Las elecciones en el sindicato de Obras Sanitarias de Rosario finalmente se realizaron en medio del cruce de resoluciones judiciales que primero suspendieron los comicios y a media mañana los confirmaron. El resultado fue a favor del oficialismo que lidera Silvio Barrionuevo, que obtuvo el 90% de los votos, contra sólo 68 sufragios que consiguió la lista opositora.
Pero el cruce de acusaciones e intervenciones judiciales que caracterizó el último tramo de la campaña sigue después del acto electoral del 20 de mayo. El titular del gremio fue citado a una audiencia por el fiscal Sebastián Narvaja para imputarlo por una serie de denuncias de amenazas que habrían recibido afiliados referentes de la lista opositora.
Según reveló la comisión directiva reelecta en los comicios del gremio rosarino, las denuncias por las que fueron convocados a sede judicial incluyen amenazas telefónicas anónimas desde números privados, otra amenaza de una persona no identificada desde una ventana, un dicho de Silvio Barrionuevo señalando que “ellos no esperaban lo que les iba a pasar”, y el llamado telefónico de dos afiliados en tono amenazante.
También señalan que como parte de esa denuncia figura un “mensaje subliminal amenazante” que se habría realizado mediante un babero con imágenes de tres pollitos que una vecina del distrito de Aguas Santafesinas en Funes habría colgado de su tendedero. La persona que denuncia está embarazada y lo interpretó de manera personal e intimidatoria.
En un comunicado repartido entre los afiliados del gremio, la triunfante lista Celeste que preside Silvio Barrionuevo señala que “todas las conocidas maniobras que ha venido realizando desde el 4 de marzo la lista democráticamente derrotada, sumada a este amedrentamiento judicial personal que vienen padeciendo varios de los miembros de nuestro espacio, de ningún modo lograrán doblegar el curso institucional del sindicato”.
En el marco de este cruce de denuncias, el oficialismo a cargo del gremio anunció que va a presentar este jueves sus denuncias por amenazas cara a cara recibidas por varios dirigentes de la lista que se impuso.
Las elecciones del gremio estuvieron atravesadas por la intervención judicial. Primero una jueza laboral de primera instancia de la provincia suspendió las elecciones, pero después la Cámara Laboral de Rosario aceptó un amparo y ordenó que la votación se realizara, al considerar que no se advertía “una grave y manifiesta lesión a la democracia y libertad sindical”, como alegó la lista que pidió la suspensión.
El día de los comicios hubo 15 escribanos, uno supervisando el escrutinio definitivo y el resto en todas las mesas donde se votó en el sur provincial, para constatar el inicio y final de la votación y que estuvieran representadas las dos listas en el cuarto oscuro.


































