Las elecciones de medio término en Santa Fe tuvieron una doble particularidad: por un lado, la realización de comicios en forma conjunta y simultánea con las elecciones nacionales, y la convivencia en un mismo acto de dos instrumentos de votación: la boleta múltiple o partidaria para las categorías nacionales (diputados y senadores) y la boleta única de papel inaugurada en 2011 en la provincia, para los cargos locales (renovación de concejos municipales, comisiones comunales y catorce Intendencias). Por otro lado, dichos comicios debieron realizarse en un contexto de pandemia que implicaba a su vez, un doble desafío: 1) garantizar el derecho al sufragio y el derecho constitucional a elegir y ser elegido, la calidad y la transparencia de las elecciones, y 2) proteger la salud de la población y de las autoridades comiciales.
Una de las premisas y también de las incógnitas en estas elecciones, además del grado de participación ciudadana en un contexto de crisis sanitaria, era saber si en un escenario previo ganado por cierto desinterés o apatía pública, unido a muestras, en muchos casos, de reprobación hacia los gobiernos en sus distintos niveles, se traduciría en un aumento del voto en blanco y del voto nulo como muestras de disconformidad o “bronca” ciudadana en las urnas.
Cabe precisar que el voto en blanco, que es un voto válido, demuestra la expresa voluntad del elector de no optar por ninguna de la opciones electorales. Hay un rechazo de la oferta electoral, pese a participar de ella validando su voto. En cambio, el voto nulo, que es un voto inválido, puede tener, como veremos, varias motivaciones pero esencialmente es anulado por un error del elector o, por el contrario, porque haya sido su propia decisión anular deliberadamente el voto, haciéndolo inválido.
Este artículo tiene la intención de verificar si aquella presunción de aumento del voto nulo y voto en blanco, previo y a posteriori de las elecciones primarias del domingo 12 de septiembre, se confirmó en la práctica, tanto en la categoría de diputados nacionales como en concejales de Rosario, comparando con las elecciones de 2019 y las de 2017.
Voto en blanco y nulo en las categorías nacionales
La Provincia de Santa Fe elige nueve diputados nacionales. Compararemos los porcentuales de votos blanco y nulos de la elección primaria del 12 de septiembre último con respecto a las dos últimas elecciones primarias nacionales: 1) las de 2019 (se elegía también presidente y vice de la Nación), donde las elecciones primarias fueron separadas con los comicios provinciales en Santa Fe, y 2) las del año 2017, donde las elecciones fueron conjuntas y simultáneas con Nación, como este año 2021. Los datos son los siguientes:
Elección para diputados nacionales – Paso 2021
Participación electoral (sobre el total escrutado): 64,34 %
Mesa escrutadas: 98,69 %
Voto en Blanco: 4,64 %
Voto Nulo: 5,61 %
Elección para diputados nacionales – Paso 2019
Participación electoral: 74 %
Voto en Blanco: 2,63 %
Voto Nulo: 2,69 %
Elección para diputados nacionales – Paso 2017
Participación electoral: 71,92 %
Voto en Blanco: 3,87 %
Votos anulados: 5,33 %
Si comparamos estos datos de las dos últimas elecciones primarias en la categoría diputados nacionales con las elecciones primarias de 2021 por el Distrito Santa Fe, podemos extraer las siguientes conclusiones:
a) Hubo en las elecciones 2021 una considerable disminución de asistencia electoral que oscila entre casi 8 % (2017) y un 10 % (2019).
b) En las elecciones primarias de 2021 en la categoría diputados nacionales, utilizando la boleta partidaria, ha habido un importante aumento de votos en blanco y nulos respecto a las elecciones anteriores:
En 2021 casi se duplicaron los votos en blanco (4,64 %) respecto a las últimas elecciones de 2019 (2,63 %) y en grado menor también hubo un aumento importante con relación a las elecciones de 2017 (3,87 %).
Del mismo modo hubo un aumento significativo del voto nulo en las elecciones 2021 (5,61 %) especialmente con respecto a las elecciones del 2019 (2,69 %) y casi idénticas a las de 2017 (5,33 %).
Voto en blanco y nulo en las categorías locales
En las elecciones primarias en Rosario se renovaban trece bancas en el Concejo Municipal. Como en el caso de la categoría nacional (diputados) pasaremos a comparar los porcentuales de votos en blanco y nulos de la última elección primaria con respecto a las dos anteriores de concejales en la ciudad de Rosario.
Elección para concejales de Rosario – Paso 2021
Participación electoral: 60,20 %
Voto en blanco: 6,30 %
Voto anulado: 10,50 %
Elección para concejales de Rosario – Paso 2019
Participación electoral: 65,73 %
Voto en blanco: 7,42 %
Voto anulado: 7,61 %
Elección para concejales de Rosario – Paso 2017
Participación electoral: 69,51 %
Voto en blanco: 5,68 %
Votos anulados: 10,27 %
De los datos ofrecidos, podemos comprobar:
a) En las elecciones primarias en la categoría concejales 2021 hubo una importante disminución de la participación ciudadana (60,20 %), con respecto a los comicios anteriores: entre casi un 6 % en 2019 y algo menos de un 10 % en 2017.
b) A diferencia de lo ocurrido a nivel nacional con la elección de diputados, en la categoría concejales de Rosario con boleta única de papel, el voto en blanco en las elecciones 2021 disminuyó con respecto a la elección de 2019 y aumentó un 1% con respecto a la de 2017. En efecto, mientras que en 2021 hubo un 6,30 % de voto en blanco, en 2019 fue de 7,42 % y en 2017 de 5,68 %.
c) El voto nulo en 2021 (10,50 %) aumentó en un 3 % con relación al 2019 (7,61 %) y se mantuvo con respecto al 2017 (elección de medio término y conjunta con Nación como esta de 2021) que fue de 10,27 %.
Arribando a algunas conclusiones preliminares sobre los datos hasta aquí expuestos, podemos señalar que si bien ha habido incremento de votos en blanco y voto nulo en determinados casos, los mismos no han sido de una relevancia sustancial respecto a las dos últimas elecciones: 2019 y 2017.
Se ha verificado un aumento significativo del voto en blanco en la categoría diputados nacionales donde se vota con boleta partidaria pero, como hemos analizado, el voto en blanco en la categoría concejales de Rosario no solo no tuvo aumento sino que disminuyó con respecto a las elecciones de 2019 y se mantuvo en relación con el 2017.
Con relación al voto nulo, si bien los porcentajes son significativamente altos, no ha habido aumentos sustanciales con respecto a las elecciones de 2019 y 2017. Se ha producido un aumento mayor tanto en la categoría a diputados (donde se utiliza la boleta partidaria) como a concejales de Rosario (donde se utiliza la boleta única de papel) con relación a las elecciones de 2019, pero se han mantenido con respecto a la de 2017.
Por fin debe aclarase que, como lo dijimos al comienzo, el voto en blanco, como voto válido, expresa con claridad la decisión del elector de no optar por ninguna opción ofrecida. Es un voto consciente y pensado del ciudadano/a. En cambio, el voto nulo, no siempre expresa un voto bronca o anti sistema —como suele afirmarse con ligereza—, sino que puede deberse también a otras razones como los errores cometidos por el elector al momento de decidir su voto. Hay evidencias de que el votante, tal vez por una insuficiente información, introduce dos boletas partidarias de la misma categoría en el sobre o realiza dos tildes en la boleta única de papel.
Entre el mito y la evidencia: el voto nulo con boleta única en Santa Fe
Adoptada la boleta única de papel en Santa Fe en 2011 se evidenció un aumento del voto nulo, que en opinión de expertos y observadores internacionales que presenciaron las elecciones, como el de la Organización de Estado Americanos (OEA), era normal en los países que habían adoptado ese instrumento de votación. Pablo Gutiérrez, por ese entonces director del Departamento de Observación y Cooperación Electoral de la OEA, e integrante de la misión en las elecciones santafesinas, dijo textualmente: “Los márgenes de nulidad de Santa Fe están dentro del promedio en Latinoamérica” (Diario La Voz, Córdoba, 6/8/2011).
Sin embargo, desde el Gobierno de Santa Fe que encabezaba Hermes Binner, y luego con las posteriores gestiones, intentamos conocer las razones por las cuales existía ese aumento del voto nulo dadas las distintas interpretaciones que se hacían sobre el fenómeno.
Para ello desde la Dirección de Reforma Política y Constitucional a mi cargo del Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado de la Provincia de Santa Fe, y en convenios con la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Rosario, se realizaron investigaciones tendientes a examinar, analizar y evaluar, entre otras cuestiones, las causas de anulación del voto.
Sobre la observación de una muestra de 22.445 boletas correspondientes a 20 urnas seleccionadas de igual cantidad de mesas de todo la provincia en las elecciones primarias del año 2011, se advirtió que del total de las boletas analizadas correspondiente a las cinco categorías provinciales (gobernador, senadores, diputados, intendentes, concejales y comisiones comunales) el voto válido había alcanzado el 95 % (88 % de voto válido afirmativo y 7 % de voto en blanco) frente al 5 % del voto nulo.
Centrados en analizar los motivos de la anulación del voto en ese 5 %, y desagregando los números se determinó que el 63 % fue porque el elector no marcó ninguna opción; el 30% porque marcó más de una opción; el 5 % se anuló porque aparecieron expresiones ajenas al proceso electoral y el 2 % porque pese a que la marca aparece clara, se realizó fuera del casillero.
Durante investigaciones posteriores se advirtió que ese porcentaje de votos inválidos (entre 4 % y 5 %) más del 60 % en 2011 y más del 40 % en 2013 se producía por la no realización de marca alguna en el casillero específico del voto en blanco (1). Ello llevaba a una consecuencia jurídica y política sustancial: la no inclusión de marca en el casillero del voto en blanco automáticamente convertía ese voto en nulo. La fundada presunción era que quienes no realizaban la marca en el casillero respectivo deseaban votar en blanco y no anular su voto.
A raíz de esta evidencia, la Ley 13.461 del año 2014 aprobada por unanimidad, modificó el artículo 13 de la Ley 13.156 de Boleta Única y estableció que se considerará voto en blanco aquel en el que el elector “no ha marcado una opción electoral de cada boleta única”.
Esta presunción fue corroborada en las elecciones provinciales de 2015, en donde ya en vigencia la Ley 13.461 y por tanto, eliminado el casillero del voto en blanco, el porcentaje de votos nulos en las elecciones generales disminuyó del 4,24 % (2011) al 3,24 % (2015) y concomitantemente, aumentó el voto en blanco: de 2,30 % en 2011 al 3,46 % en 2015.
En definitiva, las investigaciones realizadas demostraron que una de las causales más importantes de anulación del voto se debía a errores cometidos por la ciudadanía frente a la ligera afirmación de que el aumento del voto nulo era consecuencia del rechazo al instrumento de votación o al voto bronca, ya que la incorporación de expresiones ajenas al proceso electoral fue porcentualmente muy menor (4 % / 5 %) respecto del total de votos anulados.
Entendiendo que siempre es posible mejorar, desde la Dirección de Reforma Política y Constitucional volvimos a realizar nuevas evaluaciones. En Convenio con la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UNR, en las elecciones de 2017 se realizó una nueva muestra sobre un total de 13.422 boletas analizadas en 40 urnas/mesas de toda la provincia.
De los resultados extraídos se puso en evidencia nuevamente que el 50,4 % de los votos nulos podía atribuirse a errores y falta de información del elector: realizaba más de una marca en cada boleta a favor de distintos partidos (34,2 %) y hacía más de una marca dentro de un único frente o partido (16,2 %).
A su vez, el 46,3 % de los votos anulados con boleta única en las elecciones Paso en Santa Fe en ese año 2017 pudo ser interpretado como un acto de anulación voluntaria del voto. Así, el 21,8 % por realizar rayas, tachaduras en la boleta; el 18,3 % porque el elector marca todos los casilleros y un 6,2 % porque dejó un mensaje expreso introduciendo un texto o dibujo.
En suma, puede concluirse que en las elecciones primarias del 12 de septiembre de 2021:
1) Los votos en blanco y nulos son ciertamente altos tanto para los cargos nacionales como locales. Sin embargo, salvo en alguna elección y categoría, no se ha evidenciado un aumento significativo con respecto a las elecciones de 2019 y 2017, sobre las que este trabajo realiza su comparación.
2) Sobre el voto en blanco puede advertirse que ocurrió un importante incremento en las elecciones primarias de 2021 en la categoría diputados nacionales en las que se vota con boleta partidaria en relación a los últimos comicios de 2019: se duplicó el voto en blanco y se mantuvo con respecto a las elecciones de 2017. Lo contrario acaeció en la categoría concejales de Rosario, en las que se vota con boleta única de papel, donde no solo no hubo aumento del voto en blanco, sino que disminuyó con respecto a las elecciones de 2019 y sufrió una leve alza (menos de un 1 %) con relación a 2017.
3) Analizado el voto nulo, puede verificarse un muy importante crecimiento del mismo en las elecciones primarias de 2021 en la categoría diputados nacionales, especialmente comparándola con las elecciones primarias de 2019. Referido a las elecciones de concejales en Rosario, puede advertirse un incremento mínimo (algo más del 1 %) respecto de las elecciones de 2019, pero manteniéndose en los mismos porcentajes que en 2017.
4) Las evaluaciones hechas en la búsqueda de las razones de la anulación del voto con la boleta única de papel demuestran que es apresurado realizar afirmaciones simplistas, como que dicha anulación deviene exclusivamente por un solo motivo, verbigracia, el intento deliberado de invalidar el voto. Las investigaciones efectuadas indican que también existen causales involuntarias, como los errores del elector que pueden provenir de una insuficiente o incorrecta información sobre el funcionamiento del instrumento de votación. Todo ello reafirma una vez más la necesidad de que los gobiernos realicen, e intensifiquen en cada elección, campañas de difusión pública tendientes a informar y capacitar tanto a electores como a autoridades de mesa, circunstancia que no ha ocurrido con la intensidad debida en la Provincia de Santa Fe.
También será importante realizar nuevas investigaciones que determinen los reales motivos de anulación del voto en las elecciones primarias 2021, como hemos realizado en comicios anteriores.
5) Por fin, la experiencia demuestra que es imprescindible, a la hora de analizar los resultados electorales y el comportamiento de los instrumentos de votación, nutrirse de datos confiables y de evaluaciones de rigor científico, para que los “mitos” no le ganen a la evidencia.
(1) Las investigaciones mencionadas fueron publicadas en el libro “Democracia y boleta única. Implementación y evaluación institucional. Reseña normativa”, Edición de la Provincia de Santa Fe, 2014. El equipo de trabajo estuvo compuesto por Oscar Blando, Lourdes Lodi y Luciana Araya.
El autor es docente de grado y posgrado en la Facultad de Derecho de la UN, y fue director de Reforma Política y Constitucional de Santa Fe.
Autor
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Doctor en Derecho. Profesor de grado y posgrado de la Facultad de Derecho de la UNR. Ex Director de Reforma política y Constitucional de Santa Fe.
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