Para el cristinismo, Quintela quiere romper y no competir en la interna

A gran velocidad se profundiza la crisis en el PJ: las elecciones internas del próximo 17 de noviembre empiezan a desdibujarse en el horizonte y, si bien no está dicha la última palabra, hoy la mayor probabilidad es que se cancelen. Si no hay lista habilitada para competir contra la que encabeza Cristina Kirchner, “Primero la Patria”, la elección del 17 de noviembre se cae. No existe que haya una elección con el voto de los afiliados y lista única.

Y será un Congreso del PJ, como tantas veces, el encargado de nominar a las nuevas autoridades. “Cristina será presidenta del PJ, más tarde o más temprano”, dan por seguro desde el Instituto Patria.

El vértigo del conflicto con la lista “Federales! Un grito de corazón”, que encabeza Ricardo Quintela, se aceleró el fin de semana cuando la Junta Electoral partidaria (integrada por 14 miembros, 13 de los cuales avalaron la resolución) le rechazó la habilitación de la lista por una cantidad de irregularidades vinculadas a las identidades de los candidatos a consejeros y los documentos correspondientes y, en especial, el faltante de unos 14 mil avales (sobre un total de 70 mil).

El propio Ricardo Quintela expresó que la Junta electoral partidaria “le habría robado documentación” pero que “no tiene pruebas”.

También Quintela se mostró asombrado por la velocidad con que la lista que encabeza Cristina Kirchner “juntó los avales en una semana”. Por todo eso, los apoderados de Quintela hicieron una apelación ante la Justicia que cayó en manos de la Jueza María Servini de Cubría para que resuelva. Desde el Instituto Patria mantienen una cuota de esperanza en el sentido de que Servini “no hará locuras” y resolverá con razonabilidad el conflicto.

Con todo, el mayor temor es la intervención del PJ por parte de la Justicia, lo que podría desbaratar el plan de CFK de ir por la presidencia del partido. Desde el Instituto de la calle Rodríguez Peña, oficina central de CFK, rechazan uno de los cuestionamientos que más se escuchan en estas horas de parte de adversarios e incluso de pares del peronismo cristinista, en el sentido de que CFK se metió en una pelea “por algo chico”, que podría desgastarla innecesariamente.

En contrario, Cristina le manifestó a sus más cercanos que “la presidencia del PJ sería el cargo más importante a ocupar luego de dejar la presidencia de la Nación”. Con todo, Cristina Kirchner ya tiene un partido “propio”, Unidad Ciudadana, con el que se presentó en 2017. Sin embargo, el manual de conducción cristinista dice que hoy se impone volver a incidir desde el PJ para reconstruir una propuesta que puede tener chance ante la nueva Argentina que está diseñando el gobierno de Milei.

Este lunes, Jorge Yoma, hombre de La Rioja y apoderado principal de Quintela, luego de la apelación presentada que espera la resolución de Servini de Cubría, se reunió en la Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Un gesto inequívoco; “atroz”, lo calificaron desde el Patria en conversación con Suma Política.

El gesto de hoy se parece bastante al “último clavo en el cajón”, en este caso, de las elecciones del próximo 17 de noviembre. “Finalmente querían romper y no competir en una interna, que es nuestra vocación”, abundaron desde el Patria. Para Cristina Kirchner, preservar el programa y los principios del Partido Justicialista ante la ola mileísta, es la tarea central del momento. Y más allá de los cálculos numéricos. “El que se sienta representado por las ideas de Milei, o le brinde distintas formas de apoyo, está en su derecho, pero no lo podrá hacen en nombre del PJ. El partido se pondrá en marcha, y como decía Perón, con el andar se acomodan solos los melones”, es la frase que representa el espíritu cristinista en un momento crítico del peronismo.