La elección de diputados provinciales determinará si el proyecto político del gobernador Omar Perotti se mantiene de pie o se derrumba. Pocas veces como en este caso, ganar o perder es tan determinante. Y no importa si es por un voto. El peronismo santafesino lo mira con recelo y no se sintió correspondido estos cuatro años de gobierno; si Perotti pierde se abrirá un grifo de facturas políticas difíciles de cancelar. Si gana —y Lewandowski no— se erigirá en el gran referente, para adentro y para afuera del partido.
Pero no es lo único que se juega. Clara García, Amalia Granata, Carlos Del Frade, Rubén Giustiniani y Juan Argañaraz, aún con distintos objetivos, también arriesgan y tienen mucho por ganar. Proyección política, poder, futuro y alerta de ocaso electoral aparecen en el escenario. Cuando se terminen de contar los votos del 10-S se sabrá en qué lugar quedó cada uno de los protagonistas de esta historia.
Las PASO provinciales fueron ganadas por Juntos por el Cambio por 90 mil votos, una diferencia importante pero que no le baja la persiana al resultado de las generales. De hecho, la propia Clara García, Perotti y Granata van a dar pelea y hoy nadie minimiza las chances de los demás. “Es una elección pareja”, repiten en los distintos campamentos.
Hay diferencia de estructura, recursos y militancia a favor de García y Perotti que pueden pesar en el recuento final y los convierte en favoritos, pero después del triunfo de Milei en Santa Fe todos los escenarios son factibles.
Cada uno de los aspirantes tienen fortalezas y puntos débiles. Aquí va un breve repaso de los más salientes:

Omar Perotti (Juntos Avancemos): Cumplió con la lógica y ganó con holgura la interna con el 53 % de los votos. Obtuvo 241.218 votos, casi 30 mil más que el resto de los precandidatos de la coalición sumados. También es un dato alentador para sus aspiraciones que individualmente fue el que más votos obtuvo.
Esas fortalezas comienzan a desdibujarse si se profundiza en el contexto. El PJ salió segundo, con 90 mil votos menos que JxC, y el rafaelino hizo malas elecciones en las ciudades con mayor cantidad de electores. Los problemas de inseguridad, que se agravaron en su gestión, le pasaron una factura gigante en Rosario, donde quedó tercero (su cosecha cayó del 53 % provincial al 34,8 %), detrás de Clara García y Granata. En Santa Fe fue segundo. De las diez ciudades más grandes de la provincia, el gobernador sólo ganó en Rafaela, Villa Gobernador Gálvez, Villa Constitución y San Lorenzo.
Su proyecto político es presidir la Cámara de Diputados y quedar como el principal referente del peronismo santafesino; para conseguirlo, deberá ganar. Una derrota lo deja sin ninguna de las dos y con un proyecto en crisis terminal.
¿Puede ganar? No es simple, pero puede hacerlo. Después de las PASO el PJ santafesino hizo autocrítica y se propuso revertir el resultado. “En algunos lugares se trabajó poco y en otros se trabajó mal”, dijo en ese momento Ricardo Olivera, presidente del partido, en medio de reuniones con los referentes de todos los espacios internos. Es clave, además, que los intendentes —que sacaron muchos más votos— traccionen desde abajo hacia arriba.

Amalia Granata (Unite por la Libertad y la Dignidad): Volvió a hacer una buena elección, aunque sin llegar a la avalancha de votos de 2019 cuando la grieta pañuelo verde vs. pañuelo celeste estaba en su apogeo. En aquel momento su lista obtuvo seis bancas. Ahora fue la segunda candidata más votada, con 176.095 sufragios, casi sin aparecer en los medios y con una campaña de baja intensidad. De todos modos, esa ausencia no parece ser un impedimento para llegar a sus votantes: solo en tuiter tiene 2.2 millones de seguidores, con lo cual no necesita de ninguna intermediación para comunicarse. Está claro que conserva un electorado fiel y que las ideas que pregona tienen vigencia para muchos santafesinos. En la campaña cruzó en varias oportunidades a Carolina Losada —precandidata a gobernadora de Unidos— y esta semana volvió a hacerlo. En 2019 creció un 89 por ciento entre las PASO y la general y su equipo se propuso esta vez superar ese índice. Si su aspiración es consolidar Unite en la Legislatura, su objetivo se verá cumplido con creces; si su performance va más allá y sale primera, su proyección política saltaría a otro nivel.

Clara García (Unidos para cambiar Santa Fe): Puede llevarse mucho más de lo que imaginaron los estrategas del socialismo cuando decidieron el cambio de roles con Mónica Fein: se bajó de la pelea por la Gobernación y encabezó Diputados. Ganó la interna del partido contra Antonio Bonfatti y, además, frente a dos estructuras radicales con más desarrollo territorial y con candidaturas a la Casa Gris más potentes (Dionisio Scarpin fue con Carolina Losada y José Corral con Maximiliano Pullaro). En un recuento voto a voto, desplazó a Corral cuando se llegó al 97 % de las mesas escrutadas. Se impuso en Rosario y salió segunda en ciudad de Santa Fe, detrás del propio Corral, donde los votos de ambos sumados duplicaron a los del gobernador. Fue la gran ganadora de las PASO, pese a que en la sumatoria individual quedó por debajo de Perotti y Granata. Ahora, con Unidos abroquelado detrás de su candidatura, aspira a quedarse con los 28 lugares que otorga la elección al vencedor y convertirse en la próxima presidenta de la Cámara de Diputados. Un triunfo sobre el gobernador —a quien prometió derrotar durante toda la campaña— tendría un alto impacto político y la transformaría en una referencia electoral clave en la provincia.


Carlos Del Frade (Frente Amplio por la Soberanía) y Rubén Giustiniani (Igualdad y Participación): Se disputan el mismo electorado, progresista y de centroizquierda. Un buen resultado para ellos, en un contexto político que parece ir en un rumbo diferente al que proponen, sería al menos conservar la actual representación legislativa (dos bancas cada uno de los sectores). Tienen para mostrar trayectoria y coherencia ideológica.

Juan Argañaraz (Viva la libertad): Actual diputado provincial, se postula a la reelección. Ingresó en 2019 en la lista de Granata y al poco tiempo formó su propio bloque. Encabeza una alianza que integran su partido, Inspirar, y Vida y Familia, uno nacional y otro vecinal, y no desconoce su afinidad ideológica con Javier Milei. Sus propuestas se apoyan “en valores: la defensa de la vida, de la libertad, la propiedad privada y la familia”. Acaba de regresar de El Salvador y propone, como se aplica en ese país, “ocio cero” para los presos. Las expectativas electorales del espacio van de dos a cuatro bancas.

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Periodista. Cofundador y editor de Suma Política. Ex secretario de Redacción del diario La Capital. En Twitter: @rpetunchi
