Marcelo Lewandowski llegó puntual a las 10 a la sede del Partido Justicialista de la provincia de Santa Fe acompañado por unos pocos colaboradores. Adentro de la sede de calle Crespo en la capital provincial ya estaban los demás precandidatos a gobernadores con los que competirá en las Paso: Leandro Busatto, Eduardo Toniolli y Marcos Cleri.
La primera recta de la carrera a la Casa Gris los pondrá a disputar la clasificación para las generales y saben que de los cuatro binomios quedará sólo uno. La foto de los ocho bajo el lema “Juntos Avancemos” busca sellar normas de convivencia internas amables en el peronismo santafesino, además de levantar la deseada bandera de la unidad.
Todos aceptaron de inmediato el convite del presidente del Partido Justicialista de Santa Fe, Ricardo Olivera, que con la venia de todos los competidores fue el único orador del acto que, como para completar el cuadro, tuvo lugar el primer día de la campaña oficial.
Hasta el viernes 16 de junio no se podían publicitar precandidaturas de acuerdo con el cronograma del Tribunal Electoral y por eso abundaban los carteles en las calles con nombres, fotos y consignas, pero sin lo que dirá la boleta única.
Un banner con el nombre del frente “Juntos Avancemos” (en 2019 fue solo “Juntos”) con un corazón celeste y blanco quedó a espaldas de los precandidatos Lewandowski y Frana por “Elijo Hacer”; Toniolli y Leticia Quagliaro, por “Un futuro sin Miedo”; Marcos Cleri y Alejandra Obeid por la disputada “Unidad Ciudadana”; y Busatto y María Alejandra Gómez Sáenz, de “Unamos Fuerzas”.
Secuencia
El senador nacional Lewandowski fue informado de que los demás ya estaban en la sede del peronismo y de inmediato subió al segundo piso del edificio ubicado frente a la plaza España. Al pasar por el primero, donde ya había militantes, periodistas y dirigentes (los legisladores y las autoridades comunales y municipales no fueron invitadas para no complicar el trabajo de la prensa) escuchó los gritos agudos y alegres de un símbolo del peronismo de la capital provincial: Susana la “Negra Gringa” Cámpoli, ex concejala, famosa por ser quien amasaba los fideos que no pocas veces el dos veces gobernador Carlos Reutemann iba a comer a su casa. Cuando el Lole se fue del peronismo, ella no. Unos años después hizo una “payantía” y fue a colaborar con la nariz colorada al Hospital de Niños. En el acto se sentó junto al ex gobernador Víctor Reviglio, que porta un elegante bastón y mantiene una conversación siempre interesante (fue de los primeros en reclamarle al gobernador Omar Perotti que apoye a Lewandowski). En la misma fila junto a otros ex concejales estuvo además el ex presidente del Concejo Municipal santafesino, Rubén Mehauod, un histórico obeidista. En los tres, en Reviglio, en el reutemannismo y en el obeidismo pueden resumirse las etapas anteriores del peronismo santafesino que, según hoy todos coinciden, ya no tiene “padres” ni dirigentes excluyentes.
Tema de conversación
El ex periodista deportivo participó de una reunión corta pero de muy buen clima entre todos los integrantes de las cuatro fórmulas. La última en sumarse fue justamente su precandidata a vicegobernadora, la ministra de Obras Públicas Silvina Frana. Sabía que llegaba sobre la hora y subió casi corriendo de la planta baja hasta el segundo piso.
Al igual que en las reuniones sociales, los que efectivamente asistieron hablaron bastante de los que no lo hicieron, según una fuente confiable. Fue de abrazos, besos y sonrisas la previa que les permitió a los cuatro precandidatos a gobernador y las cuatro precandidatas a vicegobernadora (y al titular del PJ) moverse sin sacarse ventajitas. Los nueve juntos avanzaron hacia el salón del primer piso. Y lo mismo a la hora de la foto y de retirarse. Las declaraciones periodísticas fueron afuera y por separado.
En las libretas de apuntes de los cronistas faltaban nombres. Entre los presentes anotaron a las figuras históricas del justicialismo capitalino, a un par de nombres del sindicalismo con poder (Jorge Hoffmann de ATE y Susana Stochero, ex integrante del secretariado nacional de la CGT y de ATSA) y algunos más. Pero por el perottismo sólo habían anotado el nombre, apodo y apellido de Mauricio “Cacho” Caussi, el presidente del directorio de la Epe.
Un clic en contraluz
Toda la sede del PJ santafesino está pintadita como nueva, pero tiene problemas serios en las fundaciones de su subsuelo (la famosa cochera del sótano que cuando el río crece se inunda). Hacen falta bastantes millones para terminar con el riesgo de las filtraciones por las napas (y en ocasiones las lluvias) que podrían dañar las columnas a proteger con un encofrado y algún sistema de desagote automático, como casi todos los edificios antiguos de esa zona.
De la planta baja hacia arriba todo luce más que bien, “como en el 74” precisó un empleado que ya ha pasado varios años en “el Partido”.
El acto se hizo en el salón más importante del primer piso. Se ubicaron 40 sillas y hubieran entrado cómodamente el triple. Salvo uno de los muros, los demás cuentan con amplios ventanales impecables.
El viernes fue nuboso en Santa Fe y curiosamente justo salió el Sol cuando se hizo el acto, en ese preciso momento. Los que encuentran símbolos del destino en los caprichos del cielo dijeron que había que verlo así, como un acto luminoso para el porvenir. Los fotógrafos, en cambio, como un problema para sus pobres flashes que cayeron derrotados en el contraluz.
A la hora de los clics los rayos cayeron sobre las cabezas de los precandidatos y las precandidatas, a sus espaldas. Los cronistas gráficos arreglaron las cosas en el momento de la edición digital que todo lo puede, como las divinidades celestiales.
En cualquier caso, ni con inteligencia artificial hubiera sido posible agregar a las imágenes de la unidad del peronismo alguna cara más. A propios y extraños les llamó la atención que no estuvieran dirigentes del perottismo puro. ¿Y los integrantes de la llamada mesa chica que negociaron con Lewandowski hasta las últimas horas del cierre de listas?
Oído fino
Al diputado Olivera dos por tres le sacan fotos con grandes teleobjetivos, durante las sesiones de Diputados, porque usa unos auriculares grandes en su banca. Suelen ser los cronistas parlamentarios los que les aclaran a los paparazzi de ocasión que el legislador los calza a su cabeza de cabellos algo ondulados para poder seguir con atención la sesión, por un problema auditivo. Olivera lo debe sufrir porque es músico y el rock nacional su pasión. Hay videos de Olivera cantando con otros dirigentes justicialistas, el presidente entre otros, cuando todo era celebración en el Frente de Todos que con Alberto y Cristina le había ganado al macrismo. Hoy ni ese nombre subsiste, se eligió el decimonónico “Unión por la Patria”, que bien pudo usarse antes de la Ley Sáenz Peña.
Olivera conserva muy bien su oído para seguir el ritmo de la política. Fueron sus negociaciones las que colaboraron para que en el proceso electoral de 2019 la lucha interna fuera limpia, y que la disputa entre Omar Perotti y Alejandra Rodenas por un lado, con María Eugenia Bielsa y Danilo Capitani por otro, no desgranara los votos.
Hoy el presidente del PJ repite las condiciones para esa convivencia, y de paso poder mostrar lo opuesto al espectáculo de la otra vereda. En Unidos por Santa Fe la munición gruesa sigue presente en el intercambio de acusaciones entre Carolina Losada y Maximiliano Pullaro, mientras el PS no logra reunir su congreso para oficializar debidamente la alianza que integra.
Además, el acto de los cuatro binomios peronistas (todas las fotos incluyeron a “las vices”) fue la contracara exacta de aquellas tensiones internas entre los armadores del gobernador Omar Perotti y quienes rodean al senador nacional por Santa Fe. Hace solo un mes, para mediados de mayo, hervía el peronismo y mostraba calma el frente de frentes creado entre lo que fue el Frente Progresista, Cívico y Social y Juntos por el Cambio. Hoy parece haberse dado vuelta la taba.
En el Senado
Otro buen tiempista del debate político, el senador provincial radical Felipe Michlig (San Cristóbal) el día anterior habló en extenso sobre la admitida ralentización de la obra pública provincial, y presentó un pedido de informes sobre los fondos previstos por el presupuesto y la suma extraordinaria que “mal o bien” ingresa por el pago de la deuda de la Nación con Santa Fe. “No se explica que no haya obras o que haya menos inversión, justamente en un año electoral… debe estar preocupado con eso el amigo Rabbia (el senador por Rosario), por el amigo Marcelo”, en obvia referencia a Lewandowski.
El médico que representa al departamento más poblado de la provincia puso su mejor cara de póker y lo miró fijamente al radical sin hacer un gesto, no movió una pestaña. Pero no pudo dejar de asentir apenas con la cabeza.
