En medio de la euforia y los festejos por los resultados de la elección para el Senado y Diputados, una frase se repitió, mitad en broma mitad en serio, entre los dirigentes socialistas: “Le ganamos a Brasil en el Maracaná”. Ese era el clima que rodeó la confirmación del triunfo de Clara García sobre Rubén Giustiniani, o lo que es lo mismo decir, sobre el candidato apoyado por el intendente Pablo Javkin.
La metáfora futbolística no es exagerada. La contundente victoria de Clara García y Mónica Fein —candidatas a senadora y diputada nacional, respectivamente— se vivió como el gol de Angelito Di María en la final de la Copa América.
La lista Adelante se impuso con el 67,82 % de los sufragios —con una buena performance en Rosario y Santa Fe—, mientras que Giustiniani (Preparados para Santa Fe) cosechó el 32,17 por ciento. Pero en la comparación con las otras fuerzas políticas, el Frente Progresista no salió bien parado: terminó en tercer lugar y con apenas del 11 % de los votos, un porcentaje muy escaso para la fuerza que gobernó la provincia durante 12 años consecutivos.
Fue tal la dimensión del triunfo interno, que el PS pareció no acusar el golpe por los magros resultados para el Concejo de Rosario. En esa pelea, Javkin encontró sus propios motivos para celebrar: su candidato, Ciro Ruperto Seisas, sacó más votos que la sumatoria de los que cosecharon Verónica Irizar y Miguel Cappiello juntos, que encabezaron dos listas del PS. No sólo eso: tiene para mostrar que Seisas fue el más votado entre todos los que aspiran a una banca.
Más allá de que cada uno celebró lo suyo, desde un lado y del otro apuestan a trabajar juntos para lo que viene. “Hay que seguir construyendo la idea de que en Argentina no todo tiene que ser grieta y gritos”, repitió el intendente de Rosario en los festejos por el triunfo de Ciro Seisas.
También deslizó una frase que desde su sector se apuntó durante la campaña como la gran diferencia con la lista del socialismo. “Cuanto más amplios, más plurales, más abiertos, más convocantes, más fuertes vamos a ser”, sentenció. Una forma elíptica que encontró el intendente para marcar la cancha y señalar el camino que aspira a recorrer.
Lo mismo hizo el socialismo con su lectura de los resultados. “El Frente Progresista es un frente de partidos y no una alianza de caciques”. La frase, que tiene un destinatario implícito, llega con remate: “El líder del Frente Progresista es el proyecto”.
Pero las palabras no irán más allá, al menos en este momento. “En Argentina no todo tiene que ser grieta”, insistió Javkin, y se mostró confiado que en noviembre el Frente Progresista aumentará su caudal electoral. Esa mirada es compartida desde el PS, donde están convencidos de que Clara García puede convertirse en la sorpresa de la elección general.
En la misma sintonía estuvo Giustiniani, quien admitió pronto la derrota y repitió lo que había dicho en una entrevista con Suma Política. “Habernos sumado en esta etapa del Frente nos da una gran satisfacción, y a partir de mañana trabajaremos todos juntos para que el Frente Amplio Progresista sea una verdadera alternativa en noviembre”.
Al Concejo
La primera incursión electoral de Ciro Seisas no pudo ser mejor: consiguió más de 50 mil votos y el 56 % de todos los del Frente Progresista. Más allá de lo previsible de su triunfo en la interna, su cosecha representa un espaldarazo importante para la gestión del intendente.
Entre los candidatos socialistas, Irizar aventaja por poco más de tres mil votos a Cappiello, en una disputa que tiene peso hacia adentro del PS. Irizar es la representante de la conducción partidaria, mientras que el ex ministro está enrolado en Bases, la línea interna que responde a Eduardo Di Pollina. Más lejos quedó el actual concejal Lichu Zeno y después el dirigente social Juan Carlos Rodríguez.
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