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Política

Las sesiones secretas del Concejo, en la mira por designaciones en el Banco Municipal

Un concejal las calificó de “rémora monárquica que permite esconder los argumentos de un voto vergonzante”, y ya se preparan proyectos de reforma a la ley que permite “sesiones secretas” en el Concejo Municipal para designar a algunos funcionarios.

El tema se reactualizó recientemente cuando el intendente Pablo Javkin envió los pliegos de tres nuevos directores del Banco Municipal de Rosario, en reemplazo de la composición que hasta el 5 de julio encabezó el socialista Gustavo Asegurado, a quien ahora le ofrecerían seguir en el ámbito municipal con funciones de control de las empresas del Estado (transporte y residuos principalmente).

Esta fue la primera vez en 24 años que se cambió el directorio completo del banco, a excepción del cargo de director obrero que desde hace casi 28 años ejerce José Barraza, el mismo que ahora acompaña al nuevo triunvirato.

Los nominados fueron aprobados por amplia mayoría, y con la solitaria oposición de tres concejales justicialistas: Eduardo Toniolli, Norma López y Alejandra Gómez Sáenz (quien completa en el Concejo el mandato de Roberto Sukerman, cuando asumió en el Ministerio de Trabajo de la provincia).

“Es una rémora secretista”, dijo sin dudar el edil Toniolli, quien interesó al senador por Rosario Marcelo Lewandowski y a la diputada provincial Lucila De Ponti para propiciar una reforma a la Ley Orgánica de Municipalidades que modifique esta forma de votación a puertas cerradas.



Los temas y el acuerdo


La ley en cuestión es clara. Dice: “Los directores y gerentes de los bancos municipales de préstamos y demás funcionarios que por ordenanzas requieran acuerdo, serán nombrados previa formalidad de este requisito por el Concejo Municipal en sesión secreta, y a propuesta del Departamento Ejecutivo”.

Algunos concejales sostienen que el de los directores del Banco es el único tema que se trata así. Otros ediles aseguran que a la reciente designación en pocos meses le seguirá, por el mismo procedimiento, la aprobación de los directores del Laboratorio de Especialidades Medicinales (LEM). Un asunto que probablemente no causará tanto revuelo.

En cambio, un tema que sí generaría debate no será ni considerado por el pleno del Concejo, sino que lo designará con autonomía el Directorio del Banco Municipal. Se trata del presidente de la Fundacion del Banco, que en virtud de un acuerdo político de mayor alcance, será para el ex diputado provincial de Cambiemos Sergio Mas Varela.

En caso de cuestiones que el cuerpo de concejales considere que deben ser reservadas, el reglamento del Concejo dispone de la facultad de aprobar la posibilidad de sesionar de manera reservada, potestad que se ha utilizado en contadas ocasiones.

Las sesiones secretas determinan que sólo puedan estar en el recinto los concejales, sin prensa ni transmisión online de los debates. Sólo la presencia de un secretario administrativo para facilitar la operatoria de la sesión.

El argumento con el que se establecieron las sesiones secretas fue “preservar el buen nombre y honor” de los designados, un propósito discutible en sus razones, pero que en cualquier caso pudo tener sentido cuando se sancionó la ley, por 1985, con una realidad de acceso a la información muy distinta a la actual.

Por estos días, esa pretensión de que no se conozcan las opiniones que los ediles sostienen sobre los funcionarios públicos a designar fue relativizada desde el momento que los propios concejales difunden por las redes sociales sus posiciones sobre el tema, replicando en simultáneo lo que sostienen en el recinto.

Con lo que se da una curiosidad: lo que en sus bancas es secreto, al rato deja de serlo por las redes sociales. Pero ampara a quienes votan y deciden no dar a conocer sus razones no explicitar los argumentos de su decisión.

Quienes defienden este tipo de votaciones a puertas cerradas argumentan que no está mal preservar el buen nombre y honor de un candidato que finalmente puede no ser votado. En este caso, el nominado que no resulte respaldado para ser funcionario público, en el medio puede sufrir la exposición de cuestiones que forman parte de su privacidad, aunque sólo sea en el aspecto laboral.



“Un voto vergonzante”


Desde el bloque Frente de Todos, el concejal Toniolli destacó el rechazo de su bloque “en soledad” a dos de los tres pliegos enviados por el Ejecutivo: el del hoy ya presidente del Banco, Adrián Giacchino, y del vocal Sebastián Azerrad, un abogado que fue subsecretario de Producción de la Municipalidad, y que también integra el directorio de la financiera Rosental Inversiones.

Sin reparos se aprobó la proposición de la contadora y ex concejal radical Patricia Cosgrove, que resultó respaldada por unanimidad del Concejo para ejercer la vicepresidencia de la entidad crediticia local. En su nominación, además de su experiencia en las cuestiones bancarias, se mencionó el aspecto de género, un detalle que resultó innecesario teniendo en cuenta su larga trayectoria.

Giacchino fue director del Banco Nación entre 2017 y 2018, durante la gestión del ahora cuestionado Javier González Fraga, y fue después activo gestor de un banco corporativo de la Bolsa de Comercio de Rosario, junto a aseguradoras del interior. Ese proyecto, impulsado por el entonces presidente de la Bolsa y uno de los directores de Vicentin, Alberto “Beto” Padoán, naufragó tras el paso de este empresario por Comodoro Py imputado por la causa de los cuadernos.



“Los rechazamos -recuerda Toniolli-  por las mismas razones que hace cuatro años rechazamos el pliego de Fernando Staffieri (Fundación Libertad Rosario)”, también para integrar el directorio del Banco Municipal de Rosario.

El edil justicialista reprocha que ni siquiera en la página web del Concejo se reflejó con rapidez al menos el resultado de la votación, y resalta que “hace tres años le pusimos un freno a las pretensiones del círculo rojo rosarino de que el municipio se endeudara en dólares colocando bonos en el mercado de capitales. El tiempo nos dio la razón. Hoy le decimos no a esos mismos sectores”.

Para Toniolli “urge reformar esta rémora secretista de la Ley Orgánica de Municipalidades que impide que los rosarinos y rosarinas conozcan en detalle el posicionamiento de sus representantes, y a algunos de estos les permite esconder los argumentos de su voto vergonzante”.

El edil del PJ alude a las motivaciones del voto que dieron en este caso sus pares peronistas de La Cámpora, algunos socialistas y los cuatro concejales de Ciudad Futura, que amparados por la sesión secreta no tuvieron que hacer públicos los fundamentos que los convencieron. Evitaron así enfrentarse a un dilema ideológico a raíz del perfil de dos de los directores designados.

Incluso se cuentan entre las comidillas del Concejo que una concejal pidió en esa sesión secreta votar las tres nominaciones “de una sola vez”. Y le explicaron que por reglamento había que hacerlo “una por una”. Una muestra de la incomodidad con la que algunos brazos finalmente se levantaron.


El expediente de la sesión secreta


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