Con la misión de difundir el Régimen de Transparencia Fiscal, también conocido como Ley Ticket, el presidente de la Asociación Civil Lógica, Matías Olivero Vila, explicó en Rosario los alcances de la iniciativa que busca visibilizar el porcentaje de impuestos que pagan los consumidores a la hora de hacer compras.
En diálogo con Suma Política, el contador explicó que solo un puñado de provincias, entre las que no está Santa Fe, adhirieron a la norma sancionada por el Congreso nacional el año pasado. También señaló que Argentina “sigue teniendo los impuestos más altos del mundo” y que si disminuye la presión impositiva se puede reducir la informalidad en la economía.
—¿Qué es el régimen de transparencia fiscal?
—Es para que cuando vamos a hacer compras de productos, bienes o servicios sepamos cuánto del precio va al producto en sí mismo y cuánto al pago de impuestos. ¿Por qué es importante y novedoso esto? Porque veníamos de un régimen que prohibía y sancionaba a aquel que mostraba el IVA al consumidor final aunque era obligatorio mostrárselo a las empresas. Y no solamente estaba prohibido, sino que también era sancionado por la AFIP. En la década del 90’, particularmente en 1997, se llegó a emitir la resolución 4333 de la DGI en cuyo artículo 8 se sancionaba a aquel vendedor que mostrara el IVA al consumidor final. La pregunta es ¿por qué sancionar a quien decía la verdad al fiscal al contribuyente? Y la pregunta más importante ¿para qué? Eso se dio vuelta el año pasado a través de la ley de medidas fiscales, en el capítulo 7, con el régimen de transparencia fiscal al consumidor.
—¿Los consumidores ya tienen acceso a esa información?
—A nivel nacional, desde el 1 de enero vemos el IVA, impuestos internos y los dos impuestos a los combustibles cada vez que vamos a las estaciones de servicio, a los supermercados o a las cadenas de electrodomésticos. Eso es en todo el país, se adhiera o no se adhiera la provincia, porque son impuestos nacionales. Además, en la ley se invita a las provincias para que se muestren ingresos brutos y tasas municipales. Nosotros como impulsores de este régimen, le mandamos carta a los 24 gobernadores preguntando si van a sumarse al régimen de transparencia fiscal y si van a sancionar a quienes muestren los impuestos provinciales y municipales. Contestaron Misiones, Mendoza, Catamarca, Entre Ríos, Chubut y Ciudad de Buenos Aires, diciendo que sí. Santa Fe no ha contestado ninguna de las cartas hasta ahora, eso motiva que vengamos ahora y difundamos esto a la prensa.

—Ustedes tomaron el modelo de Brasil para diseñar el régimen de transparencia fiscal. ¿Cómo fue esa experiencia?
—Nació como una iniciativa ciudadana, de la sociedad civil, de empresarios que dijeron vamos a poner un parate a este dislate fiscal, necesitamos poner un poco de cordura a lo que estaban viviendo con los impuestos, que allí también compiten con la Argentina en tener los impuestos más altos del mundo, y vieron que la forma de corregir eso era corriendo el velo y que la gente vea los impuestos que está soportando. El primer efecto fue que cuando la gente se enteró que estaba pagando un 45% cada vez que consumía empezó a pedir que se bajen a niveles lógicos y que se presten servicios públicos acordes a lo que se estaban pagando. Y ya empezaron a haber reformas a la baja, había un 34% de impuestos nacionales, provinciales y municipales al consumo y lo bajaron a un super IVA del 27%. Esto es una demostración de que esto funciona cuando se pide desde un lugar ciudadano y apartidario.
—¿Cómo está la Argentina con respecto a la presión impositiva?
—Todavía seguimos teniendo los impuestos más altos del mundo. El primero que lo dijo fue el Banco Mundial con una investigación que se hizo hasta el año 2020, después la discontinuaron. Hacían una muestra de 190 países y resultó que éramos el país 189 en lo que es presión fiscal en el sector formal de la economía. No en el promedio general, porque ahí está licuada en el 45% de evasión fiscal. El que paga todos los impuestos en la Argentina paga los impuestos más altos del mundo. Y después la Unión Industrial Argentina aportó otros métodos: uno de presión fiscal depurada por la informalidad y otro es un análisis técnico, impuesto por impuesto, de alícuotas, bases imponibles y otros elementos esenciales, y ahí resultó que de los 7 impuestos más importantes, en 6 tenemos los impuestos más gravosos entre los 30 países que participaban de esta muestra, que eran los del G20, Sudamérica y tres países más. Pese a la baja de impuestos que han hecho desde la Nación, aún hoy seguimos teniendo los impuestos más altos.
—¿Con este sistema se puede evitar la alta evasión impositiva?
—Sí, primero tenemos que conseguir la baja de impuestos. Nosotros tenemos informalidad muy alta, de alrededor del 45%, porque tenemos los impuestos más altos del mundo. Si fuera como en el caso de Chile que aplica un 25% de impuesto a las ganancias, o Paraguay con un 10% en lugar del 35% de Argentina, naturalmente la informalidad bajaría.
—¿Cuál es ese porcentaje razonable entonces?
—Por ejemplo, en el caso del impuesto a las ganancias, que actualmente está en 35% más 7% sobre los dividendos, lo natural y lo que sucede en los 30 países más importantes del mundo es que esté alrededor del 27%. En el IVA, el promedio anda alrededor del 17%, no del 21%. Débitos y créditos casi no existe en el mundo, lo tiene un puñadito de países y ninguno lo tiene en los niveles que tenemos nosotros, del 0.6%. Así que tomemos el impuesto que sea, en todos tenemos para bajar.


































