Otra semana crujiente en la política nacional; este martes, Javier Milei celebró su año de gobierno en cadena nacional reafirmando el rumbo, prometiendo ajuste infinito, y anunciando una recuperación de la actividad económica y el salario de los argentinos que encuentra respaldo sólo en la amañada numerología libertaria. Los datos oficiales indican lo contrario. Con todo, el éxito relativo de la baja de la inflación —2,4 por ciento fue el índice de precios de noviembre, el menor en cuatro años—, es palpable, al ritmo de una asombrosa baja del dólar informal, el guiño de los organismos internacionales, el triunfo de Trump en Estados Unidos, y de una estabilidad macro económica, con el riesgo país por debajo de los 700 puntos, que alienta un clima de época favorable para la Casa Rosada.
Pero no todas son buenas noticias para Balcarce 50. Como anticipó Suma Política, finalmente el caso Edgardo Kueider y los 200 mil dólares en la triple frontera hicieron caer el llamado a sesiones extraordinarias en el Congreso. Los gobernadores se quedan sin el ansiado Presupuesto para 2025 y en la noche del martes, con el discurso presidencial, se enteraron de que quedarán librados a su suerte y deberán “competir” entre sí, ofreciendo mejores condiciones impositivas para lograr las prometidas inversiones que, al día de hoy, califican entre modestas o directamente inexistentes.
En ese plano, se presume, las tres grandes de tierra adentro (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe), y la Ciudad de Buenos Aires, contarían con ventaja objetiva ante los territorios más despoblados y desprovistos de recursos que componen los 24 distritos.

Los caprichos de la agenda de la semana esta vez le dejaron a Cristina Kirchner su acto de asunción como presidenta del PJ (en la universidad UMET del barrio de Congreso) justo 24 horas después de la cadena nacional de Milei. CFK analizó con detalles la deriva del modelo económico financiero presuntamente exitoso de Milei y dejó frases picantes; “Milei vive en Disney” y, entre otros, a modo de explicación de la mansedumbre social con el ajuste más grande de la historia, “la sociedad argentina está aceptando un ajuste violento, siempre que no me toque…”.
Con un agradecimiento explícito, le volvió a tirar un centro al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, su fallido competidor de la interna y que terminó por aceptar la presidencia de Cristina, aunque por ahora no se mostró con la nueva conducción. Tampoco se mostraron este miércoles los otros gobernadores peronistas: la ausencia más sonora, Axel Kicillof, de la provincia de Buenos Aires.
Luego de la foto conjunta de los tres principales dirigentes del PJ el último lunes, en Moreno —Cristina, Axel y Sergio Massa—, el empantanamiento en el vínculo con el gobernador de Buenos Aires continúa, pero “se va terminar acomodando, no hay otra posibilidad”, auguró una fuente privilegiada, que integra el “nuevo” PJ, a Suma Política.
El punto más complejo a resolver en esa relación es sobre el lugar que debería ocupar CFK. Si correrse a un rol más ornamental, secundando a la figura con más probabilidades de encabezar la presidencial de 2027, Axel Kicillof —como quiere el axelismo— o si, por el contrario, “el kirchnerismo soy yo”, y “tengo distintos hijos políticos”, entre los que obviamente está Kicillof. Con ese principio, el que claramente motoriza CFK, los “candidatos” los decide el movimiento, en cada momento, y según buen (o mal) entender de la conductora, y el respaldo popular de su liderazgo.
Ante la consulta de Suma Política sobre cuál de las dos soluciones sería mejor para las chances de supervivencia política del peronismo, empezando con las elecciones de 2025, la respuesta de varios dirigentes fue coincidente: “No sé”.
Entretanto, y con la confirmación de que el Congreso quedará de vacaciones hasta marzo, este jueves tomará forma la sesión especial pedida por UxP buscando expulsar al senador Kueider (Entre Ríos). Tanto la vicepresidenta Victoria Villarruel como el bloque del PRO (en la persona de Luis Juez) y un sector del radicalismo, prefirieron no esconderse y posibilitar la sesión, dando quórum.
Se sabe, ninguna fuerza política por sí sola puede poner en marcha la rueda del Senado, sentando a 37 miembros. Tampoco UxP, que cuenta con 33 miembros. Con todo, este jueves se sacarán chispas en el recinto, pero es posible que UxP no consiga los dos tercios de los presentes para perfeccionar la expulsión de Kueider, ni tampoco la opo-oficialismo conseguirá la solución liviana que propondrá: una suspensión por los meses del verano, y hasta el 1º de marzo del próximo año, para el senador pescado infraganti.
Para el peronismo, una suspensión durante el verano, cuando en los hechos todo está suspendido, resulta una obvia maniobra de encubrimiento y para ganar tiempo. Todos saben —y aceptan— en el Senado que Kueider no vuelve más a la Cámara alta, pero la guerra está centrada ahora en la sustitución de esa banca, y como pagar más o menos costo político por el acto de “coimas” —ya hablan en esos términos desde el peronismo—. La ley Bases quedará “tocada” por el voto decisivo del entrerriano, y en el futuro nunca se sabe a dónde pueden llevar los laberintos políticos del antiguo palacio.




































