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Política

Santa Fe, punto de inicio de una secuencia electoral nacional

Tal vez por pura casualidad, o tal vez no, la reunión más importante hasta el pasado domingo para intentar armonizar una interna que venía bastante alborotada en el peronismo de la provincia de Buenos Aires, se concretó en La Plata con el gobernador Axel Kicillof como anfitrión y Sergio Massa y Máximo Kirchner como los dos invitados más destacados. No fueron los únicos, pero sí los más relevantes que se juntaron desde las seis de la tarde y hasta casi las 10 de la noche.

Fue justo en el tramo de tiempo en el que terminaba la votación y se daban a conocer los resultados de las elecciones en la provincia de Santa Fe y en Formosa.

Es que el peronismo busca la unidad sí o sí, de otro modo no tendría chance de supervivencia en las elecciones de septiembre (Buenos Aires) y en las nacionales de octubre.

La elección de Formosa legislativa provincial, y con vistas a una reforma constitucional de la provincia, revalidó al PJ con el 67 por ciento, y dejó otra vez muy atrás a un nuevo dispositivo opositor donde ahora también juega La Libertad Avanza de esa provincia.

La Corte Suprema nacional “apretó” a Formosa para que reforme su sistema de reelección indefinida (que tiene a Gildo Insfrán en el poder desde fines del siglo pasado) y que corte con ese sistema. La respuesta de la provincia con la elección del domingo pasado (ahora dominará 22 bancas sobre 30 en la legislatura de la provincia, y 21 bancas sobre 30 para la convención constituyente) le garantiza al caudillo formoseño permanecer, al menos, hasta 2031. La provincia del norte grande argentino, una rara avis por su comportamiento electoral (junto con Santiago del Estero), tiene pequeña relevancia nacional en su volumen electoral (un padrón similar a la ciudad de Santa Fe), pero sienta a tres senadores en la Cámara alta, como todas las provincias.

Entre ellos a Francisco Paoltroni, escindido parcialmente de LLA y que este domingo obtuvo 12 por ciento de los votos (dentro de un lema que llegó al 21 por ciento) y ocupará una de las tres (sobre 30) bancas de LLA en la Convención Constituyente.

Santa Fe, 10 veces más grande electoralmente que Formosa, también le dio al peronismo una buena noticia este domingo. Que fue celebrada por Cristina Kirchner por la red X. Cristina estuvo al tanto del novedoso armado del PJ en Rosario con Juan Monteverde y lo avaló explícitamente. El domingo a la noche lo celebró sin derrochar alegría: sabe del logro, y también de todo lo que le falta al peronismo para detener a Milei.



Aunque muy lejos de los 67 puntos del PJ formoseño, el PJ renovado y ampliado de Santa Fe con la figura en ascenso de Juan Monteverde buscará la oportunidad de ponerse otra vez competitivo en octubre, aunque el vaso está medio lleno, y a la vez, medio vacío.

Por lo pronto, el ausentismo extremo, máximo histórico en Santa Fe y en el país este último domingo gélido de junio, replantea todo el sistema de representación conocido en la Argentina hasta hoy. Una parte muy significativa (entre el 25 y el 30 por ciento de los empadronados) han dejado de sentir el llamado “obligatorio” a votar. Aunque sea letra escrita de la ley. Desinterés, ajenidad, aún ante brutales incentivos publicitarios callejeros, por caso fueron a votar sólo 48 de cada 100 empadronados. Un derrumbe estruendoso en la ciudad de Rosario.

Para preocupación de los gobiernos nacionales y locales, el mayor ausentismo se estaría dando entre quienes, en la base de la pirámide social, habían confiado en 2023 en Milei, Pullaro y Javkin. También el peronismo sufre del ausentismo, aunque pareciera en una proporción algo menor.

Mientras en Santa Fe fue a votar el 52 por ciento del padrón, en Formosa, con hegemonía del PJ, votó el 64 por ciento del padrón. ¿Alcanza con la ola polar como explicación?, todo indica que no, hay causas políticas y no climáticas.

El partido del presidente Milei se estableció electoralmente en Santa Fe pero no pasó de tercera fuerza, excepto en la única ciudad grande que ganó, Villa Constitución, y el segundo puesto relevante en Rosario. Parecido a lo que se cranea en el peronismo, los libertarios cavilan entre leer positivamente la elección o asumir que están encontrando su techo, y todo en un clima nacional económico y macroeconómico que tiende al enrarecimiento para la Casa Rosada.

La secuencia nacional que se viene conlleva un desafío para Unidos y alimenta la hipótesis de que sus votantes en las elecciones locales de este domingo pueden quedar atrapados en una polarización nacional en octubre, Milei versus anti Milei. Y en esa lógica, deberían estar más próximos a votar la boleta de los enviados del presidente que a la oposición neta alrededor del peronismo. Sin embargo, el corrimiento del votante se tendría que verificar, y a casi dos años de aquel noviembre de 2023, donde efectivamente Pullaro y Milei compartieron electorado, está por verse.



La escena triunfadora de Unidos en la noche rosarina del domingo, luego del tercer puesto de la candidata oficialista, no se corresponde con la lectura real que hace el oficialismo santafesino hacia adentro. La frase de “ganamos 266 localidades sobre 300”, compara comunas de 200 votantes con una ciudad de más de 1 millón, como Rosario. No es una cuenta ajustada para analizar la elección, aunque de todos modos coloque a Unidos como ganador por margen estrecho en la sumatoria de toda la provincia con el peronismo (con distintas expresiones electorales, no siempre sumables de manera lineal) en segundo lugar, con posiciones competitivas y ganadores en la mayoría de la veintena de ciudades con mayor padrón de la provincia.

Desde 2023, pasando por las elecciones del 13 de abril, Unidos y el mileísmo declinan o mantienen las adhesiones en Santa Fe. El peronismo busca reinventarse y en Rosario consiguió un impulso. Con todo, sin el retorno de los votantes al cuarto oscuro, todo análisis se vuelve abstracto. Si no hay votantes en democracia, no hay nada que decir. Los 114 mil votos de Monteverde son valorables, aunque también es cierto que, desde el retorno de la democracia, ningún intendente de Rosario se consagró con menos de unos 250 mil votos. El camino a recorrer es largo e incierto para los que pretenden representar.

Kicillof, Máximo Kirchner y Massa, siguieron atentos los resultados de Formosa y Santa Fe, mientras tomaban decisiones sobre el armado electoral en la provincia de Buenos Aires que tendrá un primer cierre el 9 de julio (los frentes electorales) y un segundo y definitivo (los candidatos) el próximo 19 de julio. Todos salieron de la reunión con una consigna: hacer la mejor lista, la más competitiva, para ganarle a los violetas en septiembre y otro tanto en octubre.

¿Conseguirá el PJ de Buenos Aires achicar el ausentismo? Ahí parece estar la primera clave de una elección equivalente a 3,5 provincias de Santa Fe y a unas 35 provincias de Formosa.

Monedas en el aire en una semana polar, la rosca política no para.


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