En las tribunas del fútbol argentino la puja dialéctica entre las hinchadas es tan variada como ingeniosa. Pero hay una discusión que es la madre de todas: cuál es el club más grande. Se mide a nivel nacional, está la pelea entre los clubes del interior, y se asume de forma implícita una tabla de jerarquía que valida puestos hasta “el sexto grande”. El debate no tiene salida. ¿Qué es ser un club grande? ¿Se pone en valor la convocatoria de su gente? ¿Los títulos? ¿Su infraestructura? ¿La dimensión de sus ídolos? Según se regulen estos grifos es que cada hinchada se atribuye el triunfo. Pero si la discusión se plantea en el plano de los simpatizantes, a la postre los primeros protagonistas de nuestro fútbol, una mirada ineludible para interpretar cómo crece un club e identificar su trascendencia debe reposar precisamente en el hincha, al menos como primer punto de análisis. Central pasó los 100 mil socios días atrás. El número por sí solo dice mucho, más aún si se revisa cómo el club de Arroyito goza de un crecimiento sostenido de su masa societaria desde 2010 y se lanza a agigantar su grandeza con la vuelta del gran ídolo contemporáneo: Ángel Di María.
Hoy Central es un club irreconocible en comparación al que era en 2007, cuando la jueza que estaba a cargo de la intervención judicial de la institución vendió a Di María a Benfica por seis millones de euros. El ídolo de la selección debutó en Central cuando el club tenía una comisión directiva que le negaba el ingreso al club a su propio presidente, por entonces Pablo Scarabino. El padrón de socios no superaba la barrera de los 10 mil con cuota al día y en las elecciones era bochornoso ver cómo influía la barra brava, portadora de carnets confeccionados a medida para ingresar al cuarto oscuro.

Se fue Angelito y el club cayó por el barranco a los pocos años, víctima de la ineptitud extendida de una comisión directiva, liderada por Horacio Usandizaga, soberbia por vocación. Los canallas se fueron a la B en mayo de 2010. Los dirigentes, muy matones para declarar, huyeron a la velocidad de la luz, algunos incluso escondidos en el baúl de un auto. El escenario en Arroyito era apocalíptico: sin dirigentes, desfinanciado, sin jugadores ni entrenador. El futuro quedó, una vez más, en manos del socio. En aquel entonces no eran más de 15 mil. Pero cuando el equipo sale a jugar su primer partido en la pelea por el ascenso la institución ya estaba al abrigo de más de 30 mil socios. “Estando en la B aumentamos 20 mil socios. Nada debe sorprender viniendo de Central. Por historia somos muy pasionales y la mejor forma de demostrarlo es perteneciendo. Eso la gente lo logra haciéndose socio”, recuerda Norberto Speciale, el presidente que asumió en plena crisis deportiva. “Pero aquella situación no fue algo traumático, porque no me cansé de decir que Central descendió sólo en la categoría del fútbol, no en lo institucional. El socio me apoyó increíblemente. Como lo dice la canción: y en las malas mucho más”, acota el ex presidente. “Ese crecimiento —agrega— además del gran empujón anímico por la respuesta de la gente, hizo incrementar la recaudación a nivel de sponsors, donde el crecimiento fue muy importante para sostener la economía del club por el estado en que la recibimos”.
El equipo volvió a Primera en 2013 y aquella tendencia se acentuó: el padrón de socios no paraba de sumar hinchas. “En 2014 Central tenía 40 mil socios pero no estaban fidelizados, en el sentido de que había mucha morosidad, no se daban de baja. Ese año el club empezó a trabajar sobre el padrón para tenerlo actualizado. Lo que cambia todo es el débito automático porque se llegó a tener a más de la mitad del padrón con cuota al día por el débito automático y eso garantizó un ingreso fijo seguro. Central después sale campeón de Copa Argentina en 2018 con un plantel al cual el costo fijo se lo cubría con el ingreso por cuota societaria, eso fue muy importante”, apunta un ex asesor de la presidencia de Raúl Broglia.

En Arroyito hay otro punto de inflexión en su registro masivo de socios y fue la revolución que generó Eduardo Coudet en 2015, como técnico del primer equipo. Con el Chacho, Central sumó 20 mil socios más. En 2014 el club había saltado la barrera de los 40 mil y después de Coudet, ya en 2016, se superaron los 60 mil, impulsado por el atractivo de ver a un equipo competitivo y con apetito de ganar en cada partido. “Yo creo que hay varios factores que explican el crecimiento de la masa societaria. Por un lado está el factor deportivo, con el equipo peleando el torneo y la Libertadores con Coudet; después se salió campeón de Copa Argentina en 2018, campeón en 2023 y hoy se tiene un plantel competitivo. A eso agregale todos los clásicos ganados. Esto es fundamental. Pero también hay un rasgo importante que es la participación de la mujer en el fútbol. Hoy el 40 por ciento del público que va a la cancha son mujeres y eso antes no pasaba. La mujer tomó mucho protagonismo, ganó un espacio que no tenía y en Central se nota”, analiza Fabio García, ex dirigente de Central y quien tuvo a su cargo la gestión para escriturar con éxito los terrenos del ferrocarril Nuevo Central Argentino en el Cruce Alberdi. “A todo eso también le agrego que se mejoró la infraestructura de Central. El socio antes iba al Caribe Canalla y nada más. Hoy ocupa Arroyo Seco, por dar un ejemplo, y todas las sedes están bien mantenidas”, resalta García. “Cuando estás en la dirigencia de un club el respaldo del socio es muy importante. Que cada vez sean más, hace que el club crezca, sin dudas. Y si mirás los últimos 15 años de Central a nivel deportivo fueron muy buenos”, valora.

Gonzalo Belloso asumió como presidente en Arroyito en 2022. Por entonces el club tenía casi 70 mil socios, una cifra que aumentó a pesar de las flojas temporadas que hizo el primer equipo entre 2019 y 2022. Hoy los socios en Central son más de 100 mil. Ni siquiera la pandemia de 2020 hizo detener el aumento del registro de socios. “Ayuda mucho la realidad futbolística”, asume Speciale. “Pero debemos seguir así, estando siempre entre los primeros y jugando copas internacionales. Así el crecimiento institucional y societario no tendrá límites. Si la situación económica no fuera difícil, hoy podríamos estar duplicando la actual masa societaria”, subrayó el ex presidente. El club ofrece financiación para hacerse socio y promociones, siempre y cuando se adhiera al cobro de cuota por débito automático. Una estrategia que se implementó hace diez años y sigue entregando grandes beneficios: “Diría que es clave, redujo significativamente la morosidad y te garantiza ingresos”, asumió el ex asesor del club. Actualmente se recaudan unos 1.300 millones de pesos mensuales por esa vía, lo que representa la mitad de los ingresos de la institución.


La vuelta de Ángel Di María a Central lleva a la institución a una liga superior en el plano económico, se le abre un horizonte comercial promisorio: “Van a llegar nuevos sponsors y con los que están seguramente se abrirán nuevas conversaciones. Todo lo que gira alrededor de Di María llegará al club con el añadido que además se tiene un muy buen plantel y el año que viene es muy probable que se juegue una copa internacional”, se entusiasma un colaborador de Belloso. Como ocurrió en 2010 y en 2015, para el segundo semestre del año se espera un nuevo salto en la masa societaria de Central. El equipo ya jugó sus últimos partidos en el torneo Apertura sin poner a la venta entradas para no socios. Hoy el club tiene el doble de socios de los que puede recibir el Gigante de Arroyito los días de partido. La situación de tensión que se vive cada vez que el hincha debe reservar su ubicación en el estadio aumenta. La problemática se agravará, sin dudas, para el torneo Clausura con la vuelta del ídolo. “La comisión directiva actual ya debe estar pensando en la tercera bandeja, será imprescindible tenerla en el mediano plazo. Económicamente hablando es muy difícil, pero con este rumbo la dirigencia sin dudas lo encarará”, arriesga Speciale. “Central debe ser uno de los pocos clubes donde calza muy bien cuando se dice que el club es de los socios”, acota por último el ex presidente auriazul.




































