Como si condujera un programa de política semanal, cada domingo Agustín Rossi reflexiona ante sus seguidores en las redes sociales sobre el gobierno de Javier Milei. Y sin querer, se fue convirtiendo en uno de sus más implacables críticos, interpretando las medidas que toma y revelando lo que puede venir.
“Cuando Milei pase, el péndulo que hoy está en la ultraderecha no se va a parar en el medio. Va a venir una expresión fuerte, dura, del progresismo nacional y popular”, anticipa. Por eso esta semana lanzó una severa advertencia: “Si fuese empresario, no me metería en ninguna privatización o compra. El próximo gobierno va a desconocer todo lo que hicieron, y vamos a denunciarlos”. El recorte con esa frase explotó en TikTok.
No se priva de analizar qué significaría que a Milei le vaya bien: “Eso sería que sigan bajando los salarios, que la desocupación trepe a dos dígitos como terminó Menem, con el 17 ó 18 por ciento, o que vayamos en ese sentido. Y eso pasará sólo si consigue financiamiento del FMI para estabilizar las reservas y contener la inflación. Pero no sé si lo va a poder lograr, porque necesita dólares, y los del campo lo aplauden pero le piden que devalúe, y si devalúa tiene inflación”.
Explica que ese pronóstico funesto no es producto de su análisis, sino exactamente lo que el vicepresidente del Banco Central expuso recientemente en Washington y Nueva York: “Les dijo que esta es una enorme oportunidad para los empresarios, porque van a tener alta rentabilidad y bajos salarios”.
Lo que no puede responder Rossi es si la sociedad argentina tolerará ese esquema, que asegura no es para nada igual al menemismo. “En los primeros años del gobierno de Menem, hasta el 95, todos sentíamos que estábamos viviendo mejor. Teníamos cuotas para comprar, no había inflación, te podías ir afuera, podíamos comprar un auto, habían aparecido los créditos hipotecarios. Por eso hasta la crisis del efecto Tequila, Menem remataba YPF y no había una movilización en ningún lado. Acá no hay nada de eso”. No obstante reconoce que en la sociedad “todavía hay esperanza”.
Esta semana, como ex titular de la ex Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Rossi fue consultado por los cien mil millones de pesos extra para gastos reservados que pidió el gobierno de Milei. “Van a hacer cualquier cosa con esos fondos”, advirtió.
También se anticipó a lo que pronostica va a hacer este gobierno nacional con la venta de unos mil inmuebles del Estado. “El ministro Petri critica sin fundamento a Tandanor (Talleres Navales Dársena Norte) porque lo quiere privatizar, porque esa empresa es dueña de unos hermosos terrenos en la Ciudad de Buenos Aires, y detrás de eso puede haber algún empresario amigo interesado. Como las empresas del área de Defensa fueron de las primeras en ser rescatadas de la ley Bases, ahora están buscando venderlas con cualquier artilugio”. Tandanor es uno de los mayores astilleros navales de Sudamérica, especializado en la reparación de embarcaciones, una empresa estatal que según Rossi “es superavitaria, sus últimos dos balances dieron ganancia, y no necesita aportes del Tesoro, pero van a desprestigiarla. Primero descalifican, para después hacen un negocio”, lamenta Rossi.
Sobre el peronismo dice que habla en nombre de todos “hasta que me desmientan”, bromea. No se muestra entusiasmado con Guillermo Moreno, ve un peligro de ruptura en su incursión, y adhiere a la construcción de una propuesta política “fuerte, amplia, pero intensa”, aclara.
Su mirada sobre el futuro inmediato del país es “catastrófica”; sostiene que “las cosas van a empeorar”. Y detalla: “En la Argentina el año que viene vamos a ir a elecciones incendiados. A Milei ya no le cerraba la economía real, y ahora no le está cerrando la macro. Depende de que gane Trump, y en ese supuesto va a hacer lo mismo que hizo con Macri y con él, en menor medida. De dónde va a sacar plata, todavía es sólo una pregunta”. Por eso es que para el segundo semestre del 2024 anticipa dos cosas: un aumento notable de la desocupación y lo que denomina un “pymecidio”. “No sé cómo van a hacer para sostenerse”, pregunta.
“¿Cómo puede ser que en estos primeros tres meses esté todo mal: 5,1 por ciento la caída del producto bruto, aumento de dos puntos en la desocupación, duplicación de la indigencia, y las principales empresas de la Argentina han ganado? Y van a seguir ganando porque bajó el costo del salario. Todas las desregulaciones que han hecho van a ser a favor de maximizar las ganancias de las empresas”, adelanta.
“Los que no venían a intervenir, están vendiendo divisas para tratar de controlar el tipo de cambio. Están comprando los dólares a los exportadores a cien y vendiendo esos mismos dólares a 130, pero se están quedando sin reservas. La improvisación muestra la inestabilidad. Decían que cuando se aprobara la ley Bases, la economía iba a flotar, y la economía se va por los aires. De dónde va a conseguir fondos si se peleó con Pedro Sánchez del Club de París, los chinos no le renovaron el swap, le permitieron apenas pagar en cuotas; se fue del foro de países emergentes de los Brics, ¿hacia dónde va Milei? Milei está en una etapa en la que ve que hay una caída de su consenso, por eso va hacia otra etapa más peligrosa que es utilizar el miedo. Para eso son los cien mil millones de pesos en gastos reservados a la Side”.
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