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Economía

La economía argentina hasta octubre: un puente demasiado lejos

Obsesionado por llegar a octubre con el dólar planchado y el índice de precios al consumidor (IPC) domado, el equipo económico se endeuda para mostrar reservas y así recibir nuevos desembolsos del préstamo contratado con el Fondo Monetario Internacional. Con este juego de malabares, que involucró operaciones de crédito por 38 mil millones de dólares en seis meses, busca torcer o aplazar el destino que suelen tener las estrategias económicas basadas en el atraso cambiario.

El efecto político de la condena a Cristina Fernández de Kirchner solapó el festejo oficialista por el dato oficial de la inflación de mayo, un histórico 1,5 % cuya materialidad se disuelve en los bolsillos de quienes alquilan, consumen energía y se alimentan con algo más que frutas y verduras estacionales. 


Inflación y desempleo


La contracara de la desaceleración del aumento del IPC es el enfriamiento del consumo y la actividad económica, así como el deterioro del empleo. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió los indicadores del mercado de trabajo correspondientes al primer trimestre del año y mostró una suba de la tasa de desocupación en todo el país, con varios aglomerados, como el Gran Buenos Aires, Santa Rosa y Córdoba, arañando los dos dígitos. Y que tiene en el eje industrial Villa Constitución y San Nicolás al quinto conglomerado con mayor tasa de desempleo, del 8,5 %.

La aspereza de la situación laboral se explica en el Gran Rosario fundamentalmente por la dificultad de la demanda para absorber una creciente oferta de mano de obra, producto de la caída de ingresos. Con una tasa de actividad del 50,2 %, la tercera más alta del país, la desocupación pasó del 5,6 % al 7,1 % en un año, pese a que el empleo subió de 45,9 % a 46,6 %. Quiere decir que hubo 24 mil personas que salieron a buscar trabajo, de las cuales solo 13 mil lo consiguieron. Otros 11 mil se sumaron al ejército de desempleados. Pero los problemas de empleo afectan a 184 mil personas, un 27 % de la fuerza laboral de la región, cuando se suman los que no tienen empleo, los que trabajan involuntariamente menos de 35 horas semanales y los que teniendo ocupación buscan otra activamente.

La crisis de la megadevaluación con la que Javier Milei inició su gobierno se expresó a principios de 2024 en un fuerte achicamiento del mercado local, que amortiguó el dato duro del desempleo. Un año después, el efecto de la política económica se capta más claramente. Y si el foco se pone en los primeros tres meses fatídicos de 2025, se advierte un deterioro generalizado respecto de la situación de fines del año pasado. Incluso, con una retracción directa de la tasa de ocupación.


Las bandas del destino


La baja de inflación y la suba del desempleo son resultados divergentes que demarcan el estrecho sendero por el que atraviesa la política económica. Para el sociólogo Martín Schorr, los bordes de la estrategia oficial bien se pueden asimilar a los de la banda de flotación cambiaria. Es que el camino de la apreciación del peso atiza “una crisis productiva con consecuencias visibles en el mercado de trabajo”, mientras que su depreciación para frenar el drenaje de divisas podría disparar el índice de precios. En ambos casos, la crisis social es un escenario real. 

En este angosto desfiladero se abre también una disputa política. “Ir por arriba o por abajo de la banda te marca con qué fracción del capital te vas a aliar y a cuál vas a dejar afuera”, señaló el autor de Industria y Nación durante su participación en el Encuentro Ciencias Sociales y Sindicalismo que se realizó en Rosario. 

A su juicio, el modelo elegido por el equipo económico para transitar los meses que vienen hasta octubre, “saca muchos dólares por la apertura, por el turismo, por la fuga y por la deuda, pero no los ingresa porque exporta poco y porque el escenario de endeudamiento no se está dando como el gobierno preveía”. Por eso, considera que el plan “va caminando de a poquito a una crisis en el sector externo; y de ahí a la devaluación hay un paso”.


Los Repos y los cepos


Repos, bonos, swap, canjes de títulos en condiciones más onerosas, blanqueos e invitaciones desaforadas al carry trade concurren en la tarea de alquilar reservas para cumplir con las exigencias del acreedor más relevante, el FMI, y sostener el tipo de cambio como ancla inflacionaria. Esto a pesar de que el fin de la anterior tablita por el sistema de bandas introdujo un factor de volatilidad. “Al momento, la fluctuación no fue grande pero no deja de ser un problema el esquema de bandas para el mediano plazo”, aclararon desde el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) en su último informe de coyuntura.

Quizás por ello, advirtieron desde ese centro de estudios, el gobierno “reforzó el ancla salarial”, escamoteando la homologación de acuerdos paritarios, imponiendo techos salariales y fijando aumentos por debajo de la inflación en el sector público.

El problema de este anclaje es el impacto que tiene el estancamiento de los salarios reales en la economía real. La caída desestacionalizada del 1,8 % en Estimador Mensual de Actividad (Emae) de marzo fue la primera señal de alarma. 

Es que luego del desplome del primer semestre de 2024, se produjo cierta recuperación que ahora entró en debate. El Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate) subrayó en su último reporte mensual que la economía volvió a caer luego de varios meses con signo positivo. Y alertó: “La virtual estabilidad financiera y cambiaria no es suficiente para hacer marchar una economía con salarios recortados”.

El centro de estudios que conduce Sergio Arelovich puso en números el impacto del cepo salarial. Desde que gobierna Milei cada trabajador registrado perdió en promedio 2 millones de pesos en el sector privado y 6,5 millones en el estatal. Cada jubilado dejó 3,4 millones. En términos agregados, se trató de una transferencia de ingresos al capital de 54,9 billones, potenciada con la pérdida de 230.000 empleos formales.

Para el Ceso, el sostenimiento de la actividad en un contexto de paritarias pisadas solo podría descansar “en la evolución de los ingresos del sector informal y el nivel de endeudamiento de los hogares”. Pero ese bastón también es débil. A pesar del fuerte incremento de los pagos con tarjeta de crédito, que según el Mate saltaron al 46 % del total de las ventas, la facturación a valores constantes de los supermercados reptó en abril y la de los mayoristas cayó. “El endeudamiento de las familias no alcanza a compensar la pérdida de capacidad de consumo que sufrieron por la caída de sus ingresos”, concluyeron los economistas.

Este lastre arrastra a la industria. La Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) informó que el índice de actividad manufacturera en la provincia cayó 7,4 % entre marzo y abril. Y aunque todavía compara contra la depresión del primer tramo de 2024, la variación interanual fue favorable en un magro 1,1 %. “La recuperación se ralentiza”, dijeron desde la central fabril, al tiempo que apuntaron que “cada vez más la demanda interna se abastece con productos importados”. Con datos a mayo, la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) reportó un nivel de actividad 11,7 % inferior al del mismo nivel de 2023.


Ingresos y política


Esta contracción impacta en la recaudación. Los ingresos provinciales y nacionales vienen de un mayo difícil, afectado por la brusca caída del impuesto a las Ganancias. El ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares, sorprendió en la última semana al convocar a una conferencia de prensa para enfatizar el temprano depósito del aguinaldo para los empleados públicos de la provincia, que se cancelará “sin apelar a ningún tipo de endeudamiento, algo que no pueden decir todas las esferas del sector público”.

El jefe de la hacienda provincial dijo que, tras el derrumbe de los últimos meses, los ingresos se estancaron en el piso durante lo que va de junio, con un muy leve respiro de los recursos propios. Aprovechó, en ese sentido, para subrayar “la importancia de los impuestos provinciales para sostener la autonomía” y compensar los vaivenes nacionales.

Una señal de cara a la pulseada fiscal con el gobierno nacional, que el próximos 25 de junio tendrá un nuevo capítulo con la audiencia convocada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación para discutir el reclamo presentado por el Estado santafesino para que el gobierno nacional pague la deuda acumulada por el financiamiento de la Caja de Jubilaciones.

En medio de la delicada situación económica, y quizás atentos a ella, los supremos nacionales activaron su músculo. Tras sacar de la cancha electoral a la ex presidenta y avisarle a la administración de Javier Milei el poder de fuego que tiene sobre el ordenamiento político, el “círculo rojo” abre el juego a algunos referentes provinciales, como si dibujara bocetos de su nuevo mapa de preferencias.


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