“El que es presidente hace lo que quiere”, repiten las espadas digitales del gobierno en redes sociales y la premisa pareciera responder a la realidad. Es que Javier Milei arribó este viernes a Rosario para celebrar el 140º aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario y su visita dejó mucha tela para cortar. Llegó al acto minutos antes de hablar y se retiró una vez finalizado. Su discurso se basó en explicar los motivos por los que vetará el aumento a los jubilados aprobado en el Congreso y la enumeración de los tecnicismos que llevaron a su gobierno a tener “la mejor performance fiscal de la historia”. El mandatario llegó después de los discursos del intendente Pablo Javkin, que le reclamó más federalismo, y del gobernador Maximiliano Pullaro, que pidió por el arreglo de rutas. También el presidente de la Bolsa, Miguel Simioni, reclamó el fin de las retenciones. No solo no hubo respuestas, sino que en 80 minutos no hubo ni una mención a la entidad cumpleañera. Mucho menos, un guiño al campo, con el que algunos referentes del sector se ilusionaban. Por el contrario, adelantó su reelección en 2027: “Voy a terminar estos cuatro años y además voy a ser reelecto”. En Argentina, una eternidad.
La jornada arrancó convulsionada. Una amenaza de bomba obligó a evacuar la Bolsa de Comercio de Rosario. La situación se repitió en el aeropuerto donde, horas después, arribaría el presidente de la Nación. Como suele ocurrir, todo quedó en la nada. Sin embargo, los llamados terminaron reforzando un operativo de seguridad inédito en la ciudad en el que la Policía de Seguridad Aeroportuaria plantó un escáner en el ingreso al edificio y todos los presentes fueron revisados.
El tránsito se cortó a varias cuadras a la redonda, al punto que la marcha convocada a las cinco de la tarde en plaza Sarmiento, apenas pudo avanzar unos pocos metros antes de toparse con el operativo que les cortó el paso. No obstante, mientras la gente hacía fila para ingresar y los vecinos se acercaban a observar la llegada de Milei, la movida opositora quedó en manos de dos jóvenes que se acercaron con un cartel que cuestionaba la aprobación del RIGI dentro de la Ley Bases. Las fuerzas del cielo primero, y la policía después, les pidieron que se retiren. En medio de algunos insultos que no pasaron a mayores, una señora que aguardaba la llegada del presidente preguntaba qué era el “riji”.
La visita de Milei a Rosario se dio en una de las peores semanas para el gobierno. El rechazo del DNU que habilitaba 100 mil millones de pesos en carácter reservado a la SIDE tuvo un duro revés en Diputados, con votos de la UCR y el PRO. El rechazo abrió una rencilla interna que tuvo como protagonistas a dos de los tres diputados libertarios por la provincia de Santa Fe: Nicolás Mayoraz y Rocío Bonacci. Los dos formaron parte de una discusión más grande en la que su par de bloque, Lourdes Arrieta, terminó radicando una denuncia por violencia de género contra Mayoraz. Los dos legisladores santafesinos se encontraban participando del acto en Rosario, cuando trascendió la noticia de la intención de expulsar a Arrieta del bloque libertario.
En la previa del discurso del mejor Presidente de la historia en la Bolsa de Comercio de Rosario .@JMilei @madorni pic.twitter.com/qqWsadMobv
— Romina Diez (@romidiezok) August 23, 2024
En cambio, mientras sus pares se salpican en el barro de la interna, Romina Diez se la pasa mejor. Son los privilegios de contar con la bendición de la escudería Milei. Eso le permite recibir al presidente y su hermana en el aeropuerto, o acompañarlos en sus actividades oficiales en la provincia, como ocurrió este viernes. Mientras todos aguardaban por el discurso del presidente, Diez subía a sus redes sociales una foto con Javier Milei y su nueva pareja: Amalia “Yuyito” González. Lo cierto es que poco se sabe de Diez. Casi no habla con los medios y demostró que no lo necesita: en 2023 ganó su categoría casi sin hacer campaña. Esta semana, una cuenta de X llamada “Elecciones Datos” la coronó como la diputada con mejor imagen del país. Y la diputada se puso el sayo: “Muy agradecida. Elegí este camino para cambiar el país de la mano del Presidente Milei”, contestó.

Reclamos
El acto tuvo discursos largos. En los pasillos, algunos dirigentes bromeaban si no había un “estire” ante la ausencia de Milei. El primero en hablar fue el presidente de la Bolsa de Comercio que resaltó la importancia de la institución para la ciudad y se refirió a los desafíos que enfrenta el sector granario por la caída de los precios internacionales. Tampoco le tembló la voz a la hora de reclamar al gobierno nacional la eliminación definitiva de las retenciones: “Es un tema remanido, y ustedes saben que en esta casa lo han escuchado muchas veces. Hoy la soja tiene un 33 por ciento con una baja, y el otro día nosotros sacamos un informe que muestra un precio de la soja similar al de 2006”.
A su turno, Javkin aprovechó para agradecer el apoyo de la entidad durante la semana trágica de principios de marzo, atravesada por la violencia narcocriminal que se cobró la vida de cuatro ciudadanos de forma aleatoria, en tan solo cinco días. El saludo por el apoyo en materia de seguridad se hizo extensivo al gobierno provincial y nacional. No obstante, al igual que el 20 de junio, el intendente rosarino reclamó más federalismo. “Dejémonos de una vez por todas de ser dominados por la mirada ambacentrista. Este país volverá a ser grande si se anima a construirse desde el interior al mundo”, señaló.

Aunque en una misma línea, el reclamo más enardecido fue el de Pullaro. Desde su asunción, el gobernador viene cuestionando la falta de interés del gobierno nacional en el interior productivo, ese que aporta dólares al gobierno, pero que recibe poco y nada a cambio. Este viernes no fue la excepción. “Tenemos un problema grande en las trazas nacionales. Queremos pedirle a los funcionarios nacionales que están aquí presentes que miren la ruta 33, la ruta 11, la 34, la 178. Necesitamos que puedan ser repavimentadas de manera urgente”, cuestionó y agregó: “Si no pueden hacerlo, la provincia de Santa Fe se va a hacer cargo. Nosotros tenemos un plan. Acá hay un gobierno que se hace cargo”.

Cambio de planes
Terminado el discurso de Pullaro, desde el micrófono pidieron “aguardar un instante” a la llegada del presidente. Fueron solo unos minutos, pero dejaron a la vista que el que es presidente, también maneja sus tiempos. Tras los saludos de rigor, Milei sorprendió con un anuncio: la reforma previsional aprobada en el Congreso le hizo cambiar el discurso que tenía previsto. Casi en simultáneo con su arranque, no pasó desapercibida la salida de la senadora nacional Carolina Losada, que acompañó con su voto la mejora para los jubilados. Por pocos minutos evitó que el presidente la llame “degenerada fiscal” en su presencia.
“Ayer los degenerados fiscales votaron un disparate que implica 62 por ciento del PBI de toma de deuda. La medida cuesta 370 mil millones de dólares, arruinándole la vida a nuestras generaciones futuras”, cuestionó Milei y ratificó que vetará la iniciativa. “Hago lo que digo siempre. Mi palabra no se negocia. No voy a dejarle pasar ni un milímetro a los degenerados fiscales que quieren arruinar el país por tener beneficios para la casta política”, aseguró.
El capítulo previsional se llevó un largo tramo e incluyó críticas al bloque de senadores del PRO, pese al intento por despegarse de la maniobra que esbozó este viernes el presidente Mauricio Macri con un comunicado. “¿Me pueden decir qué carajo hicieron todos votando a favor de quebrar el sistema previsional y arruinarle la vida a los argentinos?”, apuntó el libertario.
Luego, Milei se encargó de defender su política económica explicando cómo Argentina logró “la mejor performance fiscal” de su historia. “Como esto está dando resultado, la basura de la casta política quiere rompernos el equilibrio fiscal. Porque si sale bien se les terminó el curro”, criticó. “No es simpático hacer lo que hice, pero prefiero decirles una verdad incómoda a una mentira confortable. Para mentiras confortables pueden ir a buscar a los senadores que votaron ayer, esos mentirosos los van a empobrecer y le van a arruinar la vida a sus hijos y nietos”, insistió.
Durante más de una hora el círculo rojo de Rosario y la región —unas 800 personas entre empresarios, dirigentes y funcionarios— escucharon al presidente hablar con tecnicismos. Algunos leían la visita de Milei como la posibilidad de un guiño al campo y la necesidad de dólares por parte del gobierno alimentaban las versiones. Pero no ocurrió. Tampoco hubo ni una sola mención a la Bolsa de Comercio de Rosario en su 140º aniversario. Las broncas contra el voto del Senado y los halagos propios por el superávit fiscal fueron los protagonistas.
El cierre dejó un capítulo aparte para otro de los temas fuertes de la semana: el rechazo a los fondos de la SIDE y los cuestionamientos a su protegido político, Santiago Caputo. Sin nombrarlo, el presidente salió en su defensa: “En un país en el que hubo dos atentados y estando amenazado, si me pasa algo es responsabilidad de los que armaron la bicameral con un kirchnerista de closet”, dijo, en alusión al senador radical Martín Lousteau.
Y pese a que se trató de una de las semanas más complejas para el gobierno, el presidente se mostró firme: “Voy a terminar estos cuatro años y además voy a ser reelecto”. Entre aplausos y risas, por lo bajo un dirigente se acordó de los técnicos de fútbol, que salen a declarar que están fuertes cuando llevan varias fechas sin ganar.

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Periodista. Licenciado en Periodismo (UNR). Conductor y productor en radio Aire Libre (91.3). En Twitter: @NachoCagliero
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