Movimientos en el PJ, Lifschitz de viaje, radicales de estirpe y un desembarco

Otro candidato para vice de Gobierno

La elección de Eduardo Toniolli para la Secretaría de Gobierno no se decidió por descarte. Hubo un competidor para ese cargo, que otra vez fue relegado. Se trata del hijo del presidente del Partido Justicialista Ricardo Olivera. El candidato, de nombre Facundo, trabaja en la estructura administrativa del Senado y había sido propuesto por alguno de los sectores internos del peronismo para ser el segundo de Roberto Sukerman.
Su no elección habría provocado algún enojo en la interna partidaria, ya que no es la primera vez que no es seleccionado. Al principio de esta gestión provincial iba a ocupar el segundo cargo dentro del Ministerio de Desarrollo Social, pero en esa ocasión no fue tenido en cuenta. A cambio le ofrecieron la dirección de Adultos Mayores, que rechazó. Ahora habría perdido una segunda pulseada, esta vez con el concejal del Movimiento Evita.
Un ex gobernador bajo la lupa

Cada paso que da Lifschitz es mirado con lupa por el grupo de dirigentes que impulsan la conformación de un frente opositor al peronismo santafesino. Están atentos y buscan señales políticas en cada uno de sus movimientos que les permitan inferir si va a ser parte o no de ese armado que tiene como columna vertebral a radicales y macristas. Hace unos días tuvieron momentos de alerta cuando se supo que el ex gobernador mantuvo una prolongada reunión con un funcionario nacional en la Ciudad de Buenos Aires, pero con el paso de los días lo fueron tomando con más naturalidad. Lo cierto es que Lifschitz se reunió con el ministro de Deportes y Turismo de la Nación, Matías Lammens, y a partir de ahí se generaron todo tipo de especulaciones. El encuentro existió y hasta el momento no trascendió el motivo de la charla. Pero también es verdad que Lifschitz y Lammens mantienen una buena relación desde hace bastante tiempo y no es la primera vez que se juntan a hablar de política. Y seguramente no será la última. Calma, radicales…
Radicales de variada estirpe

“Tienen distintas estirpes”. Así suelen explicar quienes impulsan un frente amplio antikirchnerista en Santa Fe las diferentes posturas de sus pares radicales en la provincia. Hay algunos dirigentes que no saben qué hacer, porque por un lado participaron de las reuniones del radicalismo donde se avanzó en la posibilidad de impulsar una coalición de amplio espectro, y ahora hacen malabares para ponerle límites.
Entre ellos se encuentran algunos dirigentes de la ciudad de Santa Fe que tratan de despegarse del ex intendente José Corral. Lo mismo le pasa a la presidenta del Concejo rosarino María Eugenia Schmuck, que no termina de digerir al PRO dentro de una misma alianza electoral que contenga a todos.
El que parece más convencido es el senador provincial por General López, Lisandro Enrico, más activo en la posibilidad de un frente que lleve a Miguel Lifschitz como candidato al Senado de la Nación. Incluso esta semana coordinó una declaración del radicalismo de su departamento en favor de esa posición. Al que se lo vio más incómodo es al diputado provincial Palo Oliver, pero para quienes quieren una unidad de todos “están entrampados por sus bases territoriales, que le reclaman que el radicalismo lidere un frente nuevo y ya avalaron en ese sentido las reuniones que hubo en el partido”. Más claro: que no pueden estar en los dos lados.
La primera aclaración de Sukerman

El flamante ministro de Gobierno Roberto Sukerman tuvo que salir a aclarar apenas asumió que una baja que hubo en el equipo de su cartera no obedece a ninguna interna política. Se trata de la dimisión presentada por el secretario de Logística del ministerio, Daniel Sorrequieta, quien formaba parte del equipo de colaboradores que asumieron junto con el anterior ministro Esteban Borgonovo, y se fue al enterarse que habían elegido a otro para el lugar que él ocupaba.
Parece que Sukerman se lleva a Gobierno a los referentes de Logística y Legal y Técnica que tenía en su anterior gestión al frente del área de Trabajo. El ex concejal rosarino explicó que eso es usual cuando uno se mueve de cargo y que no tiene ninguna otra connotación política. Incluso a Sorrequieta le ofrecieron trasladarse al mismo cargo que tenía pero en el ministerio de Trabajo, cosa que declinó, aunque no quedó ofendido. Su perfil es más político que técnico, ya que además de haber sido intendente de Puerto San Martín, en la gestión de Jorge Obeid estuvo al frente de Lotería y en las últimas elecciones integró la lista de candidatos a diputados provinciales que encabezó Luis Rubeo. Sólo una coincidencia hará que se vaya del mismo ministerio en el que empezará a trabajar su yerno, el concejal Eduardo Toniolli. Pero eso tampoco tiene una segunda lectura.
Un desembarco con expectativas

En la Municipalidad de Rosario hay expectativa con varias inversiones hoteleras que están coqueteando con un eventual desembarco en Rosario. Pero de todo ese paquete, uno de los proyectos ya está en el Concejo. Se trata del denominado Hampton by Hilton Rosario, un complejo de usos mixtos que se emplazará en la manzana de Santa Fe, España, Roca y San Lorenzo, con accesos por estas dos últimas calles.
El epicentro será un hotel, y contará además con residencias, centro de negocios y un paseo peatonal a cielo abierto con espacios comerciales y gastronómicos. El proyecto llegó a fin de año al Concejo y, tras el receso, se tratará en comisión; si consigue la aprobación, pasará a Obras Particulares del municipio. En el Palacio de los Leones se ilusionan con que si todo fluye sin contratiempos las obras comiencen a mediados de año. Y enumeran los beneficios: inversión, fuentes de trabajo y revitalización del centro de la ciudad. Parece que el Concejo arranca el año con varios temas que serán seguidos con mucha atención desde el Ejecutivo.
