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Política

Deja vu de los 90: Milei y sus aliados dieron otro paso para volver a privatizar Aerolíneas Argentinas

En otra muestra de fortaleza política, el gobierno nacional consiguió alinear en el Congreso a los aliados dialoguistas y sacó un dictamen de mayoría para volver a privatizar Aerolíneas Argentinas. Una sensación de deja vu, volver a la década de los 90: la Argentina resigna la empresa aérea de bandera y abre el negocio a los privados.

Fue clave el rol de los gobernadores de Juntos por el Cambio, que se reunieron en la Casa Rosada la semana anterior e instruyeron a sus diputados para que avalen esta nueva privatización. Varias provincias ya ensayan acuerdos con empresas aéreas privadas para que las atiendan, con el empuje por detrás del gobierno nacional que estaría financiando esas experiencias piloto (caso San Juan, ya se lleva a cabo).

El despacho de la Libertad Avanza contó con el acompañamiento del bloque PRO, la UCR y la Coalición Cívica de Paula Oliveto. Reunió en total 35 firmas. El texto se basó en los proyectos de Hernán Lombardi (PRO) y Juan Manuel López (CC). Se declara a la empresa “sujeta a privatización”, pero no se detalla cómo será la operación.

Además, se autoriza al Poder Ejecutivo “a establecer el marco legal y llevar adelante el procedimiento para instrumentar el proceso de privatización” e indica que éste deberá regirse “en todo lo que fuera compatible o no se opusiere” por lo establecido en el capítulo de privatizaciones de la Ley de Bases (N° 27.742).

Para que prospere el dictamen de la alianza oficialista fue determinante un segundo dictamen de minoría que presentó el bloque de Encuentro Federal junto a Democracia por Siempre, la nueva bancada de los radicales escindidos, que presentó su propio dictamen de minoría. Reunió 8 firmas, con el apoyo del cívico Maximiliano Ferraro, quien se diferenció así de Oliveto, de su propio bloque.

Se trata de una propuesta de “privatización parcial”. El texto plantea que se podrá incorporar capital privado, pero el Estado deberá mantener “el control o la participación mayoritaria”. Además, se requerirá “expresa autorización por ley del Congreso” para cualquier decisión que se tome en torno a la compañía y se prevé la intervención de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones.

En la práctica, sin la presentación del dictamen con esas ocho firmas (las firmas de los dictámenes se suman y así surge la validez del de mayoría, de lo contrario se cae), el oficialismo no estaría celebrando un día histórico: el regreso de la privatización de Aerolíneas.

Unión por la Patria y el bloque de la izquierda trotskista rechazan la privatización y no presentaron, hasta ahora, dictámenes de rechazo.

Los votos para el proyecto de LLA, el PRO y sectores de la CC y la UCR no tienen por ahora total certeza de ganar en el recinto. Desde el bloque de Encuentro Federal, en palabras del diputado Nicolás Massot, se ilusionan de que, una vez “caído” el proyecto del oficialismo, y también caído el rechazo de UxP y de la izquierda, se abriría camino la privatización “parcial”. Una quimera.

Hasta antes del plenario de este martes de las comisiones de Presupuesto y Transporte -en el que se dictaminó-, el único encuentro fue el que se realizó el pasado 25 de septiembre y, desde ese entonces, los diputados de esas comisiones no volvieron a reunirse. En esa ocasión asistieron el vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta, quienes explicaron cuáles eran las motivaciones que llevaban al Poder Ejecutivo a avanzar con la pretensión de vender la aerolínea de bandera. En medio del conflicto gremial y los paros que había por esos días.

Dos días después el vocero presidencial Manuel Adorni anunció que el presidente firmaría un decreto para declarar a la empresa “sujeta a privatización”, y el 2 de octubre se publicó ese decreto en el Boletín Oficial, ingresando el mismo día al Congreso.

La negociación de la Casa Rosada con sus aliados fue integral: pusieron un inexplicable freno al debate por la ley de Presupuesto (ya lanzada, pero que esta semana se frenó) para sacar adelante la privatización de la línea aérea de bandera. Un tema se engancha con el otro, al favorecerle al gobierno un triunfo ideológico (terminar con la línea estatal de bandera), luego, en la discusión por el presupuesto algunas provincias tendrían financiación para proyectos puntuales o fondos para el sostenimiento operativo.



Argumentaciones


Para el rosarino Diego Giuliano (UP), “desde nuestra perspectiva constitucional no es un tema que podamos tratar en este período de sesiones”. Al respecto, leyó el artículo 81 de la Constitución Nacional que establece que “ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año. Ninguna de las cámaras puede desechar totalmente un proyecto que hubiera tenido origen en ella y luego hubiese sido adicionado o enmendado por la Cámara revisora”.

Así, señaló que en el corriente año el tema se trató y se rechazó en el tratamiento de la Ley Bases. “La idea es evitar la reiteración de proyectos que fueron resistidos por una u otra cámara. Si la cámara revisora en su momento eliminó Aerolíneas del listado de empresas sujetas a privatización, eso significa que ha vedado que un proyecto con idéntico objeto, como el que ahora el Ejecutivo remite, pueda ser tratado sobre el mismo periodo”, planteó el santafesino.

Giuliano denunció que se quiere hacer una “privatización a ciegas, sin ningún plan ni proyecto”, y que se plantea “una fragilidad parlamentaria sobre un tema que ya se rechazó, por lo que pidió “respetar el procedimiento reglamentario”. “Más que cielos abiertos, proponen cielos cerrados y eso no es una política aeronáutica”, remató con críticas al Gobierno.

De la vereda de enfrente le respondió la diputada Silvana Giudici (PRO), quien dijo que la cuestión de forma “no es tal” porque “el artículo no llegó al recinto y no puede considerarse que fue rechazado en el año parlamentario. Nos estamos abocando a un tema que no tuvo tratamiento en el recinto este año”.


Las voces de los gremios


Varios miembros de los gremios aeronáuticos estuvieron presentes en el plenario del Anexo C de la Cámara de Diputados. Entre ellos el comandante A330, Gabriel Ramiro Pla, quien comentó que trabaja hace 27 años en la empresa donde le ha tocado transitar diferentes administraciones. “Ingresé en la época que Iberia estaba a cargo de la empresa, continuó American Airlines. Dos empresas que fueron competidoras directas de Aerolíneas que, hasta ese momento, tenía en sus rutas coberturas a nivel internacional en las mejores capitales de Europa, Estados Unidos, Canadá. Cumplía una función importantísima en cabotaje como sigue cumpliendo ahora fomentado destinos”.

El comandante calificó al Grupo Marsans -que manejó la empresa en 2007-  como “el más nefasto que tuvimos. Había atrasos en las flotas, desinversión y ni hablar de tecnologías. No había centros de instrucción, ni mantenimiento ni repuestos, los tripulantes de cabina tenían que mezclar el jugo con agua para poder dar un servicio a bordo”.

“Años después Aerolíneas fue la primera operadora de Boeing 737 max en la región, incorporó aviones cero kilómetro, actualizó su flota internacional, recuperamos algunos destinos”, destacó y sumó: “Cuando hablan de gasto en inversión en los últimos años quiero dar fe que es palpable y concreta. Aerolíneas está posicionada con empleados, con flota, con tecnología, con centros de instrucción propios, con un hangar que es orgullo en Sudamérica. Hoy Aerolíneas en personal, en inversión y tecnología está presentada para ser una herramienta estratégica para el desarrollo del país”.

El comisario de abordo Matías Bagnato denunció que “se llegó acá por una cuestión ideológica y no con argumentos justos y un debate serio”. “Se ha utilizado el problema salarial que venimos atravesando para conseguir que se esté tratando de esta forma la privatización de la empresa”, criticó.

El tripulante de cabina ponderó que “hay un gran nivel de profesionalismo y dedicación de los empleados para sacar día a día a la empresa adelante”, y aclaró: “Estamos dispuestos al diálogo porque se nos ha atacado tanto este último tiempo con que no queremos privatización. Estamos dispuestos a sentarnos en una mesa a dialogar todos los temas porque queremos un debate justo, serio, razonable y no un debate ideológico para sacarse de encima Aerolíneas”.

Bagnato se quejó porque “no escuchamos ninguna propuesta concreta. No sabemos cuál es el plan que hay en política aerocomercial. Solo escuchamos que van a venir un montón de empresas”, y ponderó que “al día de hoy las líneas aéreas que están operando en el país tienen posibilidad de volar a todas las provincias desde 2016 y 21 destinos son cubiertos sólo por Aerolíneas”.

“Pido que no firmen, no rifen a la empresa. Analicen bien con datos concretos. Somos una empresa reconocida a nivel mundial. Los privilegios los tienen otorgados todas las aerolíneas, nos duele la forma en que nos han atacado”, solicitó y reiteró: “Le venimos pidiendo al Gobierno nacional desde principios de año que queremos tener un debate y un diálogo justo. Queremos que sean claros con la privatización y no que se utilice el problema salarial, que estamos un 90% abajo, para esto”.

A su turno, Hernán Agraso, administrativo de la gerencia de aeropuertos en el área de seguridad, destacó que Aerolíneas fue premiada en “distintas administraciones” y alertó que con las privatizaciones se produce “vaciamiento, desguace de la empresa como en la década del ‘90 y no queremos volver a vivir esa historia”.

Agraso procedió a leer la misión que tiene la empresa y sostuvo que “eso se está cumpliendo con eficiencia. Atravesamos dos autorías internacionales y, por segundo año consecutivo, lo rectificamos. La inversión de Aerolíneas está en la seguridad y la calidad, eso es muy caro, y se puede ver en los hangares, en la seguridad informática, en los equipos”.

Asimismo resaltó que desde 2007 “hubo que hacer todo desde cero en la empresa”, y precisó: “Desde la Secretaría de Turismo actualmente, como el mercado bajó mucho en pasajeros y turistas extranjeros, nos piden que bajemos las tarifas a los turistas brasileros a costo de Aerolíneas para fomentar el turismo. No sean hipócritas”.

Por su parte, la exdiputada nacional y actual dirigente sindical, Alicia Castro, señaló que “entre las falacias para alentar la privatización están las económicas porque tanto el Gobierno como en los proyectos aluden que Aerolíneas da pérdidas cuantiosas y eso es falso”. A continuación detalló que en el 2022 por cada peso que puso el Estado en Aerolíneas recaudó dos, y en el 2023 el Estado puso cero pesos y recaudó 80 mil millones de pesos.

Castro recordó lo sucedido con la privatización de los ‘90 y planteó que “no solo se está discutiendo la privatización, sino la extranjerización de los cielos y la privatización de los cielos”. “Otra falacia para alentar la privatización es que ningún país del mundo tiene aerolínea de bandera privatizada”, indicó y remató: “Las low cost fueron un desastre. Privatizar y reducir los costos significa reducir los entrenamientos de tripulantes de cabinas, tripulantes técnicos y fallas técnicas de aviones viejos y mal mantenidos”.


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