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Política

Cantidad de habitantes, coparticipación y hasta el manejo de los puertos: el debate que viene por la autonomía

La comisión de Régimen Municipal, Derecho a la Ciudad y Ordenamiento aparece como el espacio de debate sobre las autonomías municipales, en el marco de la reforma constitucional que se puso en marcha esta semana en la provincia. Por eso, desde Rosario no sólo se le presta especial atención sino que también será donde sesionará por primera vez. En las negociaciones previas, Unidos logró quedarse con la presidencia, pero el peronismo y La Libertad Avanza pusieron a jugar a actores con perfiles fuertes e incluso dos dirigentes lanzados a la intendencia de Rosario en 2027: Juan Monteverde y Juan Pedro Aleart. Los alcances de la autonomía, recursos por coparticipación, el poder ciudadano y hasta el manejo del puerto, se meten entre los ejes que propondrán debatir los distintos espacios. 

El 25 de julio es la fecha clave. Ese viernes, la comisión se reunirá por primera vez en el Concejo Municipal de Rosario y, hasta el momento, será la única que sesione fuera de la Legislatura santafesina. La intención es que ese día el Palacio Vasallo sea sede de una gran audiencia pública, donde distintos actores de la sociedad civil santafesina puedan hacer sus aportes a los proyectos que se debatan. Allí Monteverde logró imponer su iniciativa y no es un dato menor: la idea de “asambleas ciudadanas” fue la modalidad adoptada en la última campaña electoral que lo consagró como el dirigente más votado para el Concejo de Rosario. 

Sin embargo, el concejal del peronismo no pudo quedarse con la presidencia de la comisión. Con el debate de autonomía sobre la mesa, esa banca se presentaba como un lugar de visibilidad clave en las aspiraciones por gobernar la ciudad a partir de 2027. Por eso Juan Pedro Aleart también pujaba por esa silla. Finalmente Unidos hizo valer su mayoría y será Katia Passarino, concejal de Reconquista, quien tomará las riendas de una comisión que promete llevarse todas las miradas. Como premio consuelo, Monteverde tendrá la vicepresidencia. 

En total la comisión tendrá 15 lugares, de los cuales Unidos se quedó con ocho. Además de Passarino, estarán los senadores Germán Giacomino (Constitución) y Oscar Dolzani (San Javier), más el diputado provincial socialista Joaquín Blanco. También se suman al listado Mauricio Maroevich, concejal de Casilda; Josefina del Río, subsecretaria de Hábitat de Rosario; Gino Svegliati, director de Integración Territorial y Comunitaria del Ministerio de Cultura provincial, y Sara Sánchez Lecumberri, abogada integrante de los equipos técnicos del PRO. 

En tanto, Más para Santa Fe tendrá tres lugares: a la banca de Monteverde se le suman las que ocuparán el diputado nacional Diego Giuliano y el intendente de Pérez, Pablo Corsalini; mientras que en La Libertad Avanza, el intendente de Las Rosas, Javier Meyer, se sumará a la banca libertaria de Aleart. Rubén Giustiniani (Activemos) y José Machado (Somos Vida y Libertad) completan la nómina. Los nombres marcan que la oposición también jugará fuerte en la comisión, con dos intendentes en gestión, más dos que aspiran a serlo.



¿Qué se debatirá?


La comisión tendrá entre sus funciones discutir los artículos 106 y 107, que conforman la sección séptima de la actual Carta Magna, referidos al Régimen Municipal. El primero marca la distinción entre municipios y comunas en el umbral de 10 mil habitantes. Sin embargo, una deuda de esa redacción es la falta de parámetros a la hora de obtener ese número, que no se rige ni por censos, ni por el padrón electoral. Ahora la ley de necesidad de reforma plantea que todas las poblaciones se organicen como municipios con la posibilidad de establecer categorías “según su relevancia geográfica, poblacional o funcional”. La conformación de esos parámetros formará parte del debate. 

A su vez, el artículo 107 es el que sienta las bases de la organización política y las atribuciones de los gobiernos locales. Con la ley de necesidad de reforma se busca consagrar la autonomía municipal y establecer una serie de parámetros macro, que luego orienten las cartas orgánicas de cada uno de los municipios. El debate auspicia una discusión entre “grandes y chicos”, porque mientras en Rosario entusiasman los alcances que daría la autonomía, en las localidades más pequeñas el temor es que se les transfieran facultades sin los recursos necesarios para afrontarlas. 

Por lo pronto, la ley de necesidad de reforma lo apunta como uno de los principios a tener en cuenta, en una suerte de protección hacia las localidades más pequeñas. A eso se le suma la unificación de los calendarios electorales y la renovación parcial de los Concejos recién a partir de los 20 mil habitantes. Por debajo de ese parámetro, la intención es que el recambio sea completo cada cuatro años, en sintonía con el Poder Ejecutivo. 


Parámetros


Uno de los debates que tendrá la comisión es si el patrón para definir las autonomías se establece en función de la cantidad de habitantes. En el Partido Socialista entienden que lo importante es “lograr un equilibrio” entre la posibilidad de que una localidad pueda desarrollarse y que a la vez tenga la capacidad para hacerlo. “No todos los municipios tienen la estructura para poder dictar la autonomía, porque no pueden garantizar determinados servicios”, señaló Gino Svegliati. “Creo que es necesario que el Estado provincial pueda acompañar en el desarrollo de esas autonomías, sobre todo a las localidades intermedias que quieran hacerlo”, añadió. 

La necesidad de fijar parámetros aparece en función de un principio que comparten distintos partidos, por dentro y por fuera de la coalición oficialista: no puede haber autonomía sin distribución de recursos. Algunas versiones previas, que podrían confirmarse con el ingreso de los distintos proyectos a la comisión, hablan de fijar un piso de 20 mil habitantes para la consagración de la autonomía. Si eso se confirma, unas 25 localidades estarán en condiciones de hacerlo, según el Censo 2022. Otros proponen que el corte sea en los 50 mil habitantes, lo que permitiría que solo nueve localidades sean autónomas: Rosario, Santa Fe, Rafaela, Villa Gobernador Gálvez, Reconquista, Venado Tuerto, Santo Tomé, Villa Constitución y San Lorenzo.

Por eso, en el socialismo también hablan de pensar a las localidades bajo una mirada regional y metropolitana. “Creemos que tienen que ser una asociación alrededor de una metrópolis a los fines de poder dar una respuesta integral y múltiple sobre algunas cuestiones que a los municipios más chicos se les complejiza. Ahí aparece la cuestión de los residuos, el ordenamiento territorial, productivo y ambiental; la provisión de servicios básicos o el transporte”, planteó Svegliati. 

Para el joven dirigente del socialismo, otro de los puntos que no puede pasar por alto la comisión es la necesidad de darle “un ordenamiento y un sentido” al régimen electoral. El objetivo es que, amparados en la autonomía, no suceda lo mismo que en la provincia de Córdoba, donde los municipios definen sus propios calendarios electorales. No obstante, en el espacio hay consenso con respecto a la eliminación de la figura de comuna y buscan dar el debate en torno a la figura del “viceintendente” en aquellos municipios que consagren la autonomía, con la posibilidad de que sean elegidos en una fórmula conjunta con el intendente, estableciendo la paridad de género. 



Cuestión de plata


Desde un sector del peronismo llamaron a “desmitificar” el debate. El mensaje busca apaciguar las expectativas que genera la autonomía como una suerte de panacea que traerá las soluciones a todos los problemas que hoy puede tener Rosario. En ese sentido, aclaran que en la Constitución apenas se podrán fijar algunas reglas generales, sobre las que todavía hay un debate más que abierto. Luego, serán las propias localidades las que especifiquen en sus cartas orgánicas discusiones más finas que hacen a la cotidianeidad de los ciudadanos. 

En ese sentido, Pablo Corsalini planteó que ya existe una “autonomía de hecho” en muchos aspectos. “Los municipios ya nos hacemos cargo de cuestiones vinculadas a la obra pública, a la salud, a la educación, a la seguridad. Es algo que se da naturalmente, porque viene la directora de la escuela y necesita arreglar el techo para que no se le caiga, y lo tenés que resolver”, ejemplificó el intendente de Pérez. “Lo que nosotros entendemos es que la base de toda autonomía tiene que estar fundada en una nueva redistribución de recursos. Cuando los municipios tienen previsibilidad financiera, vos podés empezar a crear igualdad y equidad en la comunidad”, agregó. 

El dirigente proviene del espacio “Vamos” que nuclea a distintos intendentes de ciudades intermedias de la provincia. Desde ese sector adelantaron que buscarán establecer un piso en el porcentaje de coparticipación con rango constitucional, como sucede en otras provincias. También, la posibilidad de instrumentar un escenario de “transferencias por goteo” que sea diaria, para que haya una previsibilidad en las arcas municipales. Todo eso acompañado de una comisión que pueda hacer un seguimiento trimestral de cómo se instrumenta la transferencia desde provincia a los municipios. 

“Nos parece importante que haya una suerte de observatorio que pueda hacer un seguimiento de lo que entra, lo que se reparte y cómo se reparte. Es algo que hoy no está del todo claro. Todos los meses estás esperando que te digan cuánto vas a cobrar y nunca sabés realmente cuánto recaudó la provincia en función de lo que te pagan”, explicó Corsalini. Y completó: “Las variaciones que se dan de un mes a otro en la coparticipación, muchas veces son significativas y nunca entendés a qué se deben. La idea de un observatorio es clarificar esos aspectos”.


Poder ciudadano


Para Rubén Giustiniani, el concepto de autonomía se asocia a la necesidad de “dotar de poder” a los vecinos de los distintos municipios. “Esto consiste en acercar el Estado a la gente y revertir una situación en donde los funcionarios toman sus decisiones entre cuatro paredes. Para mí esto es lo fundamental porque no hay autonomía sin participación ciudadana”, sostuvo. Para eso, también remarcó la importancia de mejorar el funcionamiento del Estado, en una idea que tiende hacia su desburocratización. 

Además, puso el foco en el tema seguridad. El dirigente de Activemos recordó que es autor de un proyecto de “policía municipal” con participación de consejos barriales: “La idea de darle poder al vecino también va en esa dirección. Es el vecino el que sabe dónde se producen los delitos y cómo se producen. Pero también si no llega el colectivo a tiempo, si no hay iluminación, o si no hay limpieza en los barrios”. 

Sin embargo, aclaró que esos aspectos quedarán fuera de la redacción de la Carta Magna. “En la Constitución no se va a poder poner todo. Se van a incorporar cláusulas que definan conceptualmente la autonomía, pero después van a ser las cartas orgánicas de los municipios las que establezcan los detalles de cómo se va a ejecutar esa autonomía”, expresó y agregó: “Lo que nosotros vamos a hacer es abrir las compuertas para que ese debate se produzca”.


El puerto


En La Libertad Avanza adelantaron que patearán el tablero con una discusión que, al menos en la previa, no aparecía en el radar de nadie: que Rosario administre su propio puerto. Hoy su dirección y explotación está a cargo del Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro), un organismo público no estatal que gestiona la concesión de las terminales a empresas privadas. El municipio cuenta con una silla en el directorio, que ocupa Débora Marzioni. La intención de los convencionales libertarios es que la ciudad tenga una mayor injerencia en el organismo. 

“Si Rosario va a ser autónoma entendemos que debe administrar su propio puerto”, sostuvo Juan Pedro Aleart. El postulado —que en principio parece contrario a la esencia libertaria— en realidad busca darle poder a las localidades ribereñas que poseen puerto, a la hora de tomar decisiones. “La ejecución debe seguir siendo del sector privado”, aclaró el dirigente. “A lo que apuntamos es que tengan una injerencia dominante. Hoy el municipio no la tiene en Enapro. De hecho, la renovación de la concesión la está negociando Pullaro junto a Puccini”, remarcó. 

Para el concejal electo, la discusión es clave mirando al futuro: “El puerto de Rosario tiene un potencial enorme por las extracciones de cobre y de litio, sobre todo en el norte del país, y entendemos que en los próximos años será una de las salidas al mundo de esos minerales. Entonces, hay mucho interés en el sector privado para esas concesiones. Es un debate más amplio que, incluso excede al puerto, porque incluye los accesos y calles, que pueden recaer en manos del sector privado”. 

Por último, Aleart adelantó que, como regla general, La Libertad Avanza buscará “sacar privilegios a la política” en todos los artículos que pueda. No obstante, adelantó que no será una tarea sencilla: desde el espacio denuncian un pacto entre el gobernador Pullaro y los senadores provinciales, en función del cual el primero se garantizaría la reelección y los segundos seguir teniendo una Legislatura bicameral. Para el dirigente, ese presunto acuerdo marcará el rumbo de la Convención. “De antemano creemos que va a quedar un sabor agridulce de esta reforma”, sintetizó. 


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