A nueve días de las elecciones provinciales, el acto por el Día de la Bandera fue a pura coyuntura. El presidente Javier Milei no vino, vino su vice, Victoria Villarruel pero por cuenta propia. No había nadie del PJ, para recibir in your face los dardos del gobernador Maximiliano Pullaro y del intendente Pablo Javkin. Y hasta el arzobispo, Eduardo Martín, pidió por la inminente Reforma Constitucional santafesina. El marco fue el habitual para cada 20 de junio, acto con autoridades, funcionarios, delegaciones militares y fiesta popular. El sol se encargó de que esta segunda parte del programa fuera acogedora para asaditos, folklore y música.
El Campo Argentino de Polo del barrio de Palermo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Monumento frente al río Paraná y el balcón de San José 1111 también en CABA, fueron escenarios donde Milei, Pullaro, Javkin y Cristina movieron fichas políticas y partidarias, en el día dedicado a conmemorar los 205 años del fallecimiento de Manuel Belgrano. Uno de los padres de la Patria con mayores adeptos. Villarruel, sin calidad de portavoz del Gobierno Nacional, desplegó sonrisas, dejó algunas palabras fuera del acto oficial y hasta cosechó vivas por parte de un pequeño grupo detrás de las vallas, comandado por Susi que la reclamaban a viva voz. ¿Por qué? Preguntó Suma Política: “Porque Milei es sionista y los K ni hablar, ella es la única esperanza que nos queda”.
“La política desatendió las necesidades del país ante las nuevas amenazas que surgían a nivel global. Como si fuera poco, en paralelo se llenaron la boca hablando de soberanía”, dijo Milei en Palermo, en medio del punto más álgido del conflicto en Medio Oriente. Mientras en Rosario, como universos paralelos, Javkin reclamaba que “acá deberían estar los líderes nacionales, los esperábamos para agradecerles el aporte a nuestra paz recuperada, para mostrarles todo lo que estamos haciendo y para pedirles que no se paren las obras que corresponden a la ciudad”.
“En este país donde se insulta y se agrede acá nos unimos en la paz que estamos recuperando, la gente buena no malgasta fuerza en agravios”, continuó el intendente, en un parabólico mensaje del que todos parecían conocer el blanco. No fue el único, en la apertura del acto, y al hacer la invocación religiosa, el arzobispo Martín también llamó a deponer agravios e insultos en medio de una descripción social que incluyó ancianos, gente en situación de calle, por quienes aún no alcanzan una vida digna y destacó que el grado de civilización de un país se mide por la asistencia a quienes más necesitan.
“No vamos a olvidar lo que vivimos, Rosario sufrió mucho, pagamos con vida el abandono de algunos, pagamos con horror el silencio cómplice de otros, soltaron presos, liberaron las cárceles y nos dejaron solos en manos del terror. Jamás Belgrano hubiera hecho eso”, enfatizó Javkin, articulando pasado y presente, en una áspera descripción de lo que consideró una batalla ganada a la mafia, para sellar con un “no tienen perdón”. Pero en el auditorio no había nadie que por acción, pertenencia o legado, pudiera asumir los dardos. Estuvieron ausentes legisladores de todos los niveles del peronismo, salvo el senador nacional Marcelo Lewandowski, que justamente, podía eludir el reto y cuya presencia fue destacada al inicio del acto.
“Hoy podemos mostrar que esta ciudad tiene menos delitos”, arrancó a su turno el gobernador. Al tiempo que anunciaba una próspera segunda etapa en ciernes, al igual que Javkin, hizo foco en la seguridad y prometió cuidar la industria, un dato que se dimensiona justo el día después en que se conocieron la despareja relación entre exportaciones e importaciones, estas últimas en franco ascenso, según el Indec. Y no pasó por alto valorar el sistema productivo por sobre la “especulación y el capital financiero”. Otro teléfono al gobierno nacional, al que reclamó” mirar al interior productivo”.


A días de una definición electoral, al igual que las ausencias y presencias, cada palabra hace sentido, los discursos con sus apelaciones, admoniciones y reconocimiento, también pueden leerse en clave de repaso de gestión. “No me meto en conflicto con el gobierno nacional, obviamente me hubiese gustado que estén, agradezco a la vicepresidenta que vino”, dijo Pullaro. Y a favor de los delicados equilibrios entre Nación y provincias, señaló: “Tengo que ser honesto, trabajamos en muchas cosas al lado del Gobierno Nacional, en materia de seguridad pública y Justicia, Nación estuvo al lado nuestro, y ahora las cosas están cambiando”.
También en ausencias se contabilizaron cantos, bombos y mística militante. “No nos molesta si vienen con respeto, le ponen pimienta”, sonrió Pullaro frente a la prensa. E hizo una salvedad “recuerdo cuando el kirchnerismo quería colonizar este acto, trayendo militantes para desplazar al resto”. Justamente la militancia kirchnerista, en el marco de una nueva resistencia, había preparado un banderazo frente al balcón de Cristina, pero el tercer escenario político del día cambió de espacio: “nos escuchamos en el Parque Lezama”, fue el mensaje de la expresidenta en la red X, después de que Bullrich, que el jueves estuvo en Rosario, dispusiera fuerzas de seguridad y vallado frente al departamento de San José 1111. Banderazo y militancia no son casualidad en el Día de la Bandera; 52 años atrás Perón volvía de 18 años de exilio y fueron a recibirlo dos millones de personas, pero la mística terminó en un tiroteo que dejó muertos y heridos en la llamada masacre de Ezeiza.
“Hoy no es el día para hablar de ninguna otra cuestión que no sea la Bandera, porque sería quitarle importancia a Manuel Belgrano que siempre habló en pro de la educación, de la honestidad, de hacer un inmenso esfuerzo con industrias, con comercio, apoyando al campo, estoy muy contenta de venir acá, no me siento ofendida, me siento en casa”, dijo Villarruel camino al auto para regresar a Buenos Aires.
El Pacto de Mayo
Un año atrás, en otra fecha patria, Milei convocó al Pacto de Mayo, que se formalizó con la presencia de gobernadores, en Tucumán. En vísperas del 20 de Junio, el presidente anunció la primera reunión del Consejo de Mayo, constituido en esa oportunidad, para el martes 24, con el objetivo de plasmarlo en leyes. Un día antes, los gobernadores se reunirán en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) con la coparticipación como agenda. Sólo a modo de hipótesis, tal vez surja la pregunta: qué significa para las provincias que el gobierno, como declaró Milei, sobrecumplió sus promesas de reducir el déficit, a costa de otro dato inquietante del Indec: aumentó el desempleo.




































