Un puñado de niños practicaba deporte en la plaza, frente a la Legislatura, ajenos -como sólo ellos pueden serlo- a la solemnidad y tristeza que se respiraba puertas adentro. Mientras operarios colocaban la ornamentación velatoria en el hall del palacio, la escena adquiría un tinte cuanto menos simbólico: vida plena y en movimiento, frente a la frialdad de la muerte. Tal vez esa postal sea la que mejor ilustra el mensaje de superación y resiliencia con el que insistía Alejandra “Locomotora” Oliveras.
La boxeadora y convencional reformadora electa falleció a los 47 años tras sufrir un accidente cerebro vascular isquémico que derivó días más tarde en una embolia pulmonar masiva. Este martes, cerca de mil santafesinos le dieron el último adiós a la multicampeona argentina.
En paralelo, el fiscal provincial Ignacio Orio ordenó suspender la cremación del cuerpo, en el marco de una investigación iniciada a raíz de una presentación ante el Ministerio Público de la Acusación. En la misma línea se expresó el Ministerio Público Fiscal de la Nación, aunque la causa continuará tramitándose en la órbita provincial y podrían surgir novedades en torno al caso en las próximas horas.
Sentido homenaje del pueblo
Entre aplausos y gritos, los empleados de una casa velatoria local retiraron el féretro de la destacada deportista nacional. “Dale, dale, campeona”, fue la exclamación final que precedió a un crudo silencio, tras un velatorio que se extendió por más de cuatro horas y al que asistieron familiares, público en general, dirigentes políticos.
El ataúd, cerrado, estaba custodiado por las banderas de Argentina y Santa Fe, adornado además por una réplica del pabellón nacional, y con el correr de las horas también por las flores que iban dejando quienes cruzaban el umbral para rendir una respetuosa despedida. Estoicos, dentro del palacio, los hijos y seres queridos cercanos de Oliveras presenciaban el momento.
Como expresión de acompañamiento, coronas florales llegaron en nombre de los convencionales Ariel Sclafani y Caren Fruh, quienes ingresaron por la lista que encabezó Locomotora; del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio “Chiqui” Tapia; de la AFA; de la Municipalidad y el Pueblo de Santo Tomé; de Rosario Central y del Frente de la Esperanza.
“No pudo jurar, porque la vida le jugó una mala pasada”
Una sola excepción fue muy notoria respecto a los espacios políticos que asistieron al velatorio. Estuvieron presentes el presidente de la Convención, Felipe Michlig; los convencionales Joaquín Blanco, Pablo Farías, Francisco “Paco” Garibaldi y Lucas Galdeano, de Unidos para Cambiar Santa Fe. También Lucila De Ponti, Osvaldo Sosa y Facundo Olivera, de Más Para Santa Fe; Rubén Giustiniani por Activemos: Elisabet Vidal y Néstor Fandos, por la Libertad Avanza, y naturalmente los compañeros del bloque de Oliveras, Sclafani y Fruh, del Frente de la Esperanza.
Ningún integrante del bloque Somos Vida y Libertad —espacio que lidera Amalia Granata— se acercó a la Legislatura. Habían impugnado semanas atrás, sin éxito, el diploma de convencional de Oliveras, e insistido con el reclamo incluso cuando la boxeadora se encontraba internada. Ni la Justicia ni la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento de la Convención dieron lugar al planteo. “No pudo jurar, pero no por esa impugnación, sino porque la vida le jugó una mala pasada”, resumió Sclafani al respecto. La banca del Frente de la Esperanza que quedó vacante será ocupada por Verónica Colombo, quinta en la lista de ese espacio, quien asumiría formalmente la semana próxima.
A la ceremonia también asistieron el gobernador, Maximiliano Pullaro; la vicegobernadora, Gisela Scaglia; la presidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, Clara García; y los intendentes de Santa Fe, Juan Pablo Poletti, y de Santo Tomé, Miguel Weiss Ackerley. Todos compartieron un especial diálogo con los vínculos íntimos de Alejandra Oliveras, en particular con los hijos.
En ese marco de reconocimiento transversal, tanto el presidente de la Convención, Felipe Michlig, como el convencional Ariel Sclafani, coincidieron en que se aunarán esfuerzos para incorporar el “legado de Locomotora Oliveras” en el futuro texto constitucional. En especial, respecto a principios orientados a la promoción del deporte y la actividad física como herramientas de inclusión, desarrollo y prevención de las adicciones, ejes que marcaron la vida y el compromiso público de la multicampeona argentina.



































