La novela de la Ley Bases sumó otra semana de enredos en el Senado y retrocedió varios casilleros. La iniciativa del gobierno nacional que llegó hace ya tres semanas al plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales, con el impulso de una media sanción obtenida casi con comodidad en la Cámara baja (más de 140 votos) a resolver lo que parecía un trámite, se fue empantanando. Y con un agravante: en el frente de los tantas veces alardeados “38 votos”, esas lucecitas verdes que LLA y el PRO creyeron ver, con el correr de los días algunas se han ido apagando.
La oposición, a la defensiva hasta la última semana, se dedicó a sumar argumentos, expositores y estirar los tiempos; el oficialismo, casi sin hablar, gastó su energía en “apurar” a los expositores porque, presumía, todo era cuestión de que madure el plenario, dar el golpe de nocaut en comisiones, firmar el dictamen y, tras cartón, preparar el recinto para la semana inmediatamente posterior.
Pero esta semana, que iba a ser la más fértil para la Casa Rosada, terminó en crisis política. Las firmas para el dictamen no están, los pedidos de reformas de artículos de parte de senadores (por caso Martín Lousteau y Edgardo Kueider) que lo hicieron expreso en el plenario de comisiones, se acercan a 60 artículos sobre un total de 300 que contiene la media sanción. “¿Cómo sigue la dinámica de este plenario?, nosotros hicimos planteos de cambios, en mi caso de 40 artículos, ¿quién analiza la propuesta? ¿quién contesta sobre estos planteos y cuándo?”, fueron las últimas palabras del porteño Lousteau en el Salón Azul, el último miércoles cuando promediaba la tarde. La respuesta de la conducción del plenario fue “vamos a cuarto intermedio para la semana que viene, con fecha a determinar”.
En las últimas horas de este viernes, una voz autorizada del despacho del senador radical por CABA contó a Suma Política que la situación sigue siendo igual al momento del parate del plenario. El dictamen está estancado, nadie negocia nada por el lado del gobierno, y la crisis política —nacida, en parte, por el fracaso hasta ahora de la Ley Bases— ya escala a nivel nacional y atraviesa a todo el oficialismo.
Fue el propio Milei quién dijo en una entrevista televisiva a un periodista amigo (de La Nación+), el último jueves, que la “Ley Bases puede salir o no”, y que, si no sale, todo el gabinete quedará en revisión “porque Bases era un hito a cumplir, si no se cumple se revisan los funcionarios”. El funcionario que está en la práctica ya ido del gabinete es el jerárquicamente principal, Nicolás Posse, jefe de gabinete de ministros. Milei lo nombró en la entrevista televisiva del jueves y lo puso al borde de la salida.
Otro que no podría ya durar, quedaría muy desgastado si fuera que la media sanción efectivamente no atraviesa el Senado, es Guillermo Francos, que se distinguió como vocero inconsistente de la Casa Rosada en el Palacio. Francos dijo varias veces que “esta semana sacamos dictamen, tenemos 38 votos”. Azorados, colegas y asesores de distintos senadores, se preguntaban en voz baja por los pasillos del Palacio en los últimos días “¿qué quiso hacer Francos dando unos números que no tienen? Nunca vimos algo así en décadas, lo que hay que hacer es justamente lo contrario, no mostrar lo que realmente tenés, y mostrarlo al final, cuando vas a sesión”.
El atascamiento de la Ley Bases en el Senado, como se anticipó en otra columna de Suma Política, no se explica únicamente por la decisión de un puñado pequeño de senadores que está oscilando entre apoyar o no la propuesta en general que llegó de Diputados con media sanción, sino en todo el clima político: el que llega de la Cámara baja, en el tras los muros del Palacio, en los territorios de las distintas provincias —como Misiones, que hoy vive una rebelión salarial creciente— y también en la macroeconomía. Esta semana el control férreo, que hacía gala de un presunto poder político de la variable dólar (blue) se le fue de las manos al equipo económico y avanzó casi un 30 por ciento.
“Los gobernadores están empezando a retroceder en el apoyo al gobierno nacional. Lo de Misiones puede saltar a otras provincias y ya empiezan a aceptar que las promesas de soluciones particulares (provincia por provincia) son sencillamente una mentira, les prometen pero lo luego no les mandan nada”, sintetizaron ante Suma Política desde el despacho de José Mayans, que conduce el interbloque de Unión por la Patria (UxP).
El bloque peronista, con todo, no se quiere dar ganador de la larga pulseada, aunque percibe que en la última semana dio pasos adelante. Ya hablan de que tienen “35 rechazos”, y no los 33 estrictos que constituyen el bloque. Con uno más, 36, UxP sin bien no estaría en condiciones de ganar la votación (para el rechazo necesita 37, porque en caso de empate todo quedaría en manos de Victoria Villarruel) sí podría impedirle el quorum al oficialismo (Villarruel vota si hay empate, pero no se sienta en la banca si al interbloque oficialista le falta uno).
Plata para las universidades
Entre tanto, en Diputados, y tal cual se resolvió por amplia mayoría el último martes en el recinto (152 votos a 81) las comisiones de Educación y de Presupuesto y Hacienda se reunieron este jueves y avanzaron con los proyectos sobre actualización en el financiamiento universitario. Hubo cuatro dictámenes y la sesión quedó prevista para el próximo 4 de junio.
Los despachos fueron presentados por Unión por la Patria con 34 firmas (el de mayoría); el de La Libertad Avanza y el Pro con 26; el de la Unión Cívica Radical (en conjunto con Hacemos Coalición Federal, Innovación Federal y la Coalición Cívica) con 21, y el del Frente de Izquierda con 2 votos.
Hay muchas similitudes entre el dictamen de mayoría que emitió UxP y el de la UCR respecto a la actualización del financiamiento universitario. Sin embargo, también se diferencian.
En ambos casos, se propone la actualización de las partidas conforme al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 2024 y de forma bimestral. Pero en el caso de UxP integra a los sectores ciencia y técnica, desarrollo de proyectos especiales, desarrollo de institutos tecnológicos y extensión universitaria.
Además, desde la bancada peronista kirchnerista le exigen al Poder Ejecutivo restablecer todas las obras de infraestructura que se encuentran en ejecución, puntualizando sobre las cinco universidades nacionales creadas por ley en 2023.
A diferencia del dictamen de la diputada radical Danya Tavela, UxP propone la inmediata actualización de los salarios docentes y no docentes universitarios y el aumento de la cantidad y monto de las becas estudiantiles.
Por su parte, en el despacho del radicalismo, en palabras de su impulsora, “los aumentos son por paritaria nacional docente para no cambiar las reglas”. Del mismo modo —algo que no está en el dictamen de la oposición peronista— la realización de auditorías y su posterior informe al Congreso, pero no en el sentido que propone el Gobierno nacional sino para que “quede claro que las universidades no tienen nada que ocultar”.
El próximo martes 28 continuarán las reuniones de comisión en Diputados y la Comisión de Educación tratará el restablecimiento del Fondo de Incentivo Docente.
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