El gobernador Axel Kicillof mantiene en privado un diálogo permanente con la mayoría de los mandatarios provinciales. Por cuestiones geográficas, con uno de los que más intercambia es Maximiliano Pullaro, que fue este domingo de los primeros en destacar el contundente resultado a favor del oficialismo bonaerense. El santafesino no fue una voz aislada; a todos los gobernadores los empoderó el triunfo de Gustavo Valdés en Corrientes y mucho más —por visibilidad e impacto político— el de Kicillof en Buenos Aires. No significa, sin embargo, que sea un puente para una alianza política.
A partir de la difusión de las cifras oficiales hubo una sucesión de mensajes incluso desde el peronismo no K como el del tucumano Osvaldo Jaldo y de peronistas dialoguistas con la Casa Rosada como es el caso de Raúl Jalil de Catamarca, que saludó a su colega y también a Fuerza Patria. Hasta ahí, lo esperable.
Además hubo mensajes sincronizados y cuya redacción fue conversada en los chats de Provincias Unidas para mantener la línea del espacio y una identidad antikirchnerista: a Pullaro le siguireron el cordobés Martín Llaryora, el santacruceño Claudio Vidal, el chubutense Ignacio Torres, el correntino Gustavo Valdés, el jujeño Carlos Sadir y el candidato Juan Schiaretti.
Festejo a medida
Según subrayaron distintos voceros a Suma Política, el equipo completo de Provincias Unidas celebró los resultados provinciales con un detalle no menor: ninguno festejó a Fuerza Patria ni tampoco felicitó al gobernador Kicillof sino el espíritu federal de una elección desdoblada en la que se discutió el recorte de recursos y la gestión local, aún cuando la contienda fue nacionalizada.
El triunfo de Fuerza Patria “no modifica los planes de Provincias Unidas”, indicaron quienes destacan el espacio como una alternativa “racional y sensata” gestada desde el interior productivo.

Más allá de lo obvio, y de que Pullaro y sus aliados tienen proyectos distintos al de Axel Kicillof, hubo alivio y hasta alguna celebración por las grietas en el poder concentrado del mileismo. El denominador común —a diferencia de los que pactaron listas con Karina Milei como el mendocino Alfredo Cornejo, el entrerriano Rogelio Frigerio y el chaqueño Leandro Zdero— es que la mayoría de los mandatarios insisten en reclamar a viva voz la obra pública y recursos que les quitó la motosierra libertaria. Con algunos matices vienen expresándose en el Congreso en el rechazo a los vetos presidenciales en materia de educación, salud y discapacidad pero también en el reclamo por los ATN y el impuesto a los combustibles líquidos. La última estocada fue la media sanción a los cambios en la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia, una maniobra orientada a quitarle al presidente una herramienta con la que legisló evitando al Parlamento.
Con prudencia, el sexteto no había pisado territorio bonaerense en los últimos tiempos; primero porque el sello PU no jugó en este turno y no los representa el armado Somos Buenos Aires en su conjunto. No se equivocaron al no inmiscuirse, a excepción de Pullaro que tuvo algún gesto hacia candidatos radicales por amistad y lealtad política según definen cerca suyo.
En la elección para diputados provinciales no le fue bien al sello rosa, que no pudo romper la polarización. Sin embargo, dijeron en Provincias Unidas, eso no altera el plan de construcción nacional que defiende las gestiones de los gobernadores, hasta ahora todos triunfantes en sus respectivos turnos también desdoblados.
En las sucesivas elecciones provinciales se advierte un claro llamado de atención que el Gobierno Nacional debe atender. Sin gestión, no hay futuro.
— Maximiliano Pullaro (@maxipullaro) September 7, 2025
La gente no quiere más gritos, quiere hechos. Los argentinos queremos crecer y desarrollarnos con seguridad y en paz. Desde el…
La hora de los votos
En el tablero por los puntos Pablo Domenichini, de Evolución –el sector radical alineado con Martín Lousteau– apenas tuvo 2.82 % de los votos en la Tercera Sección Electoral pero además quedó en quinto lugar detrás de Verónica Magario (Fuerza Patria), Maximiliano Bondarenko (La Libertad Avanza), Nicolás del Caño (Frente de Izquierda) y Mauricio D’Alessandro (Nuevos Aires). En la Sexta Sección (la región de Bahía Blanca) a Somos le fue mejor con Andrés de Leo, que se ubicó en tercer lugar con 11.37 % y consiguió sumar dos bancas. Y se ubicó en cuarto lugar en La Plata con un Pablo Nicoletti que apenas sumó el 5.25 %, por detrás del peronismo, los libertarios y la izquierda.
Desde San Nicolás un representante de la tercera vía ratificó que esta elección tuvo como protagonistas a los intendentes y sus gestiones: Hechos con Manuel Passaglia subió al podio en tercer lugar con 23.95 % y sumó tres bancas, apenas una menos que La Libertad Avanza. Los hermanos nicoleños tienen línea directa con Ignacio Torres y consiguieron que Somos no se presentara en la Segunda Sección, lo que les dejó vía libre en ese arco polìtico.
Somos también hizo pie en la Cuarta Sección Electoral con Pablo Petrecca que llegó a 19.92 % y consiguió su banca y una más. De todos modos, en un hecho inédito ganó el peronismo y el intendente de Junín no pudo imponerse ni siquiera en su localidad: quedó segundo detrás de Fuerza Patria. Somos también quedó en tercer lugar en la categoría senadores en la Quinta Sección y en la Séptima con 15.17 %, pero no llegó a sumar escaños para la Legislatura.
Provincias Unidas no erró al tomar cierta distancia de Buenos Aires y, aunque ya se lanzó la campaña para el 26 de octubre, esta semana también habrá una pausa especialmente en el sector santafesino; primero por las vísperas de la presentación de su nueva Constitución y en segundo lugar a la espera de que baje el ruido bonaerense por el triunfo de Kicillof.


































