El Senado de la Nación le dio golpes muy relevantes este jueves a la Casa Rosada. El primero, con la anulación ya definitiva —luego de que hiciese lo propio Diputados— de cinco decretos desregulatorios que tenían letal incidencia en el INTA, el INTI, Vialidad Nacional, la promoción cultural y la Secretaría de Transporte; un segundo golpe al mentón de la narrativa presidencial fue la sanción definitiva de las leyes que protegen y promueven la financiación de las universidades nacionales y la conocida como “Garrahan”, que apunta centralmente a fortalecer ese hospital pediátrico modelo, el más grande y prestigioso del país.
Si algo tuvo de distintiva la sesión del jueves en la Cámara alta fue que las siete votaciones que se llevaron adelante (las que acabaron con los cinco decretos desregulatorios y las que sancionaron las dos leyes) salieron aprobadas con mayorías aplastantes: el 80 %, promedio, de votos positivos, o los cuatro quintos de los votantes presentes. Esto es completamente inusual en el Parlamento argentino, si se exceptúa el tratamiento de temas consensuados que se votan por unanimidad, algo que sucede en muy pocas oportunidades y por proyectos de relevancia menor.
El bloque que motorizó la sesión y concretó la goleada histórica fue el más grande de la oposición, Unión por la Patria, con sus 34 miembros presentes. En este caso con el acompañamiento casi completo, en todas las votaciones, del bloque de una dispersa UCR a nivel nacional, pero que en el Senado permanece bajo el mismo nombre y cuenta con 13 miembros.
Aunque el voto de los 13 radicales no fue absoluto. La rosarina Carolina Losada, que pertenece a ese bloque, en los últimos meses acrecentó un tardío fervor libertario luego de ser integrada al círculo mileísta a partir de la convocatoria que le hizo la Casa Rosada a la mesa chica de un fallido “Pacto de Mayo”. Y esta vez votó con el pequeño grupo libertario en seis de las siete votaciones. Solo acompañó la ola multipartidaria opositora al momento de sancionar la ley del Garrahan.


En la votación de los cinco decretos, como en la ley de financiamiento universitario, Losada se refugió con el pequeño grupo de libertarios junto a algún voto suelto provincialista que acompañó a la Casa Rosada.
Desde ya, los otros dos senadores santafesinos, el peronista Marcelo Lewandowski y el radical Eduardo Galaretto, con terminal política en el gobernador Maximiliano Pullaro, votaron siempre con la mayoría ganadora.
Los votos del Senado terminaron por sepultar los decretos que estuvieron craneados por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y que se tomaron en el marco de las facultades delegadas que le fueron otorgadas al presidente Javier Milei a través de la Ley de Bases.
El primer decreto en rechazarse fue el 462/25, el más extenso, con 80 artículos, publicado en el Boletín Oficial el pasado 8 de julio. La votación resultó con 10 votos a favor, 60 en contra y una abstención.
En las cinco votaciones, además de los seis miembros de La Libertad Avanza, estuvieron a favor de mantener los decretos la santafesina Carolina Losada, el misionero Enrique Goërling Lara, la cordobesa Carmen Álvarez Rivero y el formoseño Francisco Paoltroni.
El Ejecutivo nacional había dispuesto la disolución de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), del Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena y del Instituto Nacional de Semillas y la Comisión Nacional de Semillas; al mismo tiempo que una “transformación” del INTA, el INTI, el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) y el INPI (Instituto Nacional de la Propiedad Industrial).
El segundo decreto, el 345/25, publicado en el Boletín Oficial el 22 de mayo, fue rechazado por 13 votos positivos, 57 en contra y una abstención. Mediante esta medida, se había ordenado la disolución del Instituto Nacional del Teatro.
Asimismo, el decreto establecía la fusión del Instituto Nacional Yrigoyeneano y el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas en una única unidad organizativa para “optimizar la administración”.
Otros cambios desregulatorios tenían que ver con quitar autarquía o bajar la jerarquía a instituciones emblemáticas como el Instituto Nacional Sanmartiniano, el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón, la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, y la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares.
Por 12 votos afirmativos, 58 negativos y una abstención, también fue rechazado el decreto 351/25, por el cual se había dispuesto la “transformación” del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), un organismo clave para el esclarecimiento de delitos de lesa humanidad y la restitución de identidad de hijos de desaparecidos.
En tanto, por 13 votos a favor, 55 en contra y 3 abstenciones fue rechazado el DNU 340/25, que disponía una profunda desregulación del sector de la Marina Mercante Nacional. Sin embargo, el Juzgado Nacional del Trabajo N°3 declaró la inconstitucionalidad de los artículos 2 y 3, “en cuanto impone restricciones al derecho de huelga en numerosas actividades a las que considera como servicios esenciales”.
A su vez, desde los gremios del sector habían denunciado que el DNU “implica una entrega de soberanía al habilitar banderas extranjeras en el cabotaje nacional, destruye condiciones laborales, habilita la competencia desleal sin convenios colectivos y pone en riesgo la seguridad en la navegación”.
El último decreto delegado en ser rechazado, por 10 votos positivos, 60 negativos y una abstención, fue el 461/25, por el cual se modificaron organismos de la Secretaría de Transporte. Se establecía la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y de la Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial (CNTySV); y una “reorganización” de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y de la Junta de Seguridad en el Transporte.
A pesar de la abrumadora mayoría, no hubo sorpresas, salvo en el caso de la rosarina Losada. Tal vez porque luego de terminar el secundario en el exclusivo Colegio Alemán rosarino Goethe e incursionar sin éxito en la facultad de Ciencias Económicas de la UNR, Losada no quedó impregnada de un modo positivo por la experiencia educativa, política y cultural de atravesar los siempre complejos laberintos de la educación pública, gratuita y de excelencia que propone la universidad estatal de la Argentina. Una rara avis mundial, donde es fácil acceder, gratuito y sin cupos, pero luego es difícil mantenerse, aprobar las materias y progresar en la carrera.
Lo cierto es que la ahora senadora nacional por Santa Fe no pudo progresar en Ciencias Económicas de Oroño y 3 de Febrero de Rosario, y dejó la carrera. Luego, mudada con su familia a Mendoza, intentó estudiar turismo en la provincia del buen vino, pero también abandonó. Sus éxitos vendrían luego con su desarrollo como columnista y conductora de distintos proyectos televisivos y radiales, y luego con su pase a la política, donde tuvo un gran suceso y consiguió ganar una elección a senadora.


Desde diciembre de 2023, Losada integra el bloque de la UCR en el Senado nacional (13 miembros), pero sorprendió este jueves votando en soledad contra la ley “universitaria”, que aumenta partidas de funcionamiento y salariales para ese casi centenar de universidades nacionales en todo el país, que se encuentran en estado de colapso a propósito del sistemático vaciamiento económico que sufren, de manera aguda, desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada. La causa de la universidad pública es una causa histórica de la UCR.
Losada intervino para hablar antes de la última votación de la noche y fue contra el kirchnerismo, al que acusó de generar “militancia rentada”. “Cada causa justa de las que defendemos todos, necesita recursos reales”.
La senadora santafesina dijo que “la verdad es que me resulta muy incómodo votar en contra de leyes como voté hoy en algunos casos, pero yo no estoy acá ocupando este asiento para buscar un sillón cómodo en un lugar calentito donde me sirvan café. Nosotros tenemos que tener la responsabilidad por el todo, y esa responsabilidad no la vi en muchos discursos”, dijo, sintonizando con la línea libertaria.
Pero a pesar del duro discurso que estaba pronunciando, Losada aclaró que está a favor de declarar la emergencia pediátrica y en este caso votó a favor de la ley, porque es una ley acotada a un año, dedicada a mantener al Garrahan en un momento tan difícil. “Pero mientras tanto hay que resolver los problemas de fondo. Que no se van a resolver nunca si seguimos votando leyes que lo que hacen es sólo aumentar el gasto”, dijo.
“La gente no eligió el Plan Platita; con el Plan Platita les fue mal, perdieron las elecciones. Basta de hipocresía, por favor”, reclamó, y volvió a embestir contra el kirchnerismo afirmando que “han dejado un agujero enorme en nuestro país, y sin embargo para hablar tienen cara de piedra”. Carolina Losada sostuvo que “el ajuste no es un castigo; es ordenar las cuentas para que en algún momento podamos financiar todo lo que necesitamos financiar y nos vaya mejor. No dinamiten el esfuerzo enorme que está haciendo el pueblo argentino”. Y cerró: “No usen los problemas reales como excusa para golpear a un gobierno que fue electo democráticamente. Y no busquen problemas reales y causas nobles cuando lo que están buscando dar es un golpe de efecto”, culminó.
Continúa perteneciendo a la UCR, pero ¿de qué lado estará Carolina Losada en la próxima elección nacional en Santa Fe?. Allí competirán el color violeta, el peronismo y Provincias Unidas, el armado de los gobernadores que en la provincia lidera el gobernador Pullaro.
