El Concejo Municipal de Rosario está en plena temporada de rosca política. Pero no será este final de año igual a los anteriores: en pocos días se definirá cómo quedará el escenario interno del Palacio Vasallo para un período desafiante, en el que disputarán poder tres sectores políticos que aspiran a quedarse con la Intendencia. Al menos cuatro concejales se postularán como principales animadores en los comicios para llegar al Palacio de los Leones: María Eugenia Schmuck, Juan Pedro Aleart, Juan Monteverde y Carolina Labayru.
Si se tiene en cuenta que la reciente reforma de la Constitución provincial estableció que las elecciones para gobernador e intendente en Santa Fe se deberán realizar entre tres y seis meses antes de la finalización de los mandatos (o sea entre el 10 de junio y el 10 de septiembre, aunque podría haber primarias antes), la antesala para definir esas candidaturas y lucir protagonismo se dará plenamente durante el año próximo.
Es cada dos años cuando se repite con mayor disputa este mecanismo de negociaciones en el Concejo, justo después de las elecciones intermedias o generales que ponen en juego el reparto político de las 28 bancas. Eso es lo que ocurrió en las elecciones de este año.
Cuando asuman los ediles electos el 29 de junio, el oficialismo de Unidos perderá por primera vez en mucho tiempo una ventaja que tenía hasta ahora: se quedará sin número propio para sesionar y sin mayoría plena para la aprobación de los proyectos. De 15 bancas propias pasará a tener un interbloque de 11.
Va a tener así menos potencia para impulsar los proyectos propios o del Ejecutivo, lo que exigirá un mayor margen de maniobra para gestionar los asuntos que pueden pasar o no a ser votados en el recinto. Todo dependerá de los nuevos consensos.
Cambia también la composición que tendrán las doce comisiones que funcionan en el Concejo, en las que se debaten los temas antes de conseguir despacho. Últimamente, el oficialismo se había garantizado cuatro miembros en cada una, pero ahora perderá esa mayoría en algunas y deberá compartir más el reparto de las presidencias.
Schmuck reelecta, el resto en veremos
Las autoridades del Concejo se eligen cada año, al igual que los miembros del Gabinete de la Presidencia, y la integración de las comisiones. Lo más importante, quién preside, parece ser lo único que ya está claro: la actual presidenta María Eugenia Schmuck se encamina a conseguir un amplio consenso para ser reelecta y encarar su séptimo año como presidenta. Es concejal desde 2011 y va por su cuarto período.
Su reelección tendría el voto favorable de quienes integran el interbloque de Unidos (11), más otra cantidad similar de apoyos que llegarían desde La Libertad Avanza y algunos desde el peronismo, incluidos varios de bloques unipersonales.
Es casi una curiosidad que tenga semejante respaldo “variopinto” después de unas elecciones en las que se impuso la alianza entre Ciudad Futura y el peronismo. Una ley no escrita en el reparto de poder en el Concejo establece que al que gana le corresponde la Presidencia, y a los que salen segundo y tercero las dos vicepresidencias. Pero a la hora de elegir, la única verdad son los votos que se consiguen.
Esta vez no habrá disputa por el sillón presidencial. Ni siquiera hay otro candidato, con lo que Schmuck podrá posicionarse como candidata a intendenta y fortalecer desde la presidencia del Concejo su estrategia de crecimiento en el año de la previa electoral. Aunque seguramente deberá enfrentar en su camino una interna dentro de Unidos, que ofrecerá varios postulantes.
“Muñeca y negociación” es lo que tendrá que ejercitar este fin de año Schmuck. El bloque libertario, algún sector del peronismo y Ciudad Futura se disputan las dos vicepresidencias, que si bien no habilitan manejo de presupuesto implican un simbólico reconocimiento de poder. Un sector pondrá al vice primero y otro al vice segundo, y eso determinará el resto de las compensaciones cuando se repartan las presidencias de las comisiones y los otros cargos que define el Concejo, como la Oficina de Defensa del Consumidor.

Ante la división del peronismo, LLA podría salir más beneficiada en este reparto a negociar: se quedaría con la vicepresidencia 1ª. En ese caso Ciudad Futura podría mantener la vicepresidencia 2ª, aunque todo eso está por verse. El PJ, que venía ejerciendo la vicepresidencia 1ª con Lisandro Cavatorta, a raíz de su división actual podría quedarse afuera de la mesa de autoridades, aunque una posibilidad para nada descartada es que Norma López acceda a la vicepresidencia 2ª, en una jugada que tendría explicaciones políticas y que todavía no fue negada.
Unidos tendrá en el nuevo esquema 11 miembros (seis del bloque principal, 3 del PS, y dos monobloques: Anita Martínez, del PRO, y Pablo Gavira), La Libertad Avanza 6 (aunque la concejal Sabrina Prence se mantendría aparte en un monobloque), Ciudad Futura 4, el Movimiento Evita 3, y hay tres monobloques dentro del peronismo: Norma López, María Fernanda Rey y Fernanda Gigliani. Igual situación mantiene Leonardo Caruana (Frente Amplio por la Soberanía).
Ciudad Futura deberá definir quién ejerce los dos cargos que tienen derecho a participar de la reunión parlamentaria: la vicepresidencia 2ª y el jefe de bloque. Este último sería Juan Monteverde, que preferiría que sea Antonio Salinas quien comparta la mesa de conducción del Palacio Vasallo, para así quedar como una figura claramente opositora desde una banca.
El reparto de comisiones tiene un top five que viene cambiando: antes el oficialismo se garantizaba el control de dos: Presupuesto y Servicios Públicos, pero ahora crecieron en relevancia Planeamiento y Gobierno, donde se resuelven los proyectos inmobiliarios, por ejemplo. Un escalón más abajo están Salud, Obras Públicas, Producción y Ecología. Se verá cómo quedan.
El peligro de la acefalía
Lo más seguro es que no pase a mayores, pero en el cierre de este año se dará en el Concejo una particularidad que no registra muchos antecedentes; hay un raro cronograma parlamentario, que amenaza con un cierto riesgo de acefalía.
El problema tiene que ver con los tiempos en los que se van los ediles que terminan su mandato y el ingreso de los nuevos, y cómo eso puede incidir en la renovación de autoridades.
La última sesión ordinaria del Concejo con sus integrantes actuales será el 4 de diciembre. Ese día el oficialismo quiere garantizarse aprobar entre otros temas el presupuesto, porque todavía cuenta con mayoría propia. En esa sesión ya no estará Caren Tepp, a quien este jueves le aceptaron la renuncia como concejal desde el 1 de diciembre para que pueda asumir como diputada nacional. Su lugar lo ocupará Agustina Gareis, quien participará de la sesión preparatoria del 4D.
El mismo día ingresan formalmente y asumen los nuevos ediles electos, que después de jurar, se retiran para volver recién el jueves 11, cuando vuelve a sesionar el Concejo, por primera vez con su nueva composición, y se eligen las nuevas autoridades para el 2026.
La rareza es que a los concejales que se retiran y que sesionan el 4 por última vez, les quedan seis días de mandato hasta el 10 (en la práctica dos o tres días hábiles por el feriado del lunes 8 de diciembre), en los que estarán en el limbo, porque deberían trabajar en comisiones pero no podrán asistir a la siguiente sesión, porque ya queda fuera de su mandato.
Y los nuevos podrían llegar a la sesión del 11 teniendo que votar proyectos que no pudieron tratar en comisiones y, quizás, sin una definición clara de quiénes serán las nuevas autoridades. Si eso pasara, el reglamento establece que quien asume automáticamente es la presidenta de la comisión de Gobierno, que es Julia Irigoitía, que termina su mandato el 10. En ese más que hipotético caso, tiene potestad para asumir la presidencia el miembro de más edad en el recinto.

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Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la UNR. Ex jefe de Redacción de La Capital. Twitter: @DanielAbba_
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