El peronismo rosarino y sus aliados están en plena etapa de reacomodamiento en el Concejo municipal. Tras el triunfo que obtuvo Juan Monteverde en las elecciones de junio de este año tendrá diez bancas, apenas una menos que el oficialismo nucleado en Unidos.
En esa lista ganadora ingresaron Monteverde y Antonio Salinas (Ciudad Futura), Norma López (PJ, Comunidad), Pablo Basso y María José Poncino (PJ, Movimiento Evita). De aquel momento de proyección de liderazgos y armonía interna, transcurrieron apenas seis meses.
Y pasaron cosas, como el cierre de listas de diputados nacionales y los resultados de esa elección. Hoy predomina la desconfianza entre el Evita y Ciudad Futura, y los contactos se circunscriben a un par de dirigentes por lado.
Las repercusiones podrían comenzar a verse en los armados en el Concejo rosarino. Al menos en la conformación de bloques e interbloque, aunque seguramente habrá coincidencias en el momento de las votaciones.
En primer lugar, de las diez bancas hay una que el PJ ya no la cuenta como propia. Y no la cuentan porque eso es al menos lo que viene pasando en todas las votaciones de un tiempo a esta parte.
No es lo único. Por estas horas hay una idea que predomina en algunos sectores del panperonismo: priorizar lo identitario y la homogeneidad por sobre la cantidad. Si esa posibilidad finalmente se cristaliza, y todo indica que sería así, el peronismo y Ciudad Futura no confluirán en un interbloque.
Esa movida se está hablando entre el Movimiento Evita, Comunidad e Iniciativa Popular. Son cinco ediles, lo que los constituiría en mayoría dentro del espacio. El Evita tendrá tres concejales y bloque propio, que presidirá Mariano Romero; lo acompañarán Pablo Basso y María José Poncino; Comunidad e Iniciativa Popular serán bloques unipersonales, con Norma López y Fernanda Gigliani, respectivamente.

“No tenemos nada contra Ciudad Futura, pero hoy la idea que predomina es reforzar la identidad peronista”, dice uno de los dirigentes que trabaja en este armado.
Desde Comunidad son más cautos: “Trabajamos con el Evita y también con Ciudad Futura, y siempre apostamos a la búsqueda de los mayores consensos posibles”. Rescatan asimismo “la unidad amplia que se alcanzó con Fuerza Patria, por más que algunas decisiones sobre candidaturas no las hayamos compartido”. Una referencia a la ausencia en la lista de Eduardo Toniolli (Evita), que aspiraba a renovar su banca en la Cámara de Diputados de la Nación y se quedó afuera.
¿Lo de los caminos separados ya es un hecho? Hoy, sí. Esta semana hubo reuniones entre las partes y no cambió nada.
Sin ascenso
Ciudad Futura mantendrá un bloque propio, como lo viene haciendo desde su llegada al Concejo. Desde diciembre estará integrado por cuatro concejales: Monteverde, Antonio Salinas y Julián Ferrero, que tiene dos años más de mandato. El cuarto nombre es el de la docente y gremialista de Amsafe Agustina Gareis, que reemplazará a Caren Tepp, electa diputada nacional.

Gareis está alineada políticamente con Sonia Alesso —secretaria General de CTERA— y fue tercera candidata en la lista de Ciudad Futura en 2023, oportunidad en la que el sector consiguió solo dos bancas. Eso le permite ahora acceder a una banca por los dos años que restan del mandato de Tepp. En aquel momento, Ciudad Futura abrió sus listas e incorporó a candidatos provenientes de sectores gremiales y sociales; el ingreso de Gareis no fue a título personal sino como parte de un acuerdo político con el gremio.
“Cuando asuma me voy a integrar al bloque de Ciudad Futura”, respondió Gareis ante la consulta de Suma Política. Esta confirmación descarta la especulación que había comenzado a circular en el Concejo de que Gareis podría formar su propio bloque y sumarse a un interbloque con Ciudad Futura, ya que no es parte de la estructura política de la agrupación. No será así y Ciudad Futura tendrá un bloque con cuatro integrantes.
Otro dato que arrojan los reacomodamientos en el panperonismo es que Monteverde no podrá pelear por la presidencia del Concejo, una idea que apareció en el escenario después de su triunfo en las elecciones de junio. Si bien ya era un objetivo difícil de alcanzar con el peronismo alineado, en este contexto ni siquiera forma parte de las especulaciones.

La número 10
La décima banca es la de María Fernanda Rey, que ingresó en 2023 en las listas del perottismo y estos dos años integró ese bloque junto a Lisandro Cavatorta y Julia Irigoytía, quienes en las últimas elecciones armaron una lista por fuera del PJ oficial y no consiguieron renovar sus bancas.
Rey le dijo a Suma Política que tendrá un bloque unipersonal —Bloque Justicialista—, y que aún no definió si será parte del interbloque. Pero acá surge una cuestión: dentro de los cinco ediles del panperonismo, hay quienes prefieren que esté afuera. Le reprochan su cercanía con el oficialismo de Unidos y, básicamente, que acompañó los proyectos del Ejecutivo con su voto. “Nuestro perfil es opositor”, advierten quienes no quieren que se sume.
Es más, uno de los peronistas que recorre los pasillos y despachos del Concejo, y que prefiere que no sea parte del interbloque del peronismo, asegura que Rey en más de una ocasión quiso sumarse a las filas de Unidos.

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Periodista. Cofundador y editor de Suma Política. Ex secretario de Redacción del diario La Capital. En Twitter: @rpetunchi
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