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Política

Pullaro abrió los discursos que finalizarán con la nueva Constitución aprobada: “En dos días el poder tendrá menos poder”

La nueva Constitución ya tiene su texto definido. Finalmente, la Carta Magna se dividirá en cinco partes y tendrá 161 artículos, más 27 disposiciones transitorias. Los aspectos vinculados al régimen electoral tendrán su propia sección, al igual que el régimen municipal, que fue uno de los debates de los últimos días. La sesión número once –la última que tendrá la convención– tiene como presidente honorario al exgobernador santafesino, Miguel Lifschitz, y continuará este miércoles después de un cuarto intermedio. Anoche, el gobernador Maximiliano Pullaro habló por primera vez en el recinto para abrir la última ronda de oradores de la Convención: “Esta reforma hace que el poder tenga menos poder dentro de dos días”.

Luego de sesionar en Rosario, la Comisión Redactora reanudó su actividad este martes por la mañana. Allí se puso en común el esquema elaborado por los distintos espacios políticos, que pasó por el tamiz de los equipos técnicos. A lo largo del martes, la comisión sesionó en tres oportunidades, con sucesivos cuartos intermedios, hasta llegar al esquema final que luego se leyó ante el pleno de la Convención.

La última sesión comenzó pasadas las seis de la tarde y se tomó un rato para homenajear a Miguel Lifschitz, quien fue propuesto como el presidente honorario de la jornada. Distintos convencionales y espacios políticos se sumaron a los discursos de reconocimiento. “Era una persona que hablaba poco, escuchaba mucho y era muy sensible”, resumió Lionella Cattalini. “Eso lo llevó a ser un buen político, un buen dirigente y el mejor gobernador que tuvo la provincia de Santa Fe”, destacó la convencional del oficialismo.


El orden


La nueva Constitución modifica 43 artículos vigentes, incorpora 44 artículos nuevos y 27 cláusulas transitorias que regulan el traspaso de una norma a otra. En total, contará con 161 artículos, un aumento significativo en relación a los 116 que contempla la Carta Magna de 1962.

El texto se ordenará en cinco partes y no “libros”, como se había barajado en la reunión del lunes. La terminología va en sintonía con la utilizada en la Constitución nacional. Al inicio de la publicación figurarán los nombres de los 69 convencionales electos, más Alejandra “Locomotora” Oliveras, que falleció en medio del proceso reformista. Todo el articulado estará presidido por el Preámbulo.

La primera parte tendrá un título único: Principios, declaraciones, derechos y garantías. Se trata de la sección “dogmática” de la Constitución, que tendrá cuatro capítulos: el primero, denominado Principios, declaraciones y derechos; el segundo, Educación; el tercero, Garantías; y el cuarto, Políticas Públicas. La cláusula que reafirma la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas será el cuarto artículo de la norma.

La segunda parte también contará de un título único, denominado Régimen electoral y participación ciudadana, que tendrá dos capítulos. Hasta ayer, este apartado iba a integrar la cuestión “orgánica” de la norma, pero por sugerencia de los equipos técnicos se decidió separarlo.

La tercera parte establece las premisas para la organización del Estado y consta de siete títulos: Poder Legislativo, Poder Ejecutivo, Poder Judicial y Ministerio Público. El título quinto se denomina Designación y enjuiciamiento de jueces, procuradores, fiscales y defensores. El título sexto será Órganos de control y contempla las atribuciones del Tribunal de cuentas y la Defensoría del pueblo. El título séptimo se denominará Juicio Político.

La cuarta parte también tendrá un único título: Régimen municipal, regiones y áreas metropolitanas. Este apartado también iba a estar integrado como “título” de otra sección, pero desde el peronismo sugirieron que esté separado y en el oficialismo cedieron. “El régimen municipal está claramente jerarquizado en esta Constitución. Tiene artículos que no solo recogen la autonomía, sino también el intermunicipalismo y la metropolitaneidad. Por eso proponemos generar una ubicación dentro de la Constitución que le dé esa jerarquía”, explicó Giuliano en el recinto.

La quinta parte también tiene un único título que es el de Reforma Constitucional, donde se fija el procedimiento para futuras modificaciones y se establecen las disposiciones transitorias que ofician de hoja de ruta para su aplicación.



Aclaraciones


Durante la sesión, el presidente de la Comisión Redactora, Joaquín Blanco, leyó tres aclaraciones en relación al nuevo texto constitucional. Por un lado, que la redacción compatibiliza dos estilos diferentes. “Hemos decidido no modificar artículos del 62 con el fin de respetar lo dispuesto por la ley de necesidad de reforma, así que van a convivir en el texto constitucional dos estilos de reglas ortográficas diferentes”, explicó.

También remarcó que la Constitución de 1962 está escrita en “masculino genérico”, una forma de redacción que no presentaba disonancias en su época, pero ahora sí. Por eso, se aclaró que los artículos de la nueva Carta Magna “deben interpretarse en sentido inclusivo, de modo que toda referencia formulada en masculino genérico comprende, sin distinción alguna, a todas las personas”.

Por último, si bien el texto se divide en cinco partes, se aclaró que debe interpretarse como un único sistema normativo, sin establecer jerarquías entre sus partes. “Todas obedecen a una misma lógica constitucional y sus subdivisiones son meras herramientas de estilo y pedagogía”, cerró Blanco.



Menos poder para el poder


Como se trata de la última sesión, la mayoría de los convencionales eligieron hacer uso de la palabra. En ese marco, la Comisión de Labor Parlamentaria acordó que el listado de oradores se extienda hasta las nueve de la noche, para pasar a un cuarto intermedio hasta este miércoles a las diez de la mañana. Allí se continuará con los discursos, hasta llegar a la votación final que saldrá aprobada por la mayoría de los convencionales.

Los tiempos se demoraron y apenas pudieron hablar unos pocos convencionales, pero hubo tiempo para discursos encendidos que dejan entrever los ánimos de los espacios políticos: euforia en el oficialismo; reconocimientos y críticas en el peronismo, uno de los sectores “dialoguistas” de la Convención; y frustración en La Libertad Avanza, que no pudo imponer prácticamente ninguno de sus planteos pero dispuso de un escenario importante para hacerlos visibles.

La última ronda de oradores la abrió el gobernador Maximiliano Pullaro, que hizo uso de la palabra por primera vez en todo el proceso reformista. “La reforma de la Constitución abre las puertas al futuro. Logró romper prejuicios que tiene la política en términos generales, que muchas veces dice que el que construye una mayoría parlamentaria circunstancial no dialoga e impone. Pero siento que hemos logrado construir un camino distinto”, destacó.

El mandatario provincial remarcó que la Constitución “no estaba escrita”, como respuesta a uno de los principales cuestionamientos de la oposición: que la intención de reformar la Carta Magna solo buscaba habilitar su posible reelección en 2027. “La escribieron todos y cada uno de los convencionales constituyentes y los aportes de las asociaciones y de la sociedad civil”, remarcó.

Pullaro también sostuvo que la provincia alumbra “una Constitución moderna y de avanzada” con consensos notables entre los espacios políticos. En los últimos días, las principales figuras del gobierno se encargaron de dimensionar ese aspecto. El lunes en Rosario, Michlig destacó que el 93% de los artículos fueron aprobados con las dos terceras partes de los votos afirmativos, mientras que el resto se hizo por mayoría simple. En su discurso, el gobernador repitió esa premisa: “Hubo una capacidad de trabajo de la inmensa mayoría de los convencionales que hoy honran nuestra Constitución”.

Por último, el mandatario habló de la “derrota” de las estructuras de poder en la provincia: “Esta reforma hace que el poder tenga menos poder dentro de dos días. Y lo que es paradójico es que el frente que hoy gobierna la provincia de Santa Fe es el mismo frente que construyó esta mayoría parlamentaria porque triunfó en la mayoría de los departamentos, con una diferencia de veinte puntos con el segundo. Sin embargo, tuvo la vocación de dialogar escuchar y entender que el camino era el diálogo político”.



En la oposición


Con poco tiempo para los discursos, se planteó intercalar oradores de los distintos espacios políticos. Por eso, Juan Monteverde tomó la palabra por Más para Santa Fe y direccionó su discurso final a la figura del gobernador: “El primer día le dije que tenía una oportunidad histórica, que era hacer una Constitución que sea de todos y hoy estamos en condiciones de decir que esta Constitución es de solo una parte”.

El convencional de la coalición peronista consideró que la Convención fue “una gran asamblea para que el oficialismo sintetice sus contradicciones”, que se plasmaron en siete proyectos de reforma distintos. “No es que eran diversos, sino que se contradecían. Y esas contradicciones están hoy en este texto que vamos a aprobar”, cuestionó.

Monteverde aprovechó para apuntar contra Pullaro por sus declaraciones recientes. Tras los malos resultados del gobierno nacional en la provincia de Buenos Aires, el gobernador salió a decir que se trataba de un “llamado de atención” que se debía atender. “El gobernador calló dos años mientras el gobierno nacional castigaba al pueblo de nuestra provincia y de repente se convierte en opositor. De ese oportunismo también está hecha la crisis de representación política que hoy estamos viviendo”, apuntó.

Por último, Monteverde consideró como un problema grave de la Constitución “sus olvidos, sus exclusiones y sus silencios”, en referencia a los aspectos que quedaron fuera, como el reconocimiento de los inquilinos, o la ampliación del concepto de “diversidades” que se propuso en la redacción. “A pesar de ser muy críticos, acompañamos muchas cosas de esta Constitución, porque somos un proyecto político responsable que cree en construir y no en destruir. Lo que no nos gusta no lo rompemos, lo arreglamos”, finalizó.

Por su parte, Juan Pedro Aleart se encargó de dejar en claro la disconformidad que reina en La Libertad Avanza con el proceso de reforma. “Me parece insólito escuchar decir a algunos convencionales que discrepan con el gobernador, cuando le han votado todo a favor”, dijo en respuesta a Monteverde. Y siguió: “El origen de la Constitución era ponerle límites a un rey que cobraba impuestos a la población de forma abusiva. Acá no se han puesto límites y se le ha dado más poder al poder”.

El concejal electo de Rosario también planteó su “preocupación” en relación a que la Constitución pueda generar un Estado “más grande del que tenemos en Santa Fe”. También consideró que hay retrocesos en el plano legislativo, donde no se habilitó una de las discusiones que impulsaban desde el espacio: la eliminación del Senado: “No solo no habilitaron el artículo 31 para debatir el sistema de unicameralidad, sino que estaba la posibilidad de eliminar el inciso de los subsidios a los senadores o legisladores y ni siquiera se los limitó”.

Por último, en un juego de palabras Aleart habló de una “deforma de la Constitución” con una crítica anexa al oficialismo: “Tampoco creo que sea la Constitución del 25, creo que es la del 27, porque está pensada para que el gobernador tenga la posibilidad de ser reelecto en dos años y tener más poder. Y ha quedado demostrado lo que planteamos desde un principio: la existencia de un pacto entre el gobernador y los senadores”.


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