En una nueva muestra de capacidad de maniobra, el gobierno nacional consolidó su minoría intensa en Diputados y ratificó el veto a la ley que mejoraba el presupuesto de las universidades nacionales: ganó perdiendo contra una ley que contó con 160 votos positivos contra 84 negativos (sobre 244 presentes, descontados los ocho ausentes y las cinco abstenciones). La oposición no llegó a los dos tercios necesarios para bloquear el veto presidencial.
“Hoy ganan, pero pierden, ¿dónde quieren ir con este programa económico, el de Martínez de Hoz?”, se preguntó el diputado Miguel Pichetto (Encuentro Federal) y dejó una de las frases que mejor definió la postura opositora en una sesión de apenas tres horas.

A diferencia del bloqueo al contra veto para el caso de los jubilados, el pasado 11 de septiembre, la caída de la ley universitaria abre un punto de inflexión que inaugura la escalada de un conflicto del que nadie puede predecir sus derivaciones futuras. Tras la votación, se expanden en todo el país paros y tomas de universidades y de colegios universitarios.
El oficialismo consiguió alinear su propio bloque de La Libertad Avanza (LLA), al PRO (con la excepción de dos diputados larretistas: Álvaro González, santafesino de origen y diputado por la Capital Federal, y el cordobés y ex árbitro del fútbol Héctor Baldassi); a cuatro diputados de la UCR (Martín Arjol, Mariano Campero, Luis Picat y Federico Tournier) y a los tres diputados tucumanos escindidos del peronismo que responden al gobernador ahora mileísta Osvaldo Jaldo.
Para reforzar la ecuación defensiva, la Casa Rosada consiguió, además, “sacar” del recinto (ausentes) a Fernando Carbajal (UCR), Yolanda Vega (Innovación Federal) y Alejandra Torres, Jorge Ávila y Ricardo López Murphy, tres del bloque de Encuentro Federal de Picheto, y a Fernanda Ávila de Catamarca, del peronista Raúl Jalil, ahora también asociado a Milei.
La ausencia de Ávila, que restó un voto favorable a Unión por la Patria (fueron 98 de los 99 miembros) le valió un comunicado de rechazo del PJ de Catamarca, “la ausencia de una diputada de nuestro espacio, sin ninguna razón mayor que lo justifique, nos obliga a repudiar su comportamiento”. Como queda a la vista, el peronismo catamarqueño y el gobernador de origen peronista de ese distrito caminan por senderos divergentes.
Finalmente, el éxito de Milei también se concretó con cinco abstenciones: cuatro de los misioneros del bloque Innovación Federal y la quinta de Pablo Cervi, de la UCR.
Entre los votos de los diputados santafesinos no hubo sorpresas; la diputada y docente de la Universidad Nacional de Rosario Germana Figueroa Casas, del PRO, priorizó su posición política partidaria en detrimento del interés de la institución a la que pertenece y votó a favor del veto presidencial.
En la sesión en Diputados se escucharon los argumentos ya expuestos de los distintos actores al momento del tratamiento de la ley, y el resultado de la votación fue levemente más favorable a la oposición, aunque sin variaciones significativas respecto a las votaciones anteriores, tanto de la ley educativa como el tratamiento del contra veto a las jubilaciones. El oficialismo ratificó su tercio, “sacó” del recinto y forzó abstenciones de un lote de 13 diputados, al cabo los necesarios para llevarse numéricamente un bloqueo relativamente cómodo.

El santafesino y jefe del bloque mayoritario de Unión por la Patria, Germán Martínez, apuntó: “Si Milei quiere una Argentina con un 80 por ciento de excluidos es absolutamente razonable que quiera hacer añicos la educación pública”. Y contrastó el principal argumento de la Casa Rosada; “sí hay plata” porque “mientras al conocimiento y a la inteligencia, con mayúscula, que brinda la universidad pública le cortan los fondos, a la inteligencia con minúscula, la de los espías, la comandada por Santiago Caputo y sus seguidores, a esa han llevado el crédito inicial del año 2024 de 65 mil millones de pesos a un crédito inicial el año que viene, en la Ley de Presupuesto, de 350 mil millones de pesos”.
También de UxP, Leandro Santoro, con un discurso fervoroso, planteó que los que acompañen al oficialismo cometerán “verdaderamente un desatino histórico; yo no sé si son conscientes de los sueños que se van a frustrar como consecuencia de esta medida. Están haciendo un ajuste sobre una de las pocas cosas que funcionan bien en el país. En lugar de reconocer que la inflación licuó el salario de los docentes universitarios y ayudar al gobierno a que encuentre una solución al conflicto, por prejuicios ideológicos están profundizando las tensiones sociales”.
Y agregó, “la idea del déficit fiscal va hacia la eliminación del Estado, por eso (el presidente) recorta a los jubilados, por eso está pretendiendo arancelar las universidades, por eso terminó con las obras de infraestructura, por eso avanza sobre el financiamiento de la salud. Tiene una concepción fiscalista insensible”, cuestionó.

Otro que se expresó con vehemencia fue el radical Facundo Manes: “No lo dejaremos dormir si usted no permite soñar a nuestros jóvenes”. El neurocirujano definió que el sistema universitario argentino “nos da un propósito en la vida, nos ayuda a ser alguien y a tener empatía”. Y se dirigió a la juventud que se movilizó a la Plaza del Congreso para manifestarse en contra del veto presidencial: “Cuando la juventud se involucró, pasaron cosas grandes”. “No tengan miedo, no están solos, desafíen lo establecido y desafíen a las generaciones anteriores”, concluyó.
Por su parte, la diputada ex oficialista Lourdes Arrieta, que votó con la oposición, acusó a sus colegas de ser “tacaños” con la educación pública. Pidió atender para dónde va el financiamiento a las universidades: si a la infraestructura o los rectores. Alertó a los argentinos que con el IVA “están financiando a la universidad pública pero también están financiando la SIDE, están financiando a los ñoquis, están financiando a los trolls, están financiando a la policía del pensamiento. En ese sentido, yo les pido perdón a los argentinos, porque el dinero no está siendo bien administrado”.


































