Tocó con Sergio Torres y Los Palmeras grabaron canciones de su autoría. Su banda de cumbia “La Vanidosa” fue reconocida en el Concejo Municipal de Rosario y ahora él busca acceder a una banca para ayudar a la gente desde la política. Luis “Lucho” Hermosín dice no sentirse representado por los partidos tradicionales, aunque tiene cierto aprecio por el “peronismo viejo” y reconoce haber votado a Mauricio Macri en 2019. Su música se escucha en los barrios y quiere devolver ese cariño con hechos: “De pibe hacía cuatro cuadras para buscar agua en mi casa, no puede ser que eso siga pasando”.
La proliferación de listas en Rosario derivó en una serie de novedades para estas elecciones, como la inédita boleta que mide más de medio metro o la disponibilidad de un kit escolar con lupas para poder identificar la cara de los candidatos. En la kilométrica papeleta Hermosín cuenta con una ventaja: su característico sombrero lo destaca del resto de los candidatos. No es un accesorio más; formó parte de su imagen como músico y ahora también es el logo identitario de su lista “Lucho con vos”.
El músico dice haber sido tentado en varias oportunidades por los grandes frentes electorales, pero su salto a la política se da a través de un partido nuevo, Lealtad y Dignidad, conformado por dirigentes con trayectoria en el peronismo que en 2019 acompañaron la candidatura del gobernador Omar Perotti. La llave para destrabar su lanzamiento fue otro hombre ligado a la música y la política: Marcos Castelló, senador provincial por el departamento La Capital, conocido como “Kaniche”, apodo que da nombre a una de las bandas de cumbia más reconocidas de la provincia.

“Marcos es un amigo. Él me hizo conocer a los chicos del partido. Me banca y me siento reflejado en muchas cosas”, comenta en diálogo con Suma Política. Ambos se conocen desde la adolescencia, cuando el santafesino ya tocaba en el Grupo Cali y Hermosín comenzaba a incursionar por distintas agrupaciones de la movida tropical. Cuando se enteró que Kaniche iba a ser candidato a concejal por la ciudad de Santa Fe en 2017 le hizo ruido: un amigo suyo, que contaba con el cariño popular, se metía en el barroso y siempre cuestionado terreno de la política.
Cuatro años después reconoce haberse equivocado: “Es alguien que ha hecho mucho. Pero aparte es muy inteligente y entendió muy bien todo. Nos queremos mucho y se ofreció para ayudarme con proyectos. Me acercó al partido y a mí me interesó porque es un espacio nuevo que no está identificado con alguien. O mejor dicho sí, pero me dejaron ser libre”.
Ahora, apadrinado por su amigo cumbiero, busca trazar un mismo recorrido que tiene como primera parada el Concejo de Rosario. Pese a ser candidato no se reconoce como político, sino como un músico que quiere llegar para sumar: “Los políticos no pueden salir a caminar muy tranquilos por los barrios y nosotros sí. Por eso sé lo que me juego y no me quiero equivocar. Si me doy cuenta que no soy para esto no voy a insistir. Pero estoy seguro que puedo ser útil”.
De las clases de piano a Los Palmeras
Corrían los primeros años de los 80 y la población sentía en el bolsillo un anticipo de la crisis económica que empezaba a dejar la dictadura militar. En el barrio Tablada de la zona sur de Rosario un joven albañil se acercó a una academia de música y pidió hablar con el profesor. Tenía un propósito: quería saber cómo iban las clases de piano de su hijo de 7 años. La cuota era alta, se complicaba llegar a fin de mes y buscaba asegurarse de que las clases estuvieran más cerca de una inversión que de un gasto. El veredicto no fue alentador: no le veían chapa de músico.
Inmediatamente lo sacó de esa escuela pero siguió pagando las clases, esta vez, a un profesor particular que pudiera valorar la pasión por la música que tenía su hijo. “Fue un balde de agua fría, porque yo era chico pero entendía”, recuerda Lucho. El cambio fue clave: allí conoció a José Ulisis, figura clave tanto para su formación musical como para su incursión en el mundo de la incipiente movida tropical.
Hermosín rompe cualquier estereotipo de lo que pueda pensarse de un músico de cumbia tradicional. Sigue viviendo en su barrio de toda la vida junto a su madre y se recibió como profesor de piano en la Universidad Nacional de Rosario. Reconoce que “la academia” no es algo común en el rubro pero se muestra esperanzado con las nuevas generaciones: “Acá en Rosario vivir de la música es casi imposible y el que tocaba cumbia siempre era el más marginado, muchas posibilidades no tenía. Y entonces se lo tomaba como un hobbie y no había interés en aprender. Pero hoy veo a los chicos con otra cabeza, muchos que están en la Facultad estudiando o en la Escuela Provincial de Música. La verdad que me alegra”.
Tentado en otras oportunidades por los grandes frentes electorales, su salto a la política se da a través de un partido nuevo, conformado por dirigentes del peronismo que en 2019 acompañaron la candidatura de Omar Perotti
Sus primeros recuerdos ligados a la cumbia son de muy chiquito. Sus padres frecuentaban los bailes barriales que se realizaban en la zona sur y lo llevaban. Quedaba hipnotizado mirando cómo en un par de horas un grupo de personas arriba de un escenario hacía que toda una multitud se olvidara de sus problemas semanales en la pista de baile del club de turno. En ese entonces no imaginaba que algunos años después el animador de fiestas y generador de arengas de baile sería él mismo.
Durante parte de la primera década de los 2000 formó parte de la banda de Sergio Torres, y cuando éste no podía asistir a los ensayos, él se hacía cargo de los micrófonos. Lo hacía bien. Carlitos Martínez, músico con recorrido en la cumbia santafesina, fue uno de los primeros en animarlo: “Tenés que cantar, Lucho”. Y de ese empuje inicial terminó surgiendo La Vanidosa, una de las agrupaciones más representativas de la cumbia rosarina.
A la par de La Vanidosa iba manteniendo otros proyectos musicales y haciendo colaboraciones con distintas bandas. Durante un tiempo mantuvo una agrupación musical fija que tocaba todos los fines de semana en un boliche llamado El Palacio Bailable entre las 2 y las 3 de la mañana. Por esos años llegó un mensaje inesperado: su socio le avisó que el acordeonista de Los Palmeras había tenido un accidente y necesitaban reemplazarlo para una serie de fechas. Les dijo que lo perdonen, que por respeto a ellos y a la música, no aceptaba. Media hora después sonó su celular. Era Cacho Deicas, líder de la agrupación musical santafesina.
—Mirá hermano, no podemos levantar la fecha y necesito que me hagas esta gauchada.
No pudo decir que no. Casi sin ensayar y con un instrumento que no conocía estaba tocando con la banda más galardonada de la cumbia santafesina. Entiende que lo hizo muy bien. “Dije que sí no solo por Cacho, si no porque los jodía a todos: al que hace el baile, a los que asisten al baile y también a los que trabajan con los músicos. Porque de última Los Palmeras no tienen un problema económico, pero todo lo que se mueve alrededor quizás sí”, describe.
Propuestas
El cantante destaca el crecimiento que tuvo la ciudad en los últimos años, pero también remarca su lado negativo: “Lo que no veo bien es lo que ven mal todos, que está todo inseguro y seguimos con ese problema”. Su mayor militancia es la música y cuenta que a menudo recorre los barrios tocando en actividades solidarias en comedores, para el día del niño, o en cualquier lugar en que pueda dar una mano. En esas jornadas se nutre de los problemas de la gente.
“Hace poco una señora me trajo una cartita y me decía por favor que la lea. Pedía agua, que acerquen aunque sea una manguera. No puede ser que eso todavía pase, es muy triste”, recuerda. Y reniega que la campaña le quite tiempo para eso; en su celular tiene 999 mensajes de Whatsapp sin leer. Y enseguida aclara que esas acciones no tienen nada que ver con su candidatura: “La semana pasada fuimos a Villa Gobernador Gálvez, esa gente no me va a votar”.
Sus intentos de ser concejal van acompañados de propuestas. Una de ellas es la instalación de guarderías barriales para facilitar las tareas de cuidado a madres y padres que deben salir a estudiar o trabajar. También considera que hay que revisar el funcionamiento de los parquímetros en determinadas zonas de la ciudad. “No puede ser que en las inmediaciones de un hospital te cobren por estacionar. Vos vas con un problema ahí y se te termina sumando otro”, cuestiona.
La propuesta va acompañada de una experiencia personal: meses atrás trasladó a un vecino de urgencia en su auto hacia el Hospital Provincial y estacionó de apuro. Cuando salió su vehículo había sido llevado por la grúa. “Falta sentido común. Hay que tener un poco más de tacto. La persona que deja un auto en un hospital no está yendo a bailar, tiene una urgencia”, remarca.
También considera que la inseguridad “ya no es algo exclusivo de los barrios”, sino que también se siente en el centro de la ciudad. Por eso propone intensificar los patrullajes y controles policiales, pero también haciendo hincapié en la profesionalización del personal policial: “La Policía tiene que tener los mejores sueldos, pero también tienen que estar capacitados y responder a ese sueldo”.
Al músico también le ha tocado vivir en carne propia el abuso policial: “Era un control. Me preguntaron de qué trabajaba y les expliqué que era músico. Me revisaron todo el auto, me hicieron sacar el sombrero y los zapatos sin motivos. Hubo faltas de respeto. Pienso que ahí hay un problema porque los que te tiene que cuidar no te cuidan”.
Sin referentes
El músico aún no tiene planeado su domingo de elecciones. Se imagina la mayor parte del día en su casa de zona sur junto a su familia, y después siguiendo los resultados con sus compañeros de partido. Si bien el espacio viene de tirar paredes con el peronismo provincial dice seguir ideas concretas y ese pragmatismo le permitió votar por Néstor Kirchner en 2003 pero también por Macri varios años después. “No me siento muy identificado con lo que pasó en las gestiones anteriores. Yo esperaba mucho más”, asegura.
No van a ser unas elecciones más en la casa de los Hermosín. No solo porque el hijo menor se postula para candidato a concejal de la ciudad de Rosario, sino porque hace pocas semanas falleció de covid su padre, el primero en acompañar su carrera musical con las clases de piano, pero también su lanzamiento a la política.
“Él me apoyo en todo siempre. Quería mi candidatura pero también le daba miedo porque ve lo que vemos todos: que el ambiente es medio complicado. Pero yo le dije que había hecho muchas cosas, sin saber que era política. Y las quiero seguir haciendo, como ir a cantar a un geriátrico, cantar para una persona que se le quemó la casa, hacer un bingo y cantar dos temas para alguien que necesita una silla de ruedas. Esas son las cosas que a mí me movilizan. Es lo único que me puede”, resume.
Si este cierre de listas tuvo una característica es la cantidad de figuras “outsider” que buscan acceder a cargos legislativos y que en algunas oportunidades suelen ser mirados de reojo por los dirigentes de militancia partidaria. A Hermosín no le asusta el reto: “Lo tomo con tranquilidad. Yo vengo a sumar. Quiero ser útil y que pueda sumarle al pueblo. Si alguien no está de acuerdo conmigo me lo va a expresar en su momento, pero yo no tengo miedo. Cuando me decido a hacer algo es porque estoy convencido. Pero intentaremos soportar todo lo que venga por el amor a lo que uno hace”.
Además, sabe que no es el único en esa pelea: como contrincante en una de las listas estará Hernán “Sapito” Encina. El ex futbolista de Rosario Central es su amigo y, pese a que integran distintos espacios, el músico desea poder compartir el ámbito legislativo con el goleador canalla. “Me alegra que él también esté porque es un buen tipo. Ojalá que tenga suerte. Creo que tiene que haber posibilidades para todos y más para la gente que viene de abajo, que sabe lo que es pisar el barro y ha pasado muchas necesidades. Yo creo que es el momento también de que tengamos un poquito de acercamiento de nuestra gente, de nuestro barrio, un lugar que está bastante alejado”, destaca.
—¿Si la gente te elige vas a llevar el sombrero al Concejo?
—El sombrero soy yo. Si nadie siente que le falto el respeto lo voy a usar para ir a sesionar.

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Periodista. Licenciado en Periodismo (UNR). Conductor y productor en radio Aire Libre (91.3). En Twitter: @NachoCagliero
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