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Política

Palo Oliver pasó de “bancar” al fiscal Edery a ser su acusador en el proceso disciplinario que le sigue la Legislatura

La sesión del miércoles 27 de la Comisión de Acuerdos de la Asamblea Legislativa contó con once de sus flamantes doce integrantes. Solo faltó el ex gobernador Antonio Bonfatti, uno de los ocho diputados provinciales que se designaron la semana pasada. Tampoco estuvo presente, aunque participó fallida, parcial y virtualmente, el senador Armando Traferri del justicialismo.

La decisión más importante que tomó Acuerdos fue la designación del diputado Fabián Palo Oliver como acusador en el proceso disciplinario que se sigue en la poderosa bicameral contra el fiscal Matías Edery. Y pese a la unanimidad que figura en las actas hubo algunas expresiones de desagrado por parte de la minoría justicialista.

La presidenta de la Comisión, la socialista Lionella Cattalini, informó a los participantes que sería designado Palo Oliver unos minutos antes de que se iniciara la sesión. Traferri se sumó por internet y supo de inmediato que el tema Edery iba a ser parte de las deliberaciones. Había preparado a la distancia una intervención para justificar su rechazo y buscar el acompañamiento de otros opositores, así como del senador radical Orfilio Marcón, de General Obligado, a quien Palo Oliver atacó duramente por el caso del fiscal Gerosa y su actuación en un juicio abreviado, muy conveniente para el victimario por sus pocos años de prisión (el beneficiario es un abusador de una menor que pertenece al radicalismo norteño).

Las intenciones del senador sanlorencino se frustraron por un problema de conectividad: quedó sin sonido y sin habla. Y para cuando mejoró ese vínculo virtual, ya era tarde. Las dudas sobre la casuística de la tecnología acechan al senador acusado por Edery en la causa del juego ilegal.

Traferri ha pedido recientemente que se le permita defenderse, en cuanto termine la feria judicial, en el caso del que ya fue apartado Edery y sigue —pese a las quejas ante el Ministerio Público de la Acusación del senador— el fiscal Luis Schiappa Pietra.

El legislador reelecto que durante años presidió el mayoritario bloque Juan Domingo Perón del Senado (hoy en minoría) renunció hace ya más de tres meses a las protecciones especiales que le da la Constitución de Santa Fe a los legisladores y desde entonces no hubo mayores novedades en la acusación, ni más actuaciones que las provocadas por sus abogados defensores. 

Traferri renunció a sus fueros con la autorización de la Cámara alta, en su composición anterior. Lo hizo luego de dos años en los que se había escudado en esas inmunidades parlamentarias para evitar ser procesado, también con el apoyo de sus pares. Hoy está bajo proceso y prepara sus argumentos, mientras el MPA en Rosario cruje bajo una crisis que llevó (entre otras consecuencias) a la revisión de la conducta y la actuación profesional de Edery por parte de los legisladores.

Antecedentes inmediatos

El paso que se ha dado en Acuerdos es relevante para que avance el avocamiento votado antes de la renovación de las cámaras cuando previsiblemente se agotaba el mandato de la anterior acusadora, la ahora ex diputada provincial socialista Lorena Ulieldín. 

Aquella fue una designación por lo menos curiosa que también fue aceptada mansamente por la minoría justicialista, aún a sabiendas de que se iba a agotar su mandato en menos de un mes, lo que obligaría a una nueva designación y darle un tiempo prudencial a quien asumiera esa tarea, que ahora recae en Palo Oliver.

Interés personal

El ex intendente santotomesino podrá pedir tiempo para preparar su acusación pero está ya empapado de información sobre lo ocurrido.

Cada vez que en Acuerdos se habló sobre el caso Edery, Palo Oliver se interesó personalmente. En rigor, todos los legisladores pueden hacerlo con la sola lectura de las actas que se aprueban en la sesión siguiente, o su presencia sin voz ni voto, pero además el diputado reelecto contó con más información, como si se hubiera estado preparando para este momento.

Las peleas públicas de banca a banca, de Cámara a Cámara y en la Asamblea Legislativa entre Palo Oliver y Traferri son conocidas en la crónica legislativa de los últimos tres años. Hasta aquí el diputado ha sido más bien un defensor de los dos fiscales que acusaron al senador Traferri, en un caso que sigue abierto.

¿Cómo que una “cama”?

Corría septiembre del año que termina cuando Traferri se privó de los fueros que lo mantenían a salvo de una imputación de Edery y Schiapa Pietra. También por esos días comenzaban a ventilarse las eventuales faltas graves que ahora tiene en su poder Acuerdos.

En ese momento, Palo Oliver fue entrevistado por el programa ATP en un canal de cable santafesino. Dijo que pensaba que el escándalo de Edery y sus vínculos con las informantes era “una cama” para “sacarse de encima al fiscal”. El diputado lo elogió: “Es un tipo que se la juega, valiente como pocos fiscales, que ha sufrido amenazas, creo que se lo quieren sacar de encima”, insistió.

Aseguró que Traferri “tiene mucha incidencia en la designación de funcionarios del MPA y de la Policía. Nosotros lo vamos a seguir bancando” a Edery.

De esas declaraciones habló Traferri a sus pares de Acuerdos cuando logró retomar la conexión. Y su posición fue secundada por Joaquín Gramajo, el senador por 9 de Julio de bloque unipersonal de Unite que forma parte del interbloque oficialista en la Cámara alta.

Se dice que la cara de “Chacho” Marcón y su asentimiento con la cabeza acompañaron las palabras del senador justicialista del sur, pero las sesiones de Acuerdos no son públicas.

Junto con la noticia de la designación de Palo Oliver como acusador circularon en los celulares de los periodistas links de accesos a esas entrevistas. Pero debe decirse que esas apreciaciones del diputado tenían un contexto distinto al que marcó más adelante la reunión en la que el auditor Mai llevó información a los legisladores sobre los hechos que comprometen a Edery, quien sigue en su cargo y no ha sido suspendido (contra lo que ha ocurrido como mínimo con todos los demás fiscales que estuvieron en problemas). 

En pocas palabras, Palo Oliver habló con los periodistas de la TV antes de conocer mucha de la información sobre los hechos que se le señalaron luego a Edery tanto en Acuerdos como en la faz penal en el MPA de Santa Fe.

El caso Edery

El fiscal Edery fue acusado por dos de sus pares de Rosario primero ante la Auditoría General de Gestión, a cargo de Leandro Mai, por sus vínculos y el intercambio de información con una testigo protegida en el caso Alvarado, Mariana Ortigala. Ella hoy está detenida por su participación en maniobras extorsivas de la banda Los Monos, lo mismo que Lorena Córdoba, la viuda del fallecido “rey del juego clandestino” de la ciudad de Rafaela, David Perona. Luego, la causa judicial que se inició contra Edery en Rosario fue mudada a la ciudad de Santa Fe para que actúen fiscales menos cercanos.

En ambas instancias queda claro que Córdoba contaba con material que compromete a Edery, por sus acercamientos a la rafaelina que se había mudado a Rosario a la casa de Ortigala. Mientras, ambas reclamaban dinero a una agencia de lotería en barrio Pichincha de Rosario por un supuesto negocio con Perona. El frente de ese negocio sufrió balaceras e intentos incendiarios. 

En los expedientes que llevó Mai a la Comisión de Acuerdos lo peor es la manipulación de las causas judiciales con aparentes objetivos políticos, incluso con la falsificación de declaraciones para forzar escuchas judiciales. En otra causa, también tramitada en la capital provincial, se investiga al ex ministro de Seguridad de Omar Perotti, Marcelo Sain, que contó con un constante flujo de información ilegal provisto por el Organismo de Investigaciones y otras estructuras del MPA de Rosario. Edery y Schiappa Pietra incluso han actuado como fiscales en el departamento que Sain alquilaba en Rosario. El ex secretario de Justicia de Perotti, Gabriel Somaglia, en una escucha de ese caso le dice a Sain que para su “protección” pudo “limar” con jueces escuchas que llegaron del Poder Judicial al Poder Ejecutivo. Hoy la Legislatura santafesina discute una ley de inteligencia que avanza sobre los vacíos legales que demoraron el inicio de la causa contra el ex ministro y ex titular del OI del MPA.

Una banca con el voto de la mayoría

En los últimos meses de 2023 el diputado provincial Fabián Palo Oliver, electo por el Frente Amplio por la Soberanía, protagonizó una dura pulseada por su reelección con el ahora ex legislador Rubén Giustiniani. En juego estaba la banca 50, la última asignada por el sistema D’Hont que el Tribunal Electoral Provincial le otorgó al ex senador nacional y contra las aspiraciones del radical, ex intendente de Santo Tomé.

Finalmente fue la mayoría de Unidos para Cambiar Santa Fe de la propia Cámara de Diputados la que decidió intervenir en el conflicto y no aceptar el pliego que el presidente del Tribunal, Daniel Erbetta, le había otorgado a Giustiniani, del espacio Igualdad, un desprendimiento del socialismo.

La banca quedó en poder de Palo Oliver por 38 votos a favor, 8 en contra y dos abstenciones de los diputados socialistas, radicales y una parte de los justicialistas que mostraron manos levantadas para acompañar, rechazar o abstenerse en un caso (el de la ex vicegobernadora Alejandra Rodenas). Miguel Rabbia que responde a Marcelo Lewandowski votó por la negativa, igual que la celeste Amalia Granata y su bloque de siete. Palo Oliver es un radical díscolo que no ha aceptado el frente de frentes que incluyó a macristas cuando se desmembró el Frente Progresista, Cívico y Social. Integra el bloque de tres diputados del Frente por la Soberanía junto a la ex ministra de Educación de Miguel Lifschitz, Claudia Balagué, y el periodista y ensayista Carlos del Frade.

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