Desdibujado dentro de la coalición provincial y con La Libertad Avanza comiendo electorado por derecha, el PRO santafesino parece no encontrar desde dónde apalancarse para volver a poner en vidriera el proyecto político que lo llevó a estar cerca de gobernar la provincia y la ciudad de Rosario. “Faltó visión a la hora de actualizar, dinamizar y crear nuevas ideas”, plantean los legisladores nacionales que dieron un paso al costado del espacio, achicando la bancada en el Congreso. En otra de las corrientes, que ya juegan abiertamente con La Libertad Avanza, plantean que el PRO “ya fue”. Mientras tanto, los que resisten bajo el paraguas de Unidos sostienen que es el camino indicado para repensar el partido a futuro. En Rosario el panorama es más complejo, ante la posibilidad de quedarse sin bancada propia. En el horizonte aparecen las elecciones nacionales donde aún es una incógnita cómo jugará el espacio en la provincia. ¿Qué futuro tiene el PRO santafesino?
“Qué tristeza ir a votar en Rosario y no encontrar ningún candidato del PRO”, escribió en sus redes sociales el diputado nacional Gabriel Chumpitaz el pasado 13 de abril, en el marco de las elecciones provinciales donde los rosarinos asistieron a las urnas para elegir convencionales constituyentes y definir los candidatos a concejales que participarán de las generales en la ciudad. “Pensar que muchos se ofendieron cuando dije que había que actualizar y modernizar porque era Blockbuster en tiempos de Netflix”, completó el legislador.
Que tristeza ir a votar en Rosario y no encontrar ningún candidato del PRO 🟡 , pensar que muchos se ofendieron cuando dije que había que actualizar y modernizar porque era “Blockbuster en tiempos de Netflix”
— Gabriel F. Chumpitaz (@gfchumpitaz) April 13, 2025
El tweet de Chumpitaz anticipó lo que tres días después se terminó ratificando: su ruptura con el bloque del PRO en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación. Pero el mensaje también expresa el sentimiento de parte de la militancia y la dirigencia que comulgó con los postulados del partido amarillo desde sus inicios y que hoy ve un espacio desdibujado en el ecosistema político provincial, lejano de los lugares de poder a los que supo aspirar hace pocos años.
El empresario fue el primero en apostar por Maximiliano Pullaro en 2021, cuando se disputaba la interna de Juntos por el Cambio para la senaduría nacional. Apenas dos años después, el radical se convertiría en el gobernador santafesino, aunque secundado por otra figura del PRO: Gisela Scaglia. Hoy Chumpitaz no reniega del lugar que el partido ocupa en Unidos, pero sí de la falta de visión de su dirigencia para dinamizar el espacio, y cierta “sumisión” a lo que se define en Buenos Aires, donde Dios atiende.
“El desgaste del PRO no lo generó Unidos, sino que lo hizo la falta de visión de sus dirigentes a la hora de actualizar, dinamizar y crear nuevas ideas. No le veo mucho futuro al PRO en el interior de la Argentina y en general”, respondió ante la consulta de Suma Política. “El PRO en Santa Fe se puso de rodillas ante los porteños y terminó desangrado. Hoy la mayoría de sus dirigentes solo buscan asegurarse un empleo con buena paga en lugar de construir un verdadero proyecto de poder”, sentenció.


Una pelea que viene de arriba
Los cuestionamientos van en línea con lo planteado por Patricia Bullrich en el plano nacional. Consustanciada con la gestión de Javier Milei, la ministra de Seguridad de la Nación viene impulsando una fusión entre ambos partidos, entendiendo que las semejanzas son mayores a las diferencias. “El 56 por ciento del pueblo argentino ya está fusionado en el proyecto de cambio. Lo lógico es que las estructuras también se fusionen”, declaró la funcionaria el año pasado, en una de sus visitas a Santa Fe.
En la vereda de enfrente se encuentra Mauricio Macri, que logró hacer valer su peso como ideólogo del espacio y se quedó con la titularidad del partido a nivel nacional. La premisa del expresidente es que el PRO se mantenga como una suerte de aliado crítico del gobierno, pero manteniendo cierta independencia con la intención de lograr musculatura política y así reconstruirse nuevamente en un espacio competitivo a nivel nacional. Con esa idea comulga la conducción del PRO en Santa Fe, lo que valió una visita del ingeniero a Rosario unos meses atrás, en un gesto de respaldo a la lista de Unidos encabezada por Pullaro.
Con ese panorama, es una incógnita cómo jugará el PRO santafesino de cara a las elecciones nacionales, donde se renovarán bancas de diputados nacionales. “Parece que falta poco, pero queda una eternidad”, sostienen en el espacio. Es que en la provincia el mes de octubre queda más cerca en el calendario que en la agenda política, donde primero se deberán transitar las elecciones provinciales generales de junio y luego la convención para reformar la Constitución, convocada para el 14 de julio. La fecha límite para la presentación de las listas a candidatos es el próximo 17 de agosto.
La lógica indica que habrá una interna dentro de Juntos por el Cambio, donde los candidatos del PRO y del radicalismo presentarían sus listas por separado. Un panorama similar al de 2023, cuando la nómina de José Núñez se impuso a la de Juan Cruz Cándido, con Unidos ya triunfal en la escena provincial. Sin embargo, tampoco se descarta que la alianza provincial busque replicar la estrategia de competir en unidad con sus principales socios, algo que en términos electorales le viene dando buenos resultados. Esa discusión dependerá también de lo que defina el PRO en el plano nacional. Por lo pronto, en el PRO santafesino vencen tres bancas: las de Gabriel Chumpitaz, Germana Figueroa Casas y Luciano Laspina.

¿Qué harán?
La ruptura de Chumpitaz se da junto a Verónica Razzini, una empresaria rosarina que ganó visibilidad al liderar la conformación del Movimiento Empresarial Antibloqueos. Ambos oficializaron su alejamiento del PRO para formar un nuevo bloque denominado Futuro y Libertad. El diputado confirmó que buscará renovar su banca en octubre compitiendo fuera del PRO y no esconde que su postulación es una instancia previa a su objetivo principal: competir por la intendencia de Rosario en 2027. Tampoco su emparentamiento ideológico con La Libertad Avanza.
“Nuestro espacio es liberal y de centro derecha. Apoyar al presidente Milei es algo natural y que venimos haciendo desde que asumió a Javier”, sostuvo Chumpitaz. “El objetivo es profundizar la agenda de la provincia de Santa Fe, principalmente en los temas relacionados a desarrollo económico y a seguridad. La decisión se basa en que nos debemos a los santafesinos que nos votaron y no a las agendas partidarias que centran su estrategia en la Ciudad de Buenos Aires”, añadió.
En tanto, Figueroa Casas reconoció abiertamente su intención de competir por un nuevo mandato, aunque asegura que aún no hay conversaciones por ese tema. La diputada nacional tiene buena relación con Macri y está alineada a la conducción de Scaglia en Santa Fe, al punto que fue la número dos en la lista a convencionales constituyentes que encabezó Pullaro. No obstante, considera que su futuro va a depender también de la estrategia que despliegue el partido a nivel nacional.
“Me gustaría seguir para trabajar algunos temas que van a quedar pendientes. Se viene una reforma tributaria, que es algo que vengo trabajando y me parece que vale la pena estar en esas discusiones”, explicó a Suma Política. Para la legisladora, todo se definirá sobre el cierre de alianzas como ocurrió en 2015, cuando el PRO terminó jugando la interna de Cambiemos con la Coalición Cívica de Elisa Carrió y el radicalismo de Ernesto Sáenz. “Una cosa es en la provincia como parte de Unidos, pero hay que ver cómo se conforman los acuerdos nacionales. No es algo que uno decida solo”, añadió.
Sobre el devenir del PRO, Figueroa Casas considera que el partido se encuentra “en una etapa de reconstrucción”, después de algunas internas que generaron ruido en el espacio. Pero marcó diferencias con La Libertad Avanza: “Nosotros estamos en lo institucional y también nos ocupamos de lo micro, no solo estamos en los números grandes; buscamos solucionar problemas”. También expresó su descontento con las salidas del espacio: “No creo que sea bueno ir cambiando de partido porque te va a ir mejor en otro lado. Los partidos que perduraron tienen internas, discuten y se van adaptando. Eso es lo que hay que hacer”.
Por su parte, se desconoce aún qué hará Luciano Laspina. En la rosca partidaria no descartan un “stand by” en su función legislativa.

Los que juegan con LLA
Otro de los legisladores que manifestó su descontento con el rumbo del PRO en Santa Fe es José Núñez. En el entorno del dirigente sostienen que Unidos no es más que una alianza entre el PRO y el socialismo, una suerte de afrenta a los valores tradicionales del partido. “Es como estar de socios con el kirchnerismo a nivel nacional”, ejemplifica un dirigente cercano a esa tribu.
Núñez también se referencia con la figura de Bullrich, pero a diferencia de Chumpitaz sigue formando parte del bloque del PRO en la Cámara baja del Congreso. Sin embargo, en Santa Fe apoyó abiertamente las listas de La Libertad Avanza. La inclusión del PRO en ese armado se traduce en el nombre de Samanta Arias, que ocupa el cuarto lugar de la lista de concejales que encabezó Juan Pedro Aleart. Si se repiten los números de las primarias, la militante del PRO estaría ingresando al Palacio Vasallo, apalancada por los votos libertarios.

La corriente que hoy milita en las huestes libertarias se muestra muy crítica del desenlace del PRO santafesino. Acusan un corrimiento en las ideas que el partido supo representar y entienden que la sociedad castigó esa acción en las urnas votando a La Libertad Avanza, un espacio que hoy interpreta mejor ese papel. Para ese sector, Unidos no es más que una apuesta electoral que tuvo éxito, pero donde el PRO hoy “no tiene ni voz ni voto”. Para matizar el descontento, agregan que no es un fenómeno propio de Santa Fe, sino que se repite en otras provincias. “Cuando estás en alianzas tan grandes es muy difícil preservar la identidad. El PRO fue. Las malas decisiones hicieron que así sea”, sentencian.
Desencanto
Una de las críticas a la conducción del PRO tiene que ver con el “poco peso” que le ven al partido dentro de la coalición. Fue un cuestionamiento que incluso se le escuchó a Macri, que mantiene buena relación con Pullaro. “El radicalismo es bravo cuando tienen que abrirse a dar lugar”, dijo el expresidente. Por fuera de Scaglia, el partido casi no tiene nombres en el gabinete provincial: de los once ministerios, solo uno fue para el PRO, con Roald “Coco” Báscolo al frente de la cartera de Trabajo. Por debajo de esa primera línea, Cristian Cunha fue designado como secretario de Cooperación.
Quienes tienen una mirada más contemplativa, remarcan que en el último tiempo hubo algunos gestos del gobierno en ese sentido. En septiembre del año pasado, Mauricio Basso, cercano a la vicegobernadora, fue nombrado secretario de Coordinación de Transformación Digital, un organismo “con línea directa” al gobernador. Además, en los últimos días el gobierno propuso a Arístides Lazarte, referenciado con el PRO, para ocupar el cargo de Defensor del Pueblo de la provincia.
También el nombre de Roberto Ryan, quien fuera delegado rosarino de la Superintendencia de Servicios de Salud durante la gestión de Mauricio Macri, aparece como uno de los candidatos a sumarse al área de registros de la provincia.
El declive en el Concejo
La situación del PRO tiene un punto crítico en Rosario, donde podría quedar sin concejales por primera vez desde su irrupción en la arena política de la ciudad en 2009. La primera edil que tuvo el partido fue Laura Weskamp que ese año pasó de cosechar 6 mil votos en las primarias a más de 40 mil en las generales, en una campaña que tuvo como cara visible a Gabriela Michetti en la cartelería PRO desplegada por la ciudad.
Desde ahí, todo fue en alza: tres concejales en 2011, tres concejales en 2013, cuatro concejales en 2015, seis concejales en 2017, tres concejales en 2019 y tres concejales en 2021. El PRO llegó a tener una bancada de nueve concejales en el Palacio Vasallo y no solo estuvo cerca de gobernar la ciudad en 2015 de la mano de Anita Martínez, sino también la provincia tanto en 2011 como en 2015, cuando Miguel Del Sel quedó a pocos votos de la Casa Gris.
Ese momento de esplendor empezó a decaer en 2023 cuando, ya dentro de Unidos el espacio no ingresó ningún concejal. Este año finalizan sus mandatos Agapito Blanco (Juntos por el Cambio), Anita Martínez y Carlos Cardozo (PRO). De mantenerse los números de las primarias, Martínez estaría ingresando en el último escaño y podría quedar como la única representante del PRO en el Concejo. La posibilidad de que eso no suceda también está latente.
“Hoy formamos parte de Unidos y no especulamos con lugares en las listas ni jugamos a medias. Estamos poniendo todo en la campaña de cara a junio”, señaló Cardozo en diálogo con Suma Política. “Estamos convencidos que darle músculo político a Unidos es la alternativa que a nosotros más nos cierra. Por un lado es lo que mejor representa lo que históricamente han sido los valores del PRO, y por otro lado es cerrarle los caminos al kirchnerismo para que vuelva a ser gobierno en la provincia o la ciudad de Rosario”, remarcó.
No obstante, el concejal no desconoce que el PRO pasó por mejores momentos. Una de las lecturas que se desprenden hacia adentro del espacio para llegar a esta instancia es el posible impacto de las sucesivas internas que atravesó el partido. Primero, en la categoría a senador en 2021, que terminó con la victoria de Carolina Losada, pero que dos años después se revirtió con una victoria de Pullaro a la gobernación. Pero también en el plano nacional, donde Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta protagonizaron una disputa entre “halcones y palomas” que aún deja esquirlas.
“Fueron momentos electorales complejos en donde nosotros jugamos fuerte a liderar la provincia de Santa Fe. En política se gana y se pierde. Y si perdés, indudablemente retrocedés pasos. Lo importante es tomar carrera y seguir adelante, que es lo que nosotros hacemos”, evaluó Cardozo. “Creo que perder la elección nacional también impacta negativamente, sobre todo cuando pensás que estuviste tan cerca y se te escapó. Eso conlleva un proceso de reagrupamiento de cuadros y de repensar estrategias. Pero los objetivos que nos llevaron a hacer política están intactos”, aseguró.

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Periodista. Licenciado en Periodismo (UNR). Conductor y productor en radio Aire Libre (91.3). En Twitter: @NachoCagliero
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