¿Quién autorizó al ahora ex vicepresidente de la Empresa Provincial de la Energía, Alberto Joaquín, para que pudiera vacunarse en febrero en el hospital de Granadero Baigorria, y lo anotó como personal de salud?
Esa fue tal vez la principal pregunta que debió sortear el ministro de Gobierno Roberto Sukerman cuando concurrió el lunes, citado a una interpelación por la Cámara de Diputados de la provincia. Porque siempre sobrevoló la suposición de que en esa respuesta podría estar la clave para desentrañar al resto de las vacunaciones que hubo en la provincia por fuera del trámite normal.
Y sin querer, o voluntariamente, el propio funcionario renunciante, el único que dejó el gobierno de Omar Perotti por este tema, volvió ahora a poner ese asunto expuesto en una réplica a Sukerman, contrariado porque el ministro afirmó que fue “separado del cargo”. Asegura Joaquín que “nadie le pidió” que diera un paso al costado y que su dimisión fue “una decisión personal”.
Esa afirmación que contrarió a Joaquín, fue repetida en la Cámara de Diputados por los representantes del oficialismo, que pretendieron así tranquilizar a la oposición diciendo que se había tratado de un error y que el funcionario que lo cometió ya no estaba más en el gabinete.
Los legisladores de la oposición se quedaron con las ganas de conocer la respuesta a la pregunta sobre quién estuvo detrás de esa autorización, uno de los puntos que Sukerman no respondió en la Cámara porque aseguró que todavía “se está investigando”.
También desde el socialismo aclararon que no los conforma ese detalle de la renuncia de Joaquín, y que quieren investigar por qué se producen todos los casos de quienes se saltean la fila.
En el medio, Alberto Joaquín quiso dejar claro que se fue solo y no lo echaron de la función, e introdujo en una “respuesta a Sukerman” el interrogante central de la interpelación, aún no develado.
El ex funcionario se pregunta públicamente “cómo una persona tan conocida (como él) por su trayectoria va a ir a vacunarse secretamente a un hospital público saturado de gente y permitir, encima, que se lo anote como personal de salud”.
No da tampoco ninguna respuesta, porque su intención es dejar sentado que no fue sólo su decisión ir a vacunarse, sino que alguien además lo habilitó. Redondeó ese concepto con una frase elocuente: “Soy viejo, pero no pelotudo”.

Según Joaquín, que se conociera públicamente su vacunación, tiene origen en “una mafia sindical que armó un circo mediático para dañar al gobierno provincial”, y califica a la denuncia como “perversa y falsa”, aunque admite haberse puesto las dos dosis de la vacuna contra el Covid.
También reconoce algo que ya se sabe, la existencia de una lista con otros nombres en el mismo hospital de Baigorria, al asegurar que el suyo “es el único apellido de interés que encontraron para instalar la idea de un vacunatorio vip inexistente”.
En este punto coincide con lo afirmado por Sukerman ante los diputados, aunque acerca de su salida del gobierno “porque lo separaron” replica que lo dicho por el ministro es “infundado y falta a la verdad”.
Joaquín da detalles de la pelea sindical que según él dio origen a la denuncia en el hospital de Baigorria. El autor de la misma, Ariel Pérez, según Joaquín “fue sumariado por acoso al director” (del hospital). También sostiene que en esta revelación (Pérez) fue “mascarón de proa de dirigentes políticos y gremiales que no trepidaron en lanzar denuncias falsas e injuriosas para desplazar al director del hospital”.
En cuanto a su caso, se defiende por primera vez públicamente al sostener que fue vacunado en forma correcta por su edad, salud y cargo, al pertenecer a una empresa estratégica, donde -afirma- “mi primera preocupación fue ocuparme para garantizar el suministro eléctrico a los miles de equipos refrigerantes de los vacunatorios”.
No pensaba referirme a la perversa y falsa denuncia q se me imputa hasta que terminara la investigación que está realizando el Ministerio de Salud,
— Alberto Joaquin (@aojoaquin) June 15, 2021
Pero las declaraciones de @robertosukerman donde afirma que "me separaron del cargo" no las puedo aceptar por infundadas.
