
Se refería a los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, que habían sido quienes en 2020, en el alegato final del juicio contra el empresario criminal Esteban Alvarado, habían pedido al tribunal que solicitara el envío de las constancias del juicio al Consejo de la Magistratura de la Nación para que investigara omisiones precisamente de Bailaque en una causa contra Alvarado que había tenido a su cargo. Fue este caso el que impulsaría, en 2024, el pedido de destitución.
Al menos antes de que éste se declarara arrepentido, Whpei y Bailaque reconocieron ser estrechos amigos. En la audiencia de imputación penal los fiscales federales revelaron que ambos hicieron un viaje juntos a Chile en abril de 2024 según constató la Dirección Nacional de Migraciones. En 2021 el magistrado autorizó que fondos millonarios de la Cooperativa de Trabajadores Portuarios de Puerto San Lorenzo y Puerto San Martín, bloqueados por una investigación judicial contra sus directivos gremiales, fueran invertidos en el grupo Unión, que controlaba el financista. El magistrado argumentó el pase de fondos de una cuenta en el Banco Nación a una mutual en que era la mejor forma de mantener el valor de los montos inmovilizados por la mejor tasa de repago que ofrecía. Los fiscales señalaron que es inusual que depósitos bloqueados en una causa penal no se radiquen en la cuenta de una entidad oficial. Y que hayan terminado en la entidad administrada por un amigo del juez.



































