Javier Milei se diferencia de “la casta” en un punto clave: el precandidato a presidente de La Libertad Avanza ya hizo público su plan económico. Promete que, si desembarca en Casa Rosada, pondría en marcha la dolarización de la economía para terminar con la inflación. Pero lo cierto es que la concreción de ese y cualquier otro tipo de plan que el libertario tenga en mente serán difíciles. ¿Los motivos? Aun con una buena performance en las elecciones, no reuniría, ni por asomo, los legisladores que se requieren para avanzar con medidas de fondo.
El libertario sigue bien posicionado en las encuestas. Por eso no solo se convirtió en un dolor de cabeza para Juntos por el Cambio sino también para el Frente de Todos. La propia vicepresidenta Cristina Kirchner lo subió al ring en más de una ocasión en el último mes. Primero durante una de sus “clases magistrales”, y luego en una entrevista en C5N. La sangría del voto joven, temen en el kirchnerismo, derramaría en el líder de La Libertad Avanza.
Ya pasó un mes de aquel protagonismo que cobró el libertario y que tanto preocupó a Juntos por el Cambio. La coalición opositora temía que la polarización CFK-Milei los dejara fuera del debate público. Pero la pelea que protagonizó JxC sobre todo en torno a la incorporación (fallida) de Juan Schiaretti, junto con las novedades en torno al cierre de listas los volvió a poner en el centro de la escena.
Si bien en las últimas semanas bajó la espuma, lo cierto es que el libertario mantiene las chances de ser el candidato más votado en las PASO (no se someterá a una interna). Y confía en llegar al ballotage.
Ahora bien, si el libertario llegase a desembarcar en Casa Rosada el 10 de diciembre, la gran duda es cómo se las ingeniará poner en marcha su plan de Gobierno. Sobre todo si se tiene en cuenta que la columna vertebral de ese plan (la dolarización) depende, de lleno, del aval del Congreso, donde el libertario tendría apenas un puñado de legisladores propios. Tampoco contaría con el acompañamiento de gobernadores que le allanen el camino.
Sin gobernadores a la vista
La Libertad Avanza confirmó finalmente su candidata a gobernadora en Buenos Aires, el distrito más populoso de la Argentina. En los últimos días, ese puesto había quedado vacante tras la declinación del intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos. El casillero lo completó la diputada Carolina Píparo, diputada nacional que llegó al Congreso de la mano de José Luis Espert, hoy aliado de Juntos por el Cambio.
Así, la provincia que gobierna Axel Kicillof se sumó al puñado de distritos en los que el partido de Milei lleva candidato propio. “El Peluca” le sacó su apoyo a prácticamente todos los candidatos provinciales, salvo contadas excepciones, para no sumar nuevas derrotas en la previa a las PASO nacionales.
Su “mejor” performance la tuvo en La Rioja, con Martín Menem. El sobrino del expresidente salió tercero, con algo más del 15 % de los votos. En Tucumán, Ricardo Bussi también quedó tercero, pero con el 3,44 % de los votos. Mismo lugar ocupó la pastora evangélica Andrea Almirón, que cosechó casi el 8 % de los votos en Tierra del Fuego. En tanto, los candidatos del libertario en Neuquén y Río Negro salieron cuartos, con el 7,9 % y el 9,35 % de los votos respectivamente.
Con esos resultados, y a 72 horas del cierre de listas, Milei separó a los armadores de la Junta Electoral de su partido, Carlos Kikuchi y Sebastián Pareja —acusados por algunos referentes libertarios del interior de vender lugares en las listas— y los reemplazó por su propia madre, Alicia Luján Lucich, y Julián Akerman.
¿Conclusión? Milei llegaría a la presidencia sin gobernadores propios. Salvo que la ex aliada de Espert sea la gran sorpresa en Buenos Aires. Las chances parecen bajas.

Dolarización: una propuesta que caería en saco roto
El principal caballito de batalla de Mieli es su plan económico que consiste básicamente en dolarizar la economía para “terminar con la inflación”.
Pero, para eso, el libertario necesitaría contar con el aval del Congreso de la Nación. El asunto es que allí tampoco tendría masa crítica como para sancionar una ley que despierta más rechazo que adhesiones. El Frente de Todos y el grueso de Juntos por el Cambio ya descartaron de plano esa propuesta. La excepción es el puntano Alejandro Cacace. El diputado de Evolución Radical es el autor del único proyecto que busca dolarizar la economía que existe hoy en el Congreso.
Para avanzar con su sanción, Milei debería —siempre en el hipotético caso de que sea electo presidente— garantizarse el quórum en ambas cámaras para poner en marcha el debate y luego cosechar más votos que la oposición para su sanción.
En números, Milei necesitaría que 129 diputados y 37 senadores se sienten en sus bancas para dar por iniciada la sesión. Las encuestas hoy reflejan que ese escenario no es más que una quimera.
Como en cada elección de medio término, ocho provincias renuevan senadores. Este año les corresponde a Buenos Aires, Formosa, Jujuy, Misiones, La Rioja, San Luis, Santa Cruz y San Juan. Se ponen en juego 24 escaños.
¿Cuántos senadores calcula meter el espacio de Milei? “Depende”, responden. Y apuestan a sumar legisladores en Buenos Aires, San Juan, Misiones y San Luis. Pero lo cierto es que los números que barajan en La Libertad Avanza están muy lejos de los que calculan los encuestadores. Al menos hasta hace unos días, cuando Milei estaba “en la cresta de la ola”, Synopsis y Management & Fit se inclinaban por el número cero. En Zuban Córdoba y Asociados son un poco más optimistas: “Un par como máximo”.
Si La Libertad Avanza lograra salir primero o segundo en un par de provincias, y así alcanzar las dos bancas que “como máximo” le conceden en Zuban Córdoba y Asociados, “El Peluca” estaría 35 bancas debajo de lo que necesita para poner en marcha una sesión en la Cámara alta.
Victoria Villarruel, compañera de fórmula de “El León”, quedaría al frente del Senado. ¿Lograría reunir el quórum? Difícil. ¿Y convencer a la mitad más uno de los presentes para que voten a favor de la dolarización? Casi imposible.
En Diputados el panorama es apenas algo más alentador. La Libertad Avanza baraja que podrían cosechar entre 25 y 30 bancas. Allí, las estimaciones de las consultoras varían un poco más.
En Management & Fit estimaban que el mes pasado, cuando CFK subió al ring a Milei, el libertario podía hacerse de entre 8 y 12 bancas. En Synopsis aclaran que es muy difícil proyectar simulaciones. Ahora bien, haciendo el ejercicio de que Milei cosechara el 20 % de los votos en todas las provincias, podría hacerse de unas 23 bancas en la Cámara baja.
En Zuban Córdoba y Asociados hacen el siguiente cálculo: si Milei obtuviera el 30 % de los votos en las elecciones generales, de manera pareja en todo el país, el libertario podría cosechar algo más de 40 bancas.
Aún en el mejor de los escenarios, La Libertad Avanza quedaría muy lejos del quórum de 129 presentes que se necesitan para poner en marcha la sesión. Y, en ambas Cámaras, se da por descontado que las oposiciones rechazarían la propuesta de dolarizar la economía. Por lo que la principal promesa de Milei en campaña caería en saco roto.
Ahora bien, ponerles rostro a los legisladores que tendrían los libertarios en el Congreso tampoco es tarea sencilla.
Las peleas que protagonizó Milei en las últimas semanas con algunos de sus socios provinciales e incluso con sus propios equipos, sumado a su decisión de sacarles el sello a todos los candidatos provinciales salvo excepciones, dificulta imaginar qué referentes provinciales podrían recalar en el Poder Legislativo. Aun cuando el cierre de listas vence en las próximas horas.
Algunos nombres que se podrían barajar, por ser los referentes que cuentan con el apoyo explícito de “El Peluca” se cuentan con los dedos de una mano: Alfredo Olmedo (Salta), Ricardo Bussi (Tucumán), Juan Nápoli (Buenos Aires), Martin Menem (La Rioja) y Agustín Coto (Tierra del Fuego). Los nombres confirmados son muy pocos: la economista Diana Mondino y la periodista Marcela Pagano.
Un dato extra: si Píparo resultara electa gobernadora, su banca quedaría en manos de Karina García, armadora territorial de Espert. Es decir, Milei perdería un voto, que se sumaría a Juntos por el Cambio.
El plan B de Milei: sortear el Congreso
Milei es consciente del poco peso que tendría en el Congreso en caso de ser electo y, como consecuencia, de las dificultades que tendría para avanzar con la sanción de leyes. Es por eso que ya tiene un Plan B.
Si el Congreso rechazara su proyecto para dolarizar la economía, su principal bandera de campaña, el libertario —dice— pediría una consulta popular vinculante para que la implementación de la medida quede en manos de la sociedad. Y si no tuviera éxito por esa vía, apelaría a la consulta popular no vinculante. Esa es la respuesta que el economista da en los medios cada vez que se le pregunta por las dificultades que tendría a la hora de sancionar leyes.
Pero Milei, cuando da esta respuesta, “olvida” un detalle.
Ambas consultas (tanto la vinculante como la no vinculante) deben pasar por el Congreso. Así lo establece la ley sancionada en 2001 y la Constitución Nacional. Para el caso de las consultas populares vinculantes, el Congreso debe sancionar su convocatoria. En cambio, las no vinculantes pueden ser convocadas por el Ejecutivo. Pero, en caso de imponerse el “sí” a la propuesta de Milei, el tema debería ser tratado por el Congreso.
Pero la estrategia de Milei, en última instancia, es poner al Congreso entre la espada y la pared: si la sociedad lo pide, “la casta” no se va a poder negar.
Hay un dato que el precandidato a presidente no toma en cuenta. Su desprecio por el Congreso, al que llama “madriguera” y en el que tilda a todos sus integrantes, salvo a Villarruel y su aliada, Carolina Píparo, de “ratas”, no se condice con la sociedad. O al menos no en las dimensiones en que él lo expresa.
Apenas el 16 % de la población se muestra a favor de que el Ejecutivo “clausure el Congreso”. Así lo arrojó un estudio elaborado por el Barómetro de las Américas elaborado en el año 2021 que esta semana reflotó LAPOP Lab esta semana.
Pese al desencanto de los argentinos con la política “tradicional”, sortear el Congreso para gobernar no parecería ser la salida más sencilla.
También por el Congreso debería pasar su “plan motosierra”, aquel que el diputado nacional propone para terminar con la inflación en caso de que su plan para dolarizar la economía naufrague.
¿En qué consiste? Bajo ese pintoresco nombre, Milei alude a bajar el gasto público, los impuestos y desregular la economía para avanzar con una reforma del mercado laboral y, luego, abrir la economía. Esa es la otra receta que tiene para terminar con la inflación.
Pero, de nuevo, cualquier reforma impositiva o laboral que quiera llevar adelante Milei deberá pasar por la “madriguera”.

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Periodista acreditada en el Congreso de la Nación. Cronista.com, Radio Perfil, y DiputadosTV. En Twitter: @ddeurieta
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