La decisión política está tomada. Vivian Orellano no será nombrada en el directorio del Ente Regulador de Servicios Sanitarios. El pliego que la propone será retirado por el Gobierno de Santa Fe como parte de una estrategia política para descomprimir el escándalo que provocó su nominación.
El plan incluye en la movida al Senado provincial, que tendría que aprobar lo antes posible el proyecto con los cambios que el gobernador Omar Perotti propone al sistema de elección de representantes gremiales en organismos del Estado.
Hay tiempo. Esto debería ocurrir en alguna de las tres primeras semanas de este mes, previo a las asambleas legislativas previstas para considerar el pliego de la candidata al Enress, y antes de la fecha tope de 30 días en la que si no se trata quedaría aprobado automáticamente.
El escándalo con la nominación de Orellano se precipitó porque es la pareja de Oscar “Rabanito” Barrionuevo, con quien vive otra vez bajo el mismo techo a pesar de haberse divorciado en 2015, en medio de otro escándalo y una denuncia penal por intento de envenenamiento.
Durante esa pelea, Barrionuevo, líder sindical de Obras Sanitarias desde hace 50 años, logró que su mujer de ese entonces sea echada sin causa de Aguas Santafesinas, por lo que cobró una indemnización de 1,5 millón de pesos.
Después se reconcilió con ella y organizó una asamblea para pedirle disculpas, e intentó que la empresa la reincorporara. Como no lo consiguió, la propuso en 2018 para que sea la representante gremial en el Enress y ocupe uno de los cinco asientos de ese directorio.
El pliego esquivo
Como el ex mandatario Miguel Lifschitz no envió el pliego, Barrionuevo acudió a la Justicia y logró que le dieran la razón e intimaran a la provincia de Santa Fe para que cumpla con ese requisito de representación legal.
Sobre el fin de su gestión, y con cuestionamientos sobre la nominada, el gobierno socialista prometió una vez más que lo enviaría, pero nunca lo hizo. Y fueron las nuevas autoridades las que heredaron el problema, al que se le sumó en mayo una multa de mil pesos diarios contra la provincia.

Ante esa situación, la semana pasada, el gobernador Omar Perotti envió el pliego y la comisión de Acuerdos de ambas Cámaras puso fecha para que se vote: 20 y 27 de agosto. Si no se trata y pasan 30 días, podría quedar aprobado de manera automática.
El escándalo que desató el nombre de Vivian Orellano se debe a dos cuestiones: por ser la pareja de Barrionuevo, que es director de Assa, y porque si la nombran tendría que controlar a la misma empresa en la que trabajó y fue despedida. Por eso, en la comisión de Acuerdos, los representantes de distintos bloques ya se pronunciaron en contra de votar su candidatura.
El proyecto que cambia todo
Fue entonces que Omar Perotti decidió mandar un proyecto a la Legislatura para que se modifique la manera en la que se eligen los representantes gremiales en las empresas y organismos que dependen del Estado. Ya no será con la sola opinión de quienes deben proponerlo, sino que tendrá que tener también el acuerdo del gobernador.
Ese proyecto ya ingresó al Senado y con él empieza a tejerse la estrategia que hará que se retire finalmente el pliego de Orellano. La Cámara Alta podría darle media sanción primero a esa iniciativa del Poder Ejecutivo antes de que se trate el pliego con la designación de quien ocupe el lugar vacante en el directorio del Enress.
Cuando eso pase, el gobierno santafesino tendrá a mano una excusa ideal para retirar el pliego y pedirle al gremio de Obras Sanitarias que proponga otro candidato (o eleve una terna) para elegir a su representante sectorial. Y en ninguna de esas listas estará el nombre de Vivian, como una forma de intentar poner fin a la incómoda exposición que vivió en los últimos días.

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