Y un día Pablo Javkin cambió su tono conciliador y se mostró más confrontativo. “Es alevoso y llamativo lo que está pasando con la seguridad y no se soporta”, dijo. Tal vez hayan sido los 201 homicidios en lo que va del año, o los vecinos que cada vez más directamente le reclaman al intendente por los repetidos robos y le preguntan qué quiere decir cuando explica que él hace su parte. Javkin decidió recorrer el centro comercial de Avenida Alberdi donde la noche anterior se produjo el último ataque a balazos y comprobó lo que la mayoría de los rosarinos vienen denunciando como pueden: que no hay policías. Ni aún el día después de un hecho impactante.
Fiel a su estilo, el intendente no terminó denunciando que hay zonas liberadas o que la policía está, como dicen en la fuerza, con la palanca en punto muerto —la no acción a la que apelan para demostrar descontento o reclamar algo.
Pero sus frases fueron de las más contundentes que se le hayan escuchado en el último tiempo. Incluyó críticas concretas a las fuerzas policiales, tanto federales como provinciales, (“lucecitas azules, gente patrullando no se ve y necesitamos eso”), e indirectas al nuevo ministro Rubén Rimoldi (“hablé con él, no estaba en la ciudad, está viniendo”) y al gobernador Omar Perotti (“le mandé un mensaje, estamos intentando comunicarnos”). También avisó que le volverá a reclamar al presidente de la Nación por el incumplimiento de sus promesas sobre el tema.
“No pasé una vez, la atravesé cinco veces”, dijo el intendente sobre su recorrida por Avenida Alberdi, donde se encuentra un centro comercial tradicional de la ciudad y varias entidades bancarias. “No había ni uno”, fue lo que le transmitió después al ministro de Seguridad de la provincia sobre la ausencia de fuerzas policiales en el lugar. Rimoldi llegó por la tarde a la ciudad, y Javkin también pudo hablar horas después con el gobernador. “Quiero que le digan la verdad al ministro las personas que le tienen que garantizar que se cumpla lo que dispone —advirtió—. Si le cuentan otra cosa, díganle que fui yo el que vio esto”.
Aunque esquivó hacer especulaciones o diagnósticos, el intendente dijo que “es muy llamativo y alevoso” lo que está sucediendo con la falta de presencia policial en Rosario.
Aseguró que no puede ser un problema de falta de patrulleros, y comparó que hace una semana se llegó a contar con 140 móviles durante cuatro días, y la ciudad fue otra cosa. “Es muy notorio —dijo— que hoy no hay uno”.
Y en tren de señalar suspicacias mencionó varias: “Se pasan mensajes entre bandas y nos balearon el edificio del distrito sur, que está sobre una arteria importante como Uriburu, en bicicleta. Pasaron varios minutos sin un alerta y sin que aparezca ningún patrullero”, reveló.
“Hay gendarmes que se alojan sobre Alberdi, pero ni en el lugar donde tuvimos un hecho que milagrosamente no terminó en algo más grave, puede haber seguridad el día después”, comentó.
También mencionó como raro el robo de un vehículo ocurrido en la puerta de la comisaría 15ª y la extraña situación del propio comisario explicando los robos en la zona y las dificultades para garantizar la seguridad.
Otro hecho que le llama la atención al intendente es que se repite que “en las cárceles se mandan mensajes a través de balaceras o pedradas personas que están detenidas; o investigan un hecho y descubren que la persona que lo organizó está presa. De cada cien hechos, noventa se organizan desde la cárcel”, dijo.
“Entiendo que pueda ser difícil prevenir una balacera en la calle, que no se pueda prevenir en la cárcel, pero un robo en una agencia de lotería a las seis de la tarde en un centro comercial tradicional de la ciudad, se previene solamente con estar. No hace falta más, ni inteligencia criminal, sólo presencia”, opinó.
“No conozco ningún lugar en el mundo donde no haya prevención policial en los centros comerciales o donde no haya policías cuidando un banco”, resaltó Javkin. “Si no hay reacción, ¿qué tengo que pensar?”, expresó bastante cerca de lo que piensan los vecinos.
“Mi objetivo es hacer un llamado de atención a las autoridades que manejan la seguridad para que vean que está pasando algo distinto de lo que tiene que pasar. Hay cosas que no vi nunca. Es alevoso y llamativo, y no se soporta”, concluyó.
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Periodista. Licenciado en Comunicación Social de la UNR. Ex jefe de Redacción de La Capital. Twitter: @DanielAbba_
